Dulces y risas en Mostar
El 'clown' Oriol Boixader nos cuenta un viaje a Bosnia-Herzegovina con la ONG Payasos Sin Fronteras
Est¨¢ de gira con un espect¨¢culo de flamenco y clown llamado Chufla, dirigido por Alfredo Tob¨ªa. Como buen clown, Oriol Boixader tiene en su mano las herramientas para lograr carcajadas en cualquier situaci¨®n. Aqu¨ª nos cuenta un viaje a Bosnia-Herzegovina con la ONG Payasos Sin Fronteras.
?Fueron durante la guerra de los Balcanes?
S¨ª, en un receso del conflicto, en 1994. Y nos instalamos en Mostar.
Su Puente Viejo es patrimonio mundial de la Unesco.
Tras la guerra lo reconstruyeron, pero en ese momento estaba destruido y en su lugar hab¨ªa una pasarela de hierro construida por militares. Los chavales se segu¨ªan tirando a nadar en el r¨ªo Neretva desde la pasarela.
?C¨®mo se hac¨ªan entender durante el espect¨¢culo?
Era todo muy visual, a trav¨¦s de gags, m¨²sica y malabares. Lo ¨²nico que dec¨ªamos en su lengua era ¡°Neretva¡±, el nombre del r¨ªo, y los ni?os se re¨ªan.
?Y en el d¨ªa a d¨ªa?
Recurr¨ªamos a los gestos. En la casa donde nos alojaron viv¨ªan una se?ora con su marido y su hijo. Con el hombre no hab¨ªa modo de comunicarse, as¨ª que lo hac¨ªamos por medio de partidas de ajedrez.
?Com¨ªan con la familia?
S¨ª. Cocinaban una sopa de raviolis hechos a mano y muchos dulces de masa frita con az¨²car. Solo una vez fuimos a comer fuera. Un m¨¦dico espa?ol que conoc¨ªa la zona nos llev¨® a un restaurante de carretera controlado por los chetniks, un grupo guerrillero serbio.
?C¨®mo era la vida en Mostar?
Hab¨ªa horarios muy marcados, por ejemplo para recoger el agua que repart¨ªa un cami¨®n. Hab¨ªa que hacer cola, y a veces nos tom¨¢bamos un t¨¦ con los bomberos de all¨ª. A las ocho de la tarde comenzaba el toque de queda y nos met¨ªamos en casa.
?Recuerda alg¨²n paisaje?
S¨ª, eran muy monta?osos. Y hab¨ªa r¨ªos caudalosos de agua muy fr¨ªa, pero de todas formas nos ba?amos en ellos. Ahora esa regi¨®n es un destino tur¨ªstico importante.
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