Gibraltar, d¨ªa intenso en el Pe?¨®n
Otear el Estrecho a 426 metros de altura, perderse en su c¨¦ntrico batiburrillo cultural, de compras por Main Street o un paseo costero en bici al atardecer. Muchos planes en suelo ¡®british¡¯
Toparse con una singular cabina de tel¨¦fono roja es posible sin abandonar la Pen¨ªnsula. Gibraltar es ese ex¨®tico y, a la vez, cercano vecino de la provincia de C¨¢diz que se puede visitar con tan solo traspasar la frontera a pie desde La L¨ªnea de la Concepci¨®n. Encontrarse con sus 33.718 habitantes de habla inglesa salpicada de espa?ol, sus calles estrechas de r¨®tulos y edificios con reminiscencias brit¨¢nicas y el apabullante Pe?¨®n, a cuya sombra se desarrolla la intensa vida comercial de la ciudad con la tercera renta per capita m¨¢s alta del mundo, es toda una experiencia. ¡°Tenemos un poquito de todo, pero en peque?ito. Esto es como un mini-Londres¡±, asegura entre risas Gail Francis-Tiron, de la oficina de turismo de Gibraltar.
9.00 ?Churros o beans?
En su af¨¢n por tener de todo, Gibraltar cuenta hasta con un jard¨ªn de aire ingl¨¦s del siglo XIX, la Alameda (1). Un buen lugar para arrancar la ruta, rodeados de plantas y animales ex¨®ticos rescatados de barcos y domicilios particulares. Se pueden cargar las pilas para la caminata que viene en Piccadilly Garden Bar (2), un local donde lo mismo se degustan un desayuno ingl¨¦s que unos churros famosos entre los gibraltare?os.
10.00 Un mirador de cristal
El pe?¨®n de Gibraltar (3) es tan alto como parece desde abajo, 426 metros tiene su cima. Se puede subir en taxi, pero la forma m¨¢s original es recurrir al telef¨¦rico Cable Car, que sube a la parte alta en apenas seis minutos (entrada y acceso al parque natural, 28 libras, unos 30 euros). En el Pe?¨®n no hay que perderse el Skywalk (4), una impresionante estructura con suelo de cristal en la que se pueden apreciar dos mares, Atl¨¢ntico y Mediterr¨¢neo; dos continentes, Europa y ?frica, y uno de los estrechos m¨¢s importantes del mundo para el tr¨¢fico de mercanc¨ªas.
11.00 En las entra?as del Pe?¨®n
Las leyendas que circulan sobre el Pe?¨®n son ciertas; su interior est¨¢ recorrido por m¨¢s de 50 kil¨®metros de t¨²neles. Una de sus oquedades m¨¢s famosas es natural: las estalagmitas y estalactitas de la cueva de San Miguel (5), formadas hace miles de a?os y que sirven hoy como auditorio. Desde ah¨ª, y tras pasar por el puente colgante de Windsor (6) y toparse con varios monos de Berber¨ªa ¡ªest¨¢ prohibido tocarlos¡ª, se llega caminando a los T¨²neles del Gran Asedio (7), excavados en la roca caliza durante el sitio a la ciudad de espa?oles y franceses desde 1779 hasta 1783.
13.30? Castillo merin¨ª
Poco patrimonio queda en Gibraltar anterior a su declaraci¨®n oficial como colonia brit¨¢nica en 1713. Una de esas huellas son los restos del castillo de los Moros (8), ejemplo ¨²nico de construcci¨®n de la dinast¨ªa merin¨ª, levantado en el siglo VIII y hoy s¨ªmbolo reconocible del Pe?¨®n. Aunque no es visitable, queda cerca del camino que desciende a Castle Street, una pintoresca v¨ªa llena de escaleras donde se encuentra el restaurante The Kasbar (9). Deliciosos platos veganos internacionales ¡ªquesadillas, humus o sabrosas hamburguesas¡ª componen su variada carta.
14.30 Eclecticismo urbano
Balcones y contraventanas de aires italianos, azulejos con impronta portuguesa, rejas de inspiraci¨®n inglesa y cabinas rojas a lo british. Perderse por su casco hist¨®rico ¡ªConvent Place (10), hoy sede del Gobierno, es buen inicio¡ª supone encontrarse con una suerte de parque tem¨¢tico multicultural. ¡°Es una fusi¨®n entre lo brit¨¢nico y lo mediterr¨¢neo¡±, asegura Francis-Tiron. Sus estrechas calles y altos edificios, tanto hist¨®ricos como modernos, delatan la escasa superficie que tiene Gibraltar para construir ¡ªapenas unos siete kil¨®metros cuadrados, algunos ganados al mar¡ª.
16.00 Pasado prehist¨®rico
El car¨¢cter multicultural de los gibraltare?os se manifiesta m¨¢s all¨¢ de su ingl¨¦s chapurreado de andaluz. En pocos pasos hay una catedral cat¨®lica ¡ª?Santa Mar¨ªa la Coronada, construida sobre una antigua mezquita¡ª, una anglicana ¡ªla Trinidad, de estilo neomud¨¦jar¡ª, varias sinagogas y hasta un templo metodista. El Museo Nacional de Gibraltar?(11) explica bien esta multiculturalidad, labrada a lo largo de una ocupaci¨®n humana que arranca con los neandertales hace 120.000 a?os. El espacio sirve como centro de interpretaci¨®n de las cuevas de Gorham, patrimonio mundial de la Unesco, pero no visitables.
17.00 Oda consumista
El momento compras se concentra en Main Street (12), la calle principal. Joyas, ropa, decoraci¨®n, productos de parafarmacia o de alimentaci¨®n deslumbran en los escaparates de esta calle que arranca en la ic¨®nica Casemates Square (13). Aunque si hay algo demandado son sus estancos y licorer¨ªas, con precios m¨¢s econ¨®micos que en Espa?a (eso s¨ª, solo se puede cruzar la frontera con un cart¨®n de tabaco y una botella de licor).
19.00 Ciclorruta vespertina
Antes de que el sol se ponga, conviene circunvalar el Pe?¨®n para contemplar su costa al atardecer. Esta ruta se puede acordar con un taxista o se puede alquilar una bici el¨¦ctrica en EBike Rental (medio d¨ªa, 38 euros). En el paseo aguardan sorpresas como la playa de La Caleta (14), en Catalan Bay, cuajada de antiguas casas de colores de genoveses. O el faro de Punta Europa (15), cuyas l¨ªneas blancas y rojas se erigen desde 1841 en el extremo sur del Pe?¨®n.
20.00 Noche de casino y hotel flotante
La ruta por la costa puede acabar a las puertas de Ocean Village (16), ejemplo de la nueva arquitectura gibraltare?a: altos edificios de hierro y cristal en terrenos ganados al mar. La zona est¨¢ repleta de locales de ocio, aunque destaca el Sunborn Gibraltar?(17), ¨²nico cinco estrellas de la ciudad radicado en un lujoso yate de impresionantes suites, spa y vistas a la bah¨ªa de Algeciras. La cena en su restaurante de la ¨²ltima planta ¡ªmuy recomendables sus carnes a la brasa o sus ensaladas¡ª puede ser a¨²n m¨¢s completa con una noche de casino en el mismo barco o en el cercano Admiral. Porque en este singular parque tem¨¢tico llamado Gibraltar todo es posible, hasta viajar a Las Vegas sin moverse del Estrecho.
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