Estambul, m¨¢s all¨¢ de Santa Sof¨ªa
La ciudad turca muestra su cara moderna en una jornada entre el arte contempor¨¢neo y restaurantes con vistas
Estambul es bisagra entre Europa y Asia. Un territorio tan variopinto como abrumador en el que viven unos 15 millones de personas (Turqu¨ªa tiene 82 millones) y que est¨¢ en continua transformaci¨®n. Bizancio, Constantinopla, Estambul¡ Una de las ciudades m¨¢s cautivadoras de Oriente Pr¨®ximo da para muchas visitas; pero, una vez conocidos los hitos de su patrimonio ¡ªSanta Sof¨ªa, la Mezquita Azul, el palacio de Topkapi, los famosos ba?os¡¡ª, el viajero puede aventurarse y descubrir su otra cara: la de una capital moderna, atrevida, repleta de locales con glamur y con muchos espacios para la m¨²sica y el arte contempor¨¢neo.
9.00 El placer de un buen caf¨¦
Aunque muchos de sus habitantes prefieran el t¨¦ por la ma?ana, se toma un magn¨ªfico caf¨¦ turco, por ejemplo, en Kurukahveci Mehmet Efendi (1). Es un local en el distrito de Emin?n¨¹ que siempre tiene colas. Muy cerca se encuentra el restaurante Hamdi (2), donde se puede disfrutar de un desayuno, con los tradicionales baclavas que ofrecen en la cafeter¨ªa, o de un abundante brunch. Si no son de desayuno contundente, vuelvan por Hamdi en otra ocasi¨®n porque nadie se puede ir de Estambul sin probar sus kebabs. Con sus deliciosas variantes de esta masa de carne picada ¡ªen pinchitos, con yogur, con tomate, con berenjenas¡¡ª, el restaurante lleva m¨¢s de 50 a?os haciendo felices a sus incondicionales. Tras varias ampliaciones, Hamdi ocupa los cinco pisos de un edificio con una ubicaci¨®n impresionante, dominando el B¨®sforo, muy cerca de la Mezquita Nueva ¡ªlo era cuando se construy¨® en el siglo XVI¡ª y junto al Bazar Egipcio (3), en el que pueden encontrarse todo tipo de especias, puestos con pa?uelos o ropa de casa, algunos con buenos y sofisticados dise?os. Un lugar ideal si el viajero quiere hacer compras pero le da pereza enfrentarse a la inmensidad del Gran Bazar (4).
11.00 Alimento para el esp¨ªritu
Desde el barrio de Emin?n¨¹ se puede cruzar andando a la otra orilla del B¨®sforo, pasar frente a la famosa torre de G¨¢lata y llegar a la zona de Beyoglu, para alimentar, en este caso, el esp¨ªritu y conocer el primer Museo de Arte Moderno de Turqu¨ªa. Creado en 2004 en un antiguo almac¨¦n naval a orillas del B¨®sforo, es un proyecto clave para entender la renovaci¨®n est¨¦tica que ha experimentado buena parte de la ciudad. Sus 8.000 metros cuadrados se han quedado peque?os y actualmente se construye un nuevo edificio en el mismo emplazamiento. Mientras tanto, se han trasladado temporalmente al inmueble de la Uni¨®n Francesa (5), en el mismo barrio, para seguir con sus exposiciones temporales hasta que est¨¦ lista su nueva sede. Entre las decenas de actividades programadas para este a?o destaca una muestra del escultor brit¨¢nico Tony Cragg. Existen otros muchos espacios dedicados al arte como el polivalente centro SALT Galata (6), Arter (7) o Galerist (8).
14.00 Sobre la colina
Merece la pena salir de la vieja Estambul para recorrer las orillas del B¨®sforo con sus elegantes mansiones de principios del siglo XX en lo que antes eran peque?os pueblos, hoy engullidos por el continuo crecimiento de la ciudad. El restaurante Sunset (9), sobre una colina en uno de esos enclaves que quitan el hipo y con una amplia terraza, es una buena opci¨®n para el almuerzo. Cocina mediterr¨¢nea en un espacio moderno, con tapices del artista turco Burhan Dogan?ay (1929-2013), quien integr¨® el arte urbano en su obra.
17.00 Descubrimiento en el estrecho
M¨¢s adelante, a unos siete kil¨®metros bordeando la orilla del estrecho del B¨®sforo (una franja de agua de 30 kil¨®metros que separa los dos continentes), se encuentra el Museo Sakip Sabanci (10), una instituci¨®n privada que gestiona la universidad hom¨®nima. Ocupa una espl¨¦ndida villa de 1925 que se alza mirando al estrecho en el exclusivo barrio de Emirgan. La mansi¨®n, adquirida por la familia Sabanci en 1951, es un lugar perfecto para pasar la tarde. Recorrer la casa en la que cuelgan buena parte de las obras de arte del XIX de sus antiguos propietarios permite conocer su colecci¨®n caligr¨¢fica, que no tiene nada que envidiar a la del famoso palacio de Topkapi (11), con piezas desde el siglo XIV. En sus sorprendentes divani, rollos del periodo otomano que recogen las leyes aprobadas por el div¨¢n (parlamento), los signos aparecen totalmente juntos de forma que nadie pudiera a?adir nada posteriormente y alterar el sentido de la ley. Un edificio de nueva planta aloja las exposiciones temporales, un gran espacio por el que han pasado obras de Joseph Beuys, Dal¨ª, Mir¨®, Anish Kapoor, Sophie Calle o Ai Weiwei. Adem¨¢s, el museo cuenta con un bar con terraza donde disfrutar de sus vistas.
20.00 Puente del B¨®sforo
Se acerca la puesta de sol y un buen lugar para disfrutarla puede ser la cubierta de uno de los cientos de barcos que surcan el estrecho. Hay una gran oferta, desde un recorrido de 90 minutos hasta alquilar un bote-taxi y hacer un paseo a medida. Esa podr¨ªa ser una buena opci¨®n para regresar al centro de Estambul. Aunque se opte por volver por tierra, navegar por el B¨®sforo es una delicia que vale la pena retomar en otro momento.
El club Ruby (12), con su terraza sobre el agua, es un lugar de moda para escuchar m¨²sica y tomar una copa casi a la sombra del imponente puente del B¨®sforo y junto al palacio del sult¨¢n Hatice, hoy convertido en un centro de deportes acu¨¢ticos. Otra opci¨®n es recorrer un camino m¨¢s largo, volver a la ciudad antigua y pasar un rato (cierra a las 22.00) en Pages (13), una librer¨ªa-caf¨¦ ubicada en una de esas casas de listones de madera tan t¨ªpicas de la ciudad, que se ha convertido en lugar de peregrinaci¨®n de j¨®venes, y no tan j¨®venes, con inquietudes intelectuales. Y los m¨¢s golosos pueden dirigir sus pasos a la chocolater¨ªa Mendel¡¯s (14), en Besiktas, una de las zonas m¨¢s animadas repleta de bares, restaurantes y tiendas por la que pasea lo m¨¢s cool de la ciudad.
22.00 Bailando en las alturas
Son muchos los restaurantes que se han subido a las alturas en una ciudad cuyas vistas est¨¢n entre sus grandes bazas. Un espacio perfecto para poner fin a una gran jornada es Frankie (15), un coqueto restaurante ¡ªcon una buena bodega en la que no faltan los vinos espa?oles¡ª en el ¨²ltimo piso del hotel Sofa (16) en el que tambi¨¦n se puede tomar una copa en su terraza y bailar hasta la madrugada con m¨²sica en directo. ?Eso si el cuerpo aguanta!
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