Ornit¨®logos de sal¨®n
Las aves reinan en ciudades con menos tr¨¢fico por cielo y tierra. Trucos para aprender a observarlas con solo asomarnos a la ventana
Con la gente recluida ha bajado la intensidad del tr¨¢fico y el ir y venir de transe¨²ntes. Y descubrimos que, desde nuestras casas, ahora escuchamos p¨¢jaros. En realidad, las aves urbanas han sido nuestras vecinas desde siempre, y en n¨²mero incalculable; podr¨ªamos contar varios millones de ejemplares ¨²nicamente de gorriones, y eso que su poblaci¨®n sufre un declive. Pero el volumen de decibelios habitual en las calles de las ciudades era tan alto que ni nos d¨¢bamos cuenta de que exist¨ªan. La primavera brinda un momento perfecto para observarlas y escucharlas ¡ªasom¨¢ndonos a las ventanas o gracias a las primeras medidas de desconfinamiento¡ª, ya que permanecen muy activas durante la ¨¦poca de celo y cr¨ªa. Adem¨¢s, a las especies residentes (los citados gorriones; estorninos; carboneros y mirlos comunes, herrerillos, verdecillos, verderones; pardillos o jilgueros, en zonas pr¨®ximas a espacios abiertos; palomas y gaviotas, en poblaciones costeras) se les suman las migrantes, que el s¨¢bado 9 de mayo protagonizan el D¨ªa Mundial de las Aves Migratorias. Por ejemplo, vencejos, golondrinas y cig¨¹e?as que vuelven a Espa?a despu¨¦s de pasar el invierno en el Sahel (?frica).
Tambi¨¦n es momento de observar cern¨ªcalos primilla, peque?os halcones que anidan en las catedrales de Sevilla y de Ja¨¦n, o en la iglesia de San Esteban en Segovia, y siempre van en grupo, formando colonias. ¡°Es muy bonito ver sus siluetas recortarse contra la catedral de Sevilla iluminada¡±, describe Ana Bermejo, coordinadora del programa Migra de SEO/BirdLife, Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa. El autillo, la rapaz nocturna m¨¢s peque?a de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, cr¨ªa, por su parte, en los huecos de los ¨¢rboles, y puede verse en ciudades de menor tama?o o en parques urbanos, como el de Mar¨ªa Luisa, en la capital andaluza. Aunque ahora es m¨¢s f¨¢cil o¨ªrlas, otra cosa es que los urbanitas sepamos identificar su canto, una especie de tuit con una secuencia muy seguida que se escucha partir de las nueve o diez de la noche. ¡°Nos lleg¨® el caso de una persona que se quejaba de una alarma que empezaba a sonar en su barrio a las 21.00... Pero era un autillo¡±, recuerda Bermejo.
Rapaces esquivas a la vista
Los expertos calculan que el 80% de las aves que habitan en Espa?a son migrantes. Muchas anidan lejos de las ciudades, pero, con el espacio a¨¦reo libre de aviones, ahora es posible verlas sobrevolando los n¨²cleos urbanos. ¡°Este a?o no hace falta irse a Tarifa o Algeciras para avistarlas. Estamos observando milanos negros y cig¨¹e?as negras, habitualmente muy esquivas, en su tr¨¢nsito hacia las zonas de cr¨ªa¡±, comenta Bermejo. ?guila imperial y real, buitre negro. Y avutarda, una de las aves voladoras m¨¢s pesadas que se conocen, que no es migrante, pero s¨ª poco frecuente en entornos urbanos. ¡°Compa?eros del norte de Madrid las est¨¢n viendo¡±, se?ala. ¡°Mirar al cielo es m¨¢s rico que nunca¡±.
?Gorri¨®n o verder¨®n?
¡°El primer paso para identificar a los p¨¢jaros que ves desde tu ventana es mirarlos, que te llamen la atenci¨®n¡±, tercia Luis Mart¨ªnez, bi¨®logo y coordinador de la web Aves de Barrio de SEO/BirdLife. La observaci¨®n requiere de unos prism¨¢ticos y una gu¨ªa de aves. SEO dispone de un listado, un identificador online y la aplicaci¨®n m¨®vil Aves de Espa?a, que permite escuchar su trino. Podemos empezar por aprender las diferencias entre las m¨¢s cotidianas, como un gorri¨®n y un verder¨®n, que es un gorri¨®n de tonos verdosos, y m¨¢s grande que un verdecillo; o entre un avi¨®n com¨²n y un vencejo, que es m¨¢s oscuro y nunca se posa en el suelo: se alimenta, aparea e incluso duerme en el aire; la golondrina puede confundirse con el avi¨®n com¨²n, pero tiene la cola m¨¢s ahorquillada y una mancha roja-anaranjada en la garganta. ¡°La vista y el o¨ªdo se van haciendo¡±, asegura Mart¨ªnez.
¡°El resto del a?o, las mejores horas de observaci¨®n son el amanecer y el atardecer, pero en primavera las aves est¨¢n en movimiento pr¨¢cticamente todo el d¨ªa¡±, agrega. Adem¨¢s, las urbanas cantan m¨¢s alto, y en una frecuencia distinta a la de sus cong¨¦neres de zonas rurales o naturales, para sobreponerse al ruido de una ciudad, seg¨²n apuntan diversos estudios. Y empiezan a trinar antes, de madrugada, aprovech¨¢ndose de la luz artificial y de que a¨²n hay un cierto silencio. ¡°Est¨¢ demostrado que el verdecillo, pariente del canario, canta m¨¢s los fines de semana que de lunes a viernes¡±, se?ala Mart¨ªnez.
Con el conocimiento llega la necesidad de ayudarlas. En invierno les vienen muy bien los comederos con semillas; en primavera est¨¢n criando y se alimentan de insectos, y puede ser ¨²til plantar hiedras, zarzamoras o sa¨²co en el balc¨®n, para que coman sus frutos; cuando apriete el calor, agradecer¨¢n bebederos con agua. ¡°Las golondrinas o los vencejos fabrican sus nidos en aleros de tejados y en huecos de edificios o estructuras; hay que respetarlos y cuidarlos¡±, pide Bermejo.
Cig¨¹e?as residentes
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, el 80% de la poblaci¨®n de cig¨¹e?a blanca no emigra, se queda en Espa?a todo el a?o. ¡°Han encontrado comida en invierno, en los grandes vertederos y en el cangrejo rojo americano que vive en los arrozales¡±, explica Bermejo. Coronan campanarios, chimeneas o tejados en Alcal¨¢ de Henares (Madrid), Huelva, Ciudad Real, Segovia, Tarifa... Pero si hay dos localidades donde esta ave es toda una instituci¨®n son Malpartida de C¨¢ceres, pueblo europeo de la cig¨¹e?a, y Alfaro, en La Rioja, con una colonia asentada en la colegiata de San Miguel cuyo d¨ªa a d¨ªa se retransmite en directo en YouTube.
Para¨ªsos 'pajareros' para urbanitas
Ahora que adultos y ni?os pueden empezar a disfrutar del aire libre, aqu¨ª van unas pistas ornitol¨®gicas para los afortunados que tengan estos espacios verdes cerca de casa. En Madrid, solo en la Casa de Campo viven unas 134 especies de aves, y en el parque del Retiro es f¨¢cil observar hasta 40, seg¨²n eBird, una plataforma que permite consultar zonas de pajareo pr¨®ximas. Barcelona tiene como puntos calientes el Parc de la Ciutadella, el Parc G¨¹ell y el Parc Diagonal Mar, cada uno de ellos con m¨¢s de un centenar de especies avistables, el mismo n¨²mero que en el enclave valenciano de El Palmar. Y en la zona oeste de M¨¢laga se extiende la desembocadura del Guadalhorce, un para¨ªso para la observaci¨®n de lim¨ªcolas y aves acu¨¢ticas, con hasta 304 especies registradas, entre ellas el flamenco rosa, la malvas¨ªa cabeciblanca o el cormor¨¢n.
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