De conciertos en Viena
La sala Konzerthaus, la casa natal de Schubert, uno de los domicilios que habit¨® Beethoven... El viaje musical de la periodista y cr¨ªtica Sandra de la Fuente por la capital austriaca
La periodista y cr¨ªtica musical argentina Sandra de la Fuente se declara a s¨ª misma ¡°estudiante cr¨®nica de piano¡±. En su libro Conversaciones en la calle de los pianistas (Aguilar) evoca sus charlas con int¨¦rpretes de lujo en Bruselas. Y en esta ocasi¨®n hace un recorrido por la no menos musical ciudad de Viena.
?Por qu¨¦ regres¨® a la capital austriaca el invierno pasado?
Fue mi cuarto viaje y buscaba reencontrarme con mi maestra de piano. Quer¨ªa volver a tocar y a estudiar en serio, tras a?os sin hacerlo. Tocamos a cuatro manos una sonata de Mozart y fuimos juntas a dos conciertos; ella hab¨ªa sacado entradas para ambos recitales en la sala Konzerthaus.
?De piano quiz¨¢?
Uno era un d¨²o de viol¨ªn y piano, parte de un programa de obras de Beethoven. El segundo fue de m¨²sica de Shostak¨®vich a cargo del excelente cuarteto de cuerda Hagen.
Un viaje muy sonoro¡
En Viena es inevitable. Tambi¨¦n regres¨¦ a la casa natal de Schubert, en Nussdorfer Strasse, y a una de las varias que habit¨® Beethoven.
?Qu¨¦ buscaba en ellas?
La de Schubert tiene muy pocos objetos, pero a m¨ª me gusta ver all¨ª su piano de cola. Adem¨¢s, en el patio hay una zona donde organizan conciertos. Cerca de la casa hay un lugar llamado Schubert Garage, que hoy es un taller mec¨¢nico, pero que entonces era donde el m¨²sico y su padre ense?aban a sus alumnos. Despu¨¦s fui a la casa de Beethoven en Heiligenstadt, junto a un vi?edo. Antes era el extrarradio de Viena pero ahora es el distrito 19, D?bling.
?Visit¨® alg¨²n lugar nuevo esta vez?
Fui a un sitio con mucha historia: el Karl-Marx-Hof, un complejo de viviendas sociales para trabajadores construido a principios de la d¨¦cada de 1920. Ya hab¨ªa ca¨ªdo el Imperio Austroh¨²ngaro y all¨ª se mont¨® un Estado paralelo, con sus propias escuelas, consultas m¨¦dicas¡ Durante la guerra civil austriaca de 1934 los habitantes de las viviendas lucharon contra el Estado, pues ten¨ªan incluso sus propias armas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.