Tres sue?os isle?os en las R¨ªas Baixas
Arenales espectaculares, buen marisco y la emoci¨®n de estar m¨¢s o menos lejos de tierra firme
Tres excursiones para un verano gallego ¨²nico.
1 C¨ªes
Playas v¨ªrgenes
Las islas a las que solo se puede acceder por mar garantizan ciertos tesoros que otras ya han perdido. Las islas C¨ªes (Monteagudo, Faro y San Marti?o) ¡ªque se sit¨²an en la boca de la r¨ªa de Vigo (Pontevedra) y forman parte del parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas¡ª cuentan en la categor¨ªa de tesoros con la playa de Rodas, arenal que el diario ingl¨¦s The Guardian catalog¨® entre los 10 mejores del mundo.
Los romanos bautizaron a las C¨ªes como ¡°islas de los dioses¡±, y desde hace algunos a?os acceder a ellas requiere de un permiso (la propia naviera lo tramita), ya que se ha limitado el n¨²mero de visitas diarias. Desde el puerto de Vigo se coge un barco (Piratas de Nabia y Mar de Ons son las principales compa?¨ªas) cuyo trayecto dura 45 minutos. Si hay suerte, pueden divisarse arroaces (delfines aut¨®ctonos). La mayor¨ªa va de excursi¨®n un d¨ªa, pero los amantes de los sitios v¨ªrgenes se quedan en el camping Islas C¨ªes, en Faro, isla que est¨¢ unida a la de Monteagudo por un puente.
Con algo de tiempo se pueden recorrer los senderos de estos dos islotes (a San Marti?o solo se llega en barco privado), pararse en los dos observatorios de aves (el de la ruta de Alto do Pr¨ªncipe y el de Pedra da Camp¨¢, en el camino del Faro de C¨ªes), ba?arse en la playa de Figueiras y disfrutar del silencio cuando los barcos y los turistas se van. Aguas trasl¨²cidas, anocheceres salm¨®n, playas de arena fina y blanqu¨ªsima. Uno puede fantasear que est¨¢ en cualquier lugar ex¨®tico hasta que se mete en el agua, y la temperatura le dice que est¨¢ en Galicia.
2 Arousa
Concentrado atl¨¢ntico
Unida a Vilanova por un puente de dos kil¨®metros, la isla de Arousa (la m¨¢s grande y poblada de esta costa) tiene los ingredientes para disfrutar del verano al estilo gallego: playas, puerto de pescadores, monte y buena comida. Y en julio, el Atlantic Fest, de m¨²sica indie.
La playa de Area da Secada es una de las m¨¢s populares y cuenta con un pinar para los amantes de la sombra. Otros arenales son Camaxe; Sualaxe, protegida del viento por unas rocas; Salinas, y la playa de Faro. Y para un lugar de lujo hay que acercarse al islote de Areoso y desembarcar en este para¨ªso desierto de aguas transparentes.
El parque natural de O Carreir¨®n, en la parte sur de la isla, est¨¢ catalogado como zona de protecci¨®n de aves y cuenta con ecosistemas dunares, marismas, matorrales y pinares; adem¨¢s de los fondos marinos. Hay caminos que lo recorren, como el de Sendeiro dos Pilros, que llega hasta la laguna que hay en el centro del parque. No hay que perderse un ba?o en la cala As Margaritas, de color turquesa.
Los d¨ªas nublados del verano gallego pueden utilizarse para llegar hasta el mirador O Con do Forno, que ofrece las mejores vistas de la r¨ªa; para ver el precioso faro de Punta Cabalo, asentado sobre rocas, o para pasearse por el Puerto de Xufre.
La gastronom¨ªa es una de las atracciones de las R¨ªas Bajas y el mejill¨®n su producto estrella en la zona de Arousa. El restaurante A Meca (paseo de Canti?o, 12) tiene fama por su pulpo y el arroz de bogavante; mientras El Chozo (playa Concerrado) es un chiringuito con raciones en las que comen dos.
3 A Toxa
Vida de balneario
Este peque?o trozo de la geograf¨ªa pontevedresa registra en su libro de visitas hu¨¦spedes de la talla de David Rockefeller, Henry Kissinger, el rey Gustavo Adolfo de Suecia, los reyes de B¨¦lgica Balduino y Fabiola, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Ra¨²l Alfons¨ªn o la condesa Emilia Pardo Baz¨¢n. El poder de convocatoria se debe a sus aguas minero-medicinales, que propiciaron la construcci¨®n de un balneario que abri¨® en 1907 y convirti¨® esta peque?a isla en un reducto de exclusividad; cualidad que perdura, ya que aqu¨ª tienen chalet Adolfo Dom¨ªnguez y Amancio Ortega.
El?Eurostars Gran Hotel La Toja ocupa un edificio blanco con toldos amarillos, donde se rodaron escenas de la serie Fari?a y cuyas macetas y palmeras remiten al Caribe. La reforma que sufri¨® el hotel en 1945 lo despoj¨® de sus adornos en la fachada, pero guarda partes antiguas como el vest¨ªbulo, el bar ingl¨¦s y el mobiliario de muchas habitaciones. Las aguas de su balneario se buscan por sus beneficios para la piel, el aparato locomotor, las v¨ªas respiratorias y el sistema nervioso. En el jard¨ªn del hotel se encuentra la capilla de las Conchas, cubierta de vieiras.
La isla cuenta con un peque?o campo de golf, otro de tiro, un casino y una playa de arena junto al puente que la une con la pen¨ªnsula de O Grove. En su peque?o centro comercial abundan los puestos de collares de conchas. Se puede hacer una excursi¨®n en catamar¨¢n por la r¨ªa de Arousa. O Grove est¨¢ a 20 minutos andando, pero muchos prefieren quedarse en esta isla semidesierta, exclusiva y con vocaci¨®n caribe?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.