Gran Hotel Las Fuentes, primera l¨ªnea de playa y ¡®spa¡¯ en la Costa del Azahar

Las ganas de verano se acrecientan m¨¢s cuando los hoteles mediterr¨¢neos animan a los veraneantes con ofertas antes desacostumbradas. Y en primera l¨ªnea de playa, como este Gran Hotel Las Fuentes, que desde hace d¨¦cadas constituye una de las grandes referencias de la Costa del Azahar. Su ¨²ltima reforma, en 2018, le a?adi¨® luminosidad, colores vivos, mobiliario alegre, la inefable piscina de horizonte infinito y una singularidad incorporada de momento a algunas habitaciones superiores: una ventana con vidrio conmutable transl¨²cido/transparente que permite a quien ocupe el ba?o mantener su privacidad o mirar al mar con solo apretar un bot¨®n.

Antes de todo esto, el hotel fue construido en una zona de manantiales de agua dulce que surgen en la playa, de ah¨ª su nombre. Las instalaciones balnearias, tambi¨¦n renovadas, est¨¢n abiertas incluso para ni?os mayores de 12 a?os, siempre que vayan acompa?ados de un adulto. Junto a la piscina interior, con dos cuellos de cisne, cascada de agua y volc¨¢n, se ofrecen tres camas de aire, diez asientos de hidromasaje, dos tumbonas de aire-agua, un pediluvio, una sauna, un ba?o turco y una sala de refrigerium (un must de la experiencia termal). Siempre con arreglo a las restricciones del momento actual.

El resto de las instalaciones cumple con el programa de diversi¨®n que cada familia busque. Adem¨¢s de salones varios, bares tambi¨¦n varios y un comedor de buf¨¦ autoservicio, el club Tropical asegura espect¨¢culos nocturnos de m¨²sica y baile. A veces, la algarab¨ªa infantil resta seriedad a los eventos, pero esto es lo que viene buscando en verano la mayor¨ªa de la clientela.

Mientras ellos disfrutan en el Fanty Club al cargo de monitores ¡ªse organizan clases de dibujo, manualidades, representaciones teatrales, etc¨¦tera¡ª, los adultos pueden escaquearse un rato saliendo a la playa por el acceso privado del hotel, seguir a la izquierda hasta el faro y quiz¨¢ caminar hasta Pe?¨ªscola. O ascender por un sendero hasta la ermita de Santa Luc¨ªa, de finales del siglo XVII. M¨¢s que para admirar su barroquismo mediterr¨¢neo, para mirar hacia el mar y atisbar en d¨ªas claros las islas Columbretes, una de las reservas naturales con mayor inter¨¦s ecol¨®gico del Mediterr¨¢neo.