Dub¨¢i desde el sof¨¢
La localidad m¨¢s medi¨¢tica del mundo ¨¢rabe, famosa por sus r¨¦cords y excesos, alberga tambi¨¦n peque?as joyas de arquitectura tradicional, alg¨²n secreto culinario y una historia reciente poco conocida
1. Una visita virtual
A 555 metros del suelo
Empecemos por el s¨ªmbolo de Dub¨¢i: el Burj Khalifa (burjkhalifa.ae), el edificio m¨¢s alto del mundo. Pero en lugar de partirnos el cuello mirando hacia lo alto de sus 828 metros, haremos el recorrido desde su observatorio en el piso 148?, a 555 metros del suelo. La vista, que se puede disfrutar en muchos v¨ªdeos en YouTube o en Google Arts & Culture, es impresionante. M¨¢s a¨²n si uno lo imagina todo vac¨ªo de edificios, solo arena. As¨ª era la ciudad hace 25 a?os. O casi. El hilo de agua que se aprecia hacia el norte es Al Khor, la ensenada que siglos atr¨¢s sirvi¨® de refugio a los piratas y luego de puerto natural para el comercio mar¨ªtimo. A su alrededor surgi¨® la ciudad original, donde a¨²n funcionan el zoco del oro y el de las especias. Hacia el oeste, el golfo P¨¦rsico. En un d¨ªa claro se adivina el perfil de The World, un fallido proyecto inmobiliario formado por un archipi¨¦lago artificial en forma de mapamundi. La ruta hacia el sur puede hacerse siguiendo con la mirada la autopista que cruza la urbe, Sheij Zayed Road. Aunque es mucho m¨¢s agradable bordear la costa por la carretera de Jumeirah. Mirando hacia el Burj al Arab, hotel que se anuncia de 7 estrellas, la panor¨¢mica alcanza la Palmera, otro hito del emirato. Ninguna visita est¨¢ completa sin acercarse a alguno de sus macrocentros comerciales, uno de los ejes de su econom¨ªa. Cojamos el ascensor del Burj Khalifa. Recuperado el aliento tras el vertiginoso descenso a 10 metros por segundo, ni siquiera hay que cruzar la calle para encontrarse en el Dubai Mall, otro r¨¦cord por su tama?o y que sigue ampli¨¢ndose.
2. Una pel¨ªcula
Happy New Year
Dub¨¢i consigui¨® su consagraci¨®n como estrella del cine mundial en Misi¨®n imposible: Protocolo fantasma (2011). La imagen de Tom Cruise desescalando las paredes de cristal del Burj Khalifa proyectaba la velocidad y el v¨¦rtigo inherentes a esta ciudad, y nada menos que en una superproducci¨®n de Hollywood. Pero ninguna pel¨ªcula ha captado la ostentaci¨®n y el exceso que convierten al emirato en un im¨¢n de sue?os como Happy New Year (2014). La delirante respuesta de Bollywood a aquel filme se desarrolla en la otra punta, en el presuntuoso hotel Atlantis de la Palmera. En ella, Dub¨¢i no es solo una escala en la aventura, sino la protagonista absoluta, reflejo de la atracci¨®n que ejerce sobre la India, dos millones de cuyos habitantes trabajan aqu¨ª y decenas han echado ra¨ªces desde antes de su independencia de los brit¨¢nicos en 1971.
3. Una receta
Machbus samak
Con apenas un 10% de poblaci¨®n aut¨®ctona, su gastronom¨ªa es inevitablemente multicultural. Aunque la carne de cordero encabeza las preferencias locales, el car¨¢cter costero del emirato ha dejado una versi¨®n del machbus con pescado.
- Ingredientes: 1 kilo de sheri (un pescado del Golfo parecido a la dorada); 1 kilo de arroz basmati; 2 cebollas; 2 tomates; 3 dientes de ajo; cilantro; 1 patata; 2 cucharadas de pasas; medio litro de agua, y aceite para fre¨ªr.
- Especias: 1 lima seca, un palito de canela, ? cucharilla de c¨²rcuma, ? cucharilla de comino, 4 vainas de cardamomo, 2 cucharillas de azafr¨¢n diluido en zumo de lima, sal al gusto.
Se fr¨ªe el pescado troceado hasta que est¨¢ medio hecho y se reserva. Se sofr¨ªe el tomate con el ajo unos cinco minutos. A continuaci¨®n, se echan la patata en cubitos y las especias, se cubre la olla y se deja a fuego lento 10-15 minutos. Despu¨¦s, se incorpora el arroz previamente lavado, se remueve con cuidado, se coloca el pescado encima y se a?ade el agua hasta que cubra el pescado. Cuando vaya a hervir se roc¨ªa con la mezcla de azafr¨¢n y se deja cocer a fuego lento hasta que el arroz est¨¢ al gusto. Mientras tanto, se fr¨ªen las cebollas hasta que est¨¦n blandas y doradas y, ya fuera del fuego, se le a?aden las pasas. El resultado se echa por encima del arroz y se decora con hojas de cilantro.?
4. Una vivienda t¨ªpica
Contrastes arquitect¨®nicos
A la vista de las im¨¢genes, el rascacielos es el rey. La mayor¨ªa de sus 3,3 millones de habitantes vive en torres cuya est¨¦tica oscila entre el brutalismo casi sovi¨¦tico de la zona de Jumeirah Beach Residence (conocida como JBR) hasta el estilo futurista de Business Bay. Nada m¨¢s lejos de las ra¨ªces. Solo hay que asomarse al barrio de Bastakiya para observar los muros de adobe de las viviendas tradicionales, con sus barjil, o torres de viento, que facilitaban un sistema de ventilaci¨®n natural. Con el descubrimiento del petr¨®leo y el mayor poder adquisitivo, sus propietarios las cambiaron por grandes villas, menos visibles que los rascacielos, pero igualmente numerosas. Ahora, aquellas casas t¨ªpicas han sido rehabilitadas como museos, galer¨ªas o peque?os hoteles.
5. Un libro
Dubai, de Robin Moore
Muchos textos han tratado de desvelar el secreto de esta ciudad. Laudatorios unos, cr¨ªticos otros. Entre los que buscan su ¨¦xito en la gesti¨®n econ¨®mica y los cat¨¢logos de fotos espectaculares, hay una vieja novela que captura mejor que la mayor¨ªa c¨®mo este lugar ha llegado a ser lo que hoy conocemos. Dubai (C¨ªrcu?lo de Lectores, 1976) relata las aventuras de un exmilitar estadounidense en los a?os previos a la independencia de Emiratos ?rabes Unidos y el boom del petr¨®leo, cuando el peque?o enclave a¨²n viv¨ªa del contrabando del oro a la India, aunque ya empezaba a atraer a todo tipo de buscadores de fortuna. Hay acci¨®n, hay suspense y una inevitable historia de amor, pero su autor, Robin Moore, buen conocedor de Oriente Pr¨®ximo, documenta el contexto social y pol¨ªtico como si fuera un reportaje period¨ªstico. Casi medio siglo despu¨¦s, el bar Ten Tola descrito en sus p¨¢ginas ha sido reemplazado por clubes de fama internacional; los ambiguos negocios que albergaba, como el lingote de oro que le daba nombre, siguen, sin embargo, alimentando el espejismo que es esta ciudad surgida de la nada en el desierto.
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