Castillo de Soutomaior, un palacio para la ciencia
La fortaleza pontevedresa y su jard¨ªn hist¨®rico, con ¨¢rboles centenarios y 25 especies de camelias, en una ruta gallega de turismo cient¨ªfico
El interior de la r¨ªa de Vigo esconde un castillo que sorprende por la belleza y conservaci¨®n de su estructura, pero sobre todo por el parque bot¨¢nico que lo abraza. Vi?edos, camelias y ¨¢rboles singulares conviven con esta fortaleza, una de las pocas que sobrevivi¨® a las guerras medievales en Galicia. Este lugar, el castillo de Soutomaior, situado unos a 15 kil¨®metros al sur de Pontevedra, acaba de ser distinguido como destino de turismo cient¨ªfico, un sello concedido por la plataforma Observer, que destaca su jard¨ªn hist¨®rico y las actividades cient¨ªficas y divulgativas que aqu¨ª tienen lugar.
Puede sorprender que un castillo se haya convertido en destino de turismo cient¨ªfico, pero conociendo su historia y su riqueza vegetal queda explicado. Mitad fortaleza, mitad palacio neog¨®tico, la conservaci¨®n de este espacio es excelente, debido en parte a una peque?a trampa temporal: aunque su puente levadizo y otros elementos arquitect¨®nicos hacen pensar en ¨¦pocas remotas, parte de su estructura pertenece al siglo XIX. Eso s¨ª, su historia se remonta al siglo XII, cuando el rey Alfonso VII cede al se?or Paio M¨¦ndez Sorrede un soto (souto, en gallego). Sorrede presume entonces de tener el souto mayor de la zona, dando lugar al nombre con el que hoy se conoce al castillo, al municipio pontevedr¨¦s donde se encuentra y que adem¨¢s pas¨® a ser tambi¨¦n apellido.
M¨¢s tarde, en el siglo XV, Pedro ?lvarez de Soutomaior, conocido como Pedro Madruga, uno de los personajes m¨¢s relevantes de la historia gallega, se convirti¨® en se?or del castillo. Este noble fue uno de los grandes protagonistas de las guerras Irmandi?as, una serie de revueltas campesinas en la segunda mitad del siglo XV contra la explotaci¨®n feudal que llevaron a la destrucci¨®n de la mayor¨ªa de las fortalezas de la ¨¦poca. Madruga, que era hijo bastardo y ten¨ªa una relaci¨®n tirante con la Iglesia, aprovech¨® esta guerra para reagrupar a los nobles, derrotar a los irmandi?os y erigirse como figura clave. Cuenta una leyenda que Pedro Madruga tuvo una segunda vida como Crist¨®bal Col¨®n y que en Soutomaior se guardaban grandes tesoros de las Am¨¦ricas.
En el siglo XIX el castillo muta de fortaleza a palacio gracias a que Antonio Aguilar y Correa, marqu¨¦s de Vega de Armijo, quien llegar¨ªa a ser presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII, estableci¨® aqu¨ª su residencia. A?ade a la arquitectura una bella galer¨ªa, que hoy es insignia del castillo, y da comienzo a un exuberante jard¨ªn. Aqu¨ª vivir¨¢ tambi¨¦n su sobrina, Mar¨ªa Vinyals, conocida como la Marquesa Roja por sus ideas progresistas, especialmente centradas en el movimiento feminista. Tambi¨¦n su segundo marido, el doctor Lluria, quien instaurar¨ªa el primer sanatorio de Galicia, dedicado a las enfermedades urol¨®gicas.
En la d¨¦cada de 1980, la Diputaci¨®n de Pontevedra se hizo cargo tanto del castillo como de sus 25 hect¨¢reas de terreno, haci¨¦ndolos accesible al p¨²blico, por libre o con visitas guiadas (horarios y tarifas en castelodesoutomaior.com). Sus jardines albergan algunos de los ¨¢rboles m¨¢s singulares de la comunidad, aportando valor cient¨ªfico y paisaj¨ªstico al lugar. As¨ª, se puede contemplar una araucaria araucana ¡ªpino patag¨®nico, natural de Chile ¡ªque tiene entre 120 y 150 a?os de antig¨¹edad; una secuoya roja de la misma edad; una cryptomeria o cedro jap¨®nico con una cavidad en su base en la que cabe un hombre de pie; un ocote o pino mexicano, un pinsapo y una camelia de 18 troncos, la mayor de la regi¨®n.
Tres destinos con sello Observer
Los enclaves reconocidos por la plataforma Observer destacan por sus vinculaciones cient¨ªficas. Adem¨¢s de Soutomaior, Galicia cuenta con algunos ejemplos m¨¢s.
Cova del Rei Cintolo. Ubicada en Mondo?edo (Lugo), es la gruta caliza m¨¢s grande de la comunidad, con 6.500 metros de longitud y 75 de desnivel. El agua discurre formando lagos en su interior y es apreciada por los espele¨®logos ya que preserva su naturalidad. Se accede solo con gu¨ªa (+34 982 50 71 77).
Corrubedo. Este parque natural y complejo dunar en Ribeira (A Coru?a) destaca por la biodiversidad de su ecosistema, formado por un proceso que se inici¨® hace 15.000 a?os y a¨²n no ha cesado. Las corrientes atl¨¢nticas moldean un cord¨®n arenoso que, junto a los humedales, protegen una gran diversidad vegetal y animal, especialmente de aves migratorias.
Sierra de Manzaneda. Estas suaves monta?as que rozan los 1.800 metros en Ourense tienen su origen en la Era Primaria. Los glaciares que aqu¨ª se erigieron dejaron sus huellas en los circos de As Lamas o San L¨¢zaro. La sierra ofrece caminatas entre ¨¢guilas reales, cascadas y plantas end¨¦micas.
Vergeles muy florales
La Sociedad Internacional de la Camelia nombr¨® a Soutomaior Jard¨ªn de Excelencia Internacional gracias a los m¨¢s de 400 ejemplares de 25 especies distintas que atesora. No es el ¨²nico espacio de las R¨ªas Baixas con este certificado. El clima ha convertido a Galicia en un referente internacional de las camelias. Especie originaria de China y Jap¨®n, llegaron a tierras gallegas en el siglo XVIII para adornar los pazos y casas se?oriales y se adaptaron de tal manera que han sido adoptadas como si se tratase de una planta aut¨®ctona. Florecen en invierno, con lo que son un reclamo para los paseos entre diciembre y febrero, aunque algunas especies comienzan a mostrar sus colores ya en noviembre. El pazo de Louriz¨¢n, junto a la ciudad de Pontevedra; el de Qui?ones de Le¨®n, en Vigo, o el pazo de Oca, ubicado en A Estrada y conocido como el Versalles gallego, forman parte de esta elegante ruta internacional que sumerge al viajero en majestuosos paseos.
La riqueza floral de Soutomaior est¨¢ resguardada por la Estaci¨®n Fitopatol¨®gica de Areeiro, un centro de investigaci¨®n especializado en el control de plagas y en el mantenimiento de la diversidad de ¨¢rboles frutales y ornamentales. Poseen varios proyectos en marcha para estudiar el comportamiento y adaptaci¨®n de algunas especies, as¨ª como un banco de germoplasma, destinado a garantizar la conservaci¨®n de la biodiversidad gen¨¦tica de plantas y ¨¢rboles.
Todas estas condiciones hist¨®ricas, bot¨¢nicas, de investigaci¨®n y tambi¨¦n de divulgaci¨®n, a trav¨¦s de rutas guiadas y participaci¨®n en publicaciones cient¨ªficas, han llevado al castillo a ser reconocido con el sello de calidad en Turismo Cient¨ªfico por Observer. Esta plataforma promueve la cultura tur¨ªstica respetuosa con los espacios naturales, con especial atenci¨®n a la difusi¨®n del conocimiento cient¨ªfico. Sus auditores han tenido en cuenta m¨¢s de un centenar de requisitos, entre los que se encuentran una gesti¨®n sostenible, proyectos cient¨ªficos asociados al espacio, protocolos de bioseguridad o informaci¨®n disponible para el viajero. Adem¨¢s, este sello viene aparejado con una formaci¨®n espec¨ªfica de las gu¨ªas tur¨ªsticas del lugar y la creaci¨®n de contenidos de turismo cient¨ªfico y sostenible en torno al castillo.
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