Palacio Urgoiti, serenidad palaciega en el Txorierri

El palacio Urgoiti fue trasladado, piedra a piedra, desde su emplazamiento original en Galdakao y reconstruido a las afueras de Mungia. La construcci¨®n de la autopista Bilbao-Behobia en 1968 obligaba a tama?a empresa, pues el monumento levantado por Miguel V¨¦lez de Larrea a finales del siglo XVII hab¨ªa protagonizado momentos decisivos en los anales vizca¨ªnos y hospedado a personajes tan ilustres como el infante Carlos de Borb¨®n o el alcalde de Bilbao a mediados del siglo XIX, el liberal fuerista Carlos Ad¨¢n de Yarza. Pero las piedras estuvieron guardadas durante m¨¢s de 30 a?os, ya que la reconstrucci¨®n no se inici¨® hasta 2004.

El silencio en estos pagos del Txorierri es profundo y virtuoso, por lo que incluso las piedras se muestran incapaces de hablar, aunque nos pudiesen contar muchas historias. La calma es un detalle que se agradece al anfitri¨®n principal, Mikel Solano Belausteguigoitia. Los interiores mantienen la atm¨®sfera se?orial del palacio primitivo, actualizada seg¨²n los c¨¢nones hoteleros por el decorador Daniel Rotaeche, firmante tambi¨¦n de otros hoteles tan llenos de encanto como el Iturregi de Getaria. Fiel a su barroquismo nobiliario, algo afrancesado, las l¨ªneas maestras descansan en las molduras de techos y paredes m¨¢s que en el mobiliario. La severidad de algunos ¨®leos contrasta con la ligereza de las flores secas que los redecoran. Los dormitorios, con sus cortinajes y doseles estampados, sus moquetas engalanadas con hex¨¢gonos entrelazados y sus tapicer¨ªas de terciopelo exhiben un rigor todav¨ªa m¨¢s barroco. Quiz¨¢ porque muchos de ellos proyectan sus balconadas hacia un campo de golf de nueve hoyos que ampl¨ªa su horizonte en la modalidad pitch & putt. El acceso wifi a Internet es escaso, pero todo lo dem¨¢s funciona como cabe de esperar en un palacio de esta importancia. Si acaso, la ducha es siempre un dilema. ?No ser¨ªa mejor una ba?era menos resbaladiza?

Adem¨¢s del comedor reservado junto al sal¨®n que nos permite sentirnos hu¨¦spedes nobles, el hotel ofrece un desayuno somero pero bien armado en la galer¨ªa, con vistas a los jardines todo el a?o verdeantes. Ideal estampa para una sesi¨®n fotogr¨¢fica con traje de novia.