Nusa Tenggara, un para¨ªso al este de Bali
Los dragones de la isla de Komodo, buceo en la bah¨ªa de Kalabahi y las olas de la playa de Pantai Tarimbang. El archipi¨¦lago indonesio deslumbra con sus preciosos arenales y fondos submarinos
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa de Bali, Lombok y Nusa Tenggara de Lonely Planet y en www.lonelyplanet.es
Mucho menos conocidas que Bali y otras populares (y tur¨ªsticas) islas de Indonesia, como Lombok o el grupo de las Gili, el archipi¨¦lago de Nusa Tenggara Oriental despliega playas m¨¢s tranquilas. El ambiente es sencillo, perfecto para un turismo alternativo de bajo coste, en el que los trayectos en barco entre islas se pueden hacer en cubierta para resultar, si cabe, m¨¢s econ¨®mico, mientras se descubren preciosos arenales y algunos de los mejores fondos submarinos del pa¨ªs.
Los dragones de Komodo
Las leyendas sobre feroces dragones que circulaban sobre la isla de Komodo se hicieron realidad en 1911, cuando la Administraci¨®n colonial holandesa envi¨® una expedici¨®n para comprobar la veracidad de tales rumores y descubri¨® unos monstruosos lagartos carn¨ªvoros. El drag¨®n de Komodo (Varanus komodoensis) es una especie de varano, la m¨¢s grande del mundo: pueden medir m¨¢s de tres metros y pesar hasta 150 kilos. Estas criaturas asombrosas son unos terribles depredadores capaces de zamparse un b¨²falo, un cerdo o a una persona. Confinados en cuatro peque?as islas al este de Bali, all¨ª donde la l¨ªnea de Wallace (una profunda fosa marina) marca los destinos divergentes de la fauna asi¨¢tica y la australomelan¨¦sica, es relativamente f¨¢cil verlos en Komodo, aunque las autoridades de Indonesia planean cerrar en 2020 al turismo la isla por el creciente n¨²mero de visitantes (unos 10.000 al mes), y para evitar que se sigan robando ejemplares para su venta. Hasta que la poblaci¨®n de reptiles se recupere, quien quiera ver a estos grandes lagartos tendr¨¢ que ir a las vecinas islas de Pulau Padar o Cinca.
Aventuras en Flores
Al este de Komodo, la isla de Flores promete una experiencia diferente: explorar un mundo de culturas antiguas, volcanes, frondosos bosques y playas intactas. Fue bautizada con este bonito nombre por los portugueses en el siglo XVI. Tras siglos de olvido, se ha convertido en la nueva estrella tur¨ªstica de Indonesia. Una sinuosa carretera permite recorrer la isla entre bancales de arroz y hay un mont¨®n de lugares por descubrir, como las cuevas de Batu Cermin o las de Gua Rangko. El pueblo pesquero de Labuan Bajo, al oeste de Flores, concentra los principales alojamientos, empresas de turismo activo y centros de buceo. Al este de la isla aguardan volcanes todav¨ªa activos, enigmas prehist¨®ricos y etnias ancestrales como los manggarai, entre los que circulan leyendas sobre los ebo gogo, unos hombrecillos de peque?o tama?o habitantes de la jungla. Nadie les hizo mucho caso hasta que los arque¨®logos descubrieron los restos del famoso Homo floresiensis, un hom¨ªnido de poco m¨¢s de un metro de altura, apodado Hobbit. Se cree que vivi¨® hasta hace relativamente poco (unos 12.000 a?os) y que se desapareci¨® por una erupci¨®n volc¨¢nica que devast¨® la isla. La cueva donde fue hallado el ¡°hombre de Flores¡±, Liang Bua, est¨¢ abierta al p¨²blico y se visita con gu¨ªas locales. Y tres sorpresas m¨¢s: la campi?a de los alrededores de Bajawa, con sus aldeas y sus casas tradicionales, que conviene visitar con gu¨ªas locales; el volc¨¢n Kelimutu (1.639 metros de altitud), y Sikka, uno de los primeros asentamientos portugueses en Flores.
Los ¨²ltimos cazadores de cabezas
Con asombrosos pueblos tradicionales, un paisaje agreste y playas desiertas, Timor Occidental es todav¨ªa un lugar por descubrir. En su monta?oso interior, las tradiciones animistas perduran junto con dialectos y jefes tribales que mastican nueces de areca y gobiernan pueblos de chozas en forma de colmena, mientras en Kupang, la capital, se vive a un ritmo fren¨¦tico. Uno de los mayores reclamos es None, una de las ¨²ltimas aldeas de cazadores de cabezas (la ¨²ltima cacer¨ªa fue en 1945). En el interior monta?oso de la isla perviven creencias animistas y los tradicionales adat (costumbres) en sus aldeas tradicionales.
Buceo en los confines del mundo
El archipi¨¦lago de Alor, al norte de Timor, es el ¨²ltimo eslab¨®n de las islas menores de la Sonda. Aislados del mundo exterior y entre s¨ª por un territorio accidentado, los 210.000 habitantes de este diminuto archipi¨¦lago se reparten en 134 tribus con 18 idiomas y 52 dialectos diferentes que conservan sus costumbres ancestrales y creencias animistas. Kalabahi, en una larga y espectacular bah¨ªa jalonada de palmeras, sirve de base para explorar los m¨¢s de 40 enclaves de buceo de las islas y sus asombrosos arrecifes de coral.
D¨ªas de playa en Sumba
Al sur de la isla de Flores esta la isla de Sumba, anta?o conocida como isla de la Madera, con misteriosas tumbas megal¨ªticas y altas chozas de paja con forma piramidal. Los surfistas que visitan la isla encuntran en Pantai Tarimbang fant¨¢sticas olas solitarias en una media luna de arena blanca. Para descubrir la cultura tradicional de este lugar hay que poner rumbo al oeste, a trav¨¦s de arrozales que se encaraman a las monta?as. Los nativos se han acostumbrado a los turistas y permiten que visiten sus casas y aldeas a cambio de un donativo. La costa oeste de la isla tambi¨¦n esconde playas rec¨®nditas, resorts exclusivos como Nihi Sumba y parajes como la laguna Weekuri, una maravilla natural de aguas verdeazuladas a las que se llega por pistas de tierra.
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