Dec¨¢logo del esquiador astuto
10 consejos para evitar accidentes en las pistas
La falta de precipitaciones y de fr¨ªo han causado un mal comienzo de temporada: pocos kil¨®metros de pistas abiertos, muchas piedras y nieve dura, peligrosa. Pero con las recientes nevadas, miles de aficionados se van a lanzar a disfrutar de su deporte favorito y conviene extremar las precauciones. Se estima que se producen 1,5 accidentes por cada mil esquiadores que salen a las pistas y, seg¨²n los expertos, un 90% de ellos se debe a la falta de control por parte de los esquiadores (velocidad excesiva, atenci¨®n insuficiente). Con ayuda del director de monta?a de Baqueira Beret, Jordi Cardona, proponemos 10 consejos que permiten evitar la mayor¨ªa de los percances o, al menos, sus consecuencias m¨¢s graves.
1 Antes de lanzarse
Como en cualquier actividad f¨ªsica, lo ideal es estar en forma; el esqu¨ª consume muchas calor¨ªas si se practica con intensidad. Gafas de sol de alta protecci¨®n, guantes para evitar el fr¨ªo, crema solar y una ropa adecuada son indispensables. Y el casco es fundamental, sobre todo para ni?os. Algunos estudios revelan que las personas que lo usan sufren menos lesiones porque valoran la seguridad. Conviene revisar nuestros esqu¨ªs al menos una vez al a?o, especialmente las fijaciones, para que liberen los pies en caso de ca¨ªda (deben regularse entre 10 y 15 kilos por debajo del peso del esquiador).
2 Al coger un remonte
Algunos accidentes se producen a muy baja velocidad, incluso estando parado, como el momento de abordar los remontes. Al bajar del telesilla, la barra protectora debe levantarse solo cuando se indica ¡ªen la ¨²ltima pilona antes de la llegada¡ª y seguir despu¨¦s en l¨ªnea recta, sin cambiar la trayectoria, para evitar pisar la tabla o el esqu¨ª del compa?ero. Si se lleva mochila, es mejor portarla en la mano para que no se enganchen las correas. Los ni?os no deben subir solos; si los padres no pueden acompa?arlos, es necesario ped¨ªrselo a un adulto. Los arrastres o telesqu¨ªs exigen mayor dominio t¨¦cnico y mayor esfuerzo f¨ªsico, porque suelen remontar pendientes abruptas. En caso de ca¨ªda durante el ascenso, es preferible soltar la percha y no ser arrastrado por el suelo.
3 Ojo al estado de la nieve
La nieve dura ¡ªa menudo combinada con placas de hielo¡ª provoca las situaciones m¨¢s peligrosas, ya que los cantos de esqu¨ªs y tablas de snow no se agarran a la pendiente. ¡°Incrementa la dificultad de la pista al menos en un grado¡±, advierte Cardona, ¡°de modo que un recorrido de nivel rojo (medio) puede convertirse en nivel negro (alto); o uno azul (f¨¢cil), en rojo¡±. Y aunque la nieve polvo, seca y reci¨¦n ca¨ªda, es la m¨¢s sencilla de esquiar, combinada con un d¨ªa soleado puede incitar a sobrevalorar nuestras capacidades. Igual de importantes son las condiciones clim¨¢ticas. La lluvia y la ventisca dificultan o impiden estar en la monta?a, y la niebla puede provocar incluso mareos. En este caso, fijar la vista en un punto fijo (una pilona, un palo de se?alizaci¨®n) ayuda a descender con mayor estabilidad.
4 El primer descenso
El Colegio de Fisioterapeutas de Andaluc¨ªa recomienda, antes de lanzarse ladera abajo, hacer un calentamiento previo que incluya ejercicios de flexibilidad articular. Esta peque?a sesi¨®n preparar¨¢ los ligamentos y los tendones para el esfuerzo y reducir¨¢ las posibilidades de lesi¨®n. Hay que prestar especial atenci¨®n a las rodillas, pues sufren una tercera parte de todas las lesiones; en los casos m¨¢s graves, con rotura de ligamentos colaterales, del ligamento cruzado anterior y del menisco. Ayuda mucho detenerse varias veces durante la primera bajada, sobre todo si es larga, para que los m¨²sculos se vayan calentando. Y a lo largo del d¨ªa, mantenerse hidratado y retirarse cuando haya s¨ªntomas de fatiga.
5 Bajar siempre controlado
El exceso de velocidad y el descontrol son las causas m¨¢s frecuentes de los accidentes. Hay que adaptar la velocidad a nuestras condiciones f¨ªsicas y t¨¦cnicas, al terreno, la visibilidad y la saturaci¨®n en pistas para ser capaces de frenar ante cualquier obst¨¢culo que aparezca en la bajada (o esquivarlo). Descender despacio es especialmente importante en zonas estrechas, cambios de rasante, final de pistas y acceso a los remontes, donde suele haber acumulaci¨®n de gente (nada de presumir frenando de golpe a dos palmos de la cola del telesilla). El esquiador que va por delante tiene preferencia en la trayectoria y hay que dejarle espacio suficiente para sus maniobras. Tambi¨¦n hay que estar atento ante la proximidad de otras personas alrededor y al entorno y no cambiar la trayectoria bruscamente. Si la t¨¦cnica lo permite, un descenso sin grandes curvas reduce las posibilidades de choque. Antes de entrar en pista hay que mirar hacia arriba y ceder el paso, y si es necesario detenerse, hacerlo en lugares seguros y visibles. En caso de comportamiento temerario, la estaci¨®n puede retirar el forfait al esquiador.
6 Pilonas, vallas, ca?ones¡
Las llamativas protecciones acolchadas en torno a las partes bajas de los pilones de los remontes, ca?ones de nieve y otros obst¨¢culos (postes del vallado, carteles) forman parte de las estaciones de esqu¨ª y hay que convivir con ellas. Su funci¨®n fundamental no es proteger de un impacto, sino hacer visible el obst¨¢culo para evitarlo.
7 Cuidado, s¨ª; miedo, no
Esquiar con miedo es la forma m¨¢s segura de irse al suelo. El miedo atenaza e impide aplicar la t¨¦cnica que cada uno posee. Estar convencido de que se puede hacer es fundamental para lograrlo, sin caer en el exceso de confianza. Muchos esquiadores que evolucionan r¨¢pidamente por pistas azules (f¨¢ciles) pueden creer que ya est¨¢n en condiciones de bajar por cualquier sitio. Seg¨²n advierte Jordi Cardona, el salto de una pista azul a una roja es m¨¢s grande de lo que parece.
8 Proteger a los ni?os
Los ni?os son la parte m¨¢s d¨¦bil en caso de colisi¨®n. El esqu¨ª es un deporte muy familiar y las pistas est¨¢n llenas de ellos. Hacerlos visibles con prendas de colores llamativos, chalecos reflectantes o luces en la parte posterior del casco aumenta su seguridad, especialmente cuando la visibilidad es escasa. El casco es indispensable. Los hay con mentonera y que cubren por completo cabeza y cara (al estilo Darth Vader). Son muy ¨²tiles las protecciones para la espalda conocidas como tortugas. Una buena idea es apuntarlos a clubes y escuelas para que aprendan la t¨¦cnica y esqu¨ªen con seguridad en grupo, dirigidos por un monitor. Los adultos que pasen a su lado deben ser conscientes de que un ni?o puede detenerse o hacer una maniobra imprevista en cualquier momento.
9 Esquiar fuera de pista
Descender por laderas v¨ªrgenes, sin pisar, es la aspiraci¨®n m¨¢xima de muchos esquiadores y snowboarders, pero tambi¨¦n una actividad peligrosa que requiere un alto nivel t¨¦cnico, un conocimiento adecuado de las condiciones de la monta?a y un respeto escrupuloso a las indicaciones de las estaciones. Existe una escala de riesgo de aludes ¡ªde 0 a 5¡ª que valora diariamente las posibilidades de avalancha. Con un nivel 3 estamos ya ante un peligro alto en el que un desprendimiento puede ser provocado por el paso de un esquiador. Antes de adentrarnos por este terreno conviene preguntar a los profesionales por las condiciones de las laderas y, mejor a¨²n, contar con un gu¨ªa profesional. Aun as¨ª, el riesgo cero no existe, y hay que ser conscientes de que un rescate fuera de pistas siempre es m¨¢s dif¨ªcil y costoso y que la responsabilidad es del esquiador.
10 A pesar de todo, ?accidente!
Si uno ve que se va a ir al suelo y le da tiempo, puede minimizar las consecuencias al agacharse y dejarse caer hacia un lado; despu¨¦s, retirarse de la pista lo antes posible. Esquiadores y snowboarders est¨¢n obligados a prestar auxilio en caso de accidente. Si el herido no puede moverse, es adecuado se?alizar su posici¨®n varios metros por encima utilizando sus esqu¨ªs colocados en forma de aspa, por ejemplo. Despu¨¦s, avisar a las emergencias de la estaci¨®n (hay que llevar siempre a mano su n¨²mero de tel¨¦fono) indicando con precisi¨®n el lugar del incidente. No hay que mover al accidentado ni dejarle solo hasta recibir ayuda. Si la nieve est¨¢ dura, es mejor hacer todas estas maniobras sin quitarse los esqu¨ªs para no resbalar.
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