Jaca, entre rom¨¢nico y modernismo
La catedral de San Pedro, su imponente Ciudadela, el moderno Ensanche y dos imprescindibles cercanos, el monasterio de San Juan de la Pe?a y la estaci¨®n de Canfranc
La muy noble, muy leal y muy vencedora Jaca podr¨ªa pasar por un fort¨ªn enclavado en el basti¨®n de los Pirineos. Todo en sus calles destila el car¨¢cter defensivo de una localidad fronteriza que se ha pasado los siglos eligiendo bandos. Fue primera capital del Reino de Arag¨®n, cuenta con la que apunta a ser la primera catedral rom¨¢nica de Espa?a y hay quien presume de que all¨ª se inici¨® el germen de la Rep¨²blica. Su ubicaci¨®n ha sido codiciada por muchos y de ese anhelo nace su insigne Ciudadela, cuya onda pentagonal domina una ciudad orgullosa y hospitalaria.
9.00. Dulce desayuno jaqu¨¦s
Desayunar unos lazos de Jaca es el imprescindible bautizo jaqu¨¦s. Estos postres de hojaldre de mantequilla y yema confitada son la especialidad de la pasteler¨ªa La Suiza (Mayor, 40) (1), que elige los nombres de sus dulces creaciones en funci¨®n de los accidentes geogr¨¢ficos de la zona de Huesca.
10.00. Hogar de ciervos
En un corto paseo se llega a la impresionante Ciudadela (2). Comenz¨® a construirse en 1592 y se conserva pr¨¢cticamente intacta, aunque su foso ya no tiene agua sino una nutrida familia de ciervos que habita aqu¨ª desde hace casi medio siglo. El acceso a la fortificaci¨®n, cruzando el puente de tres arcos que enlaza con el levadizo, ya presagia que aqu¨ª se alza uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar de la ¨¦poca: sus muros bajos preparados para la artiller¨ªa, sus ubicaciones para ca?ones y su curiosa forma pentagonal protegida por sus cinco baluartes. Acoge el Museo de Miniaturas Militares y ambos recintos pueden visitarse por libre, en una ruta guiada o con una teatralizada que se remonta a cuando Felipe II orden¨® levantar la fortaleza.
11.00. Del templo a la Torre de la C¨¢rcel
Jaca sobresale por ser cuna del rom¨¢nico con la catedral de San Pedro (3), aunque luce menos de lo que deber¨ªa al estar encajonada entre las estrechas calles del centro. Esto se soluciona entrando en el templo y dej¨¢ndose impresionar por la magnitud de sus tres naves de cinco tramos con sus cinco ¨¢bsides. Es tambi¨¦n sede del Museo Diocesano, dedicado al rom¨¢nico, y guarda un precioso fresco que resume el catecismo en im¨¢genes. En unos 200 metros se llega al Ayuntamiento (Mayor, 24) (4), con su gran portada de estilo plateresco y en cuyo patio interior est¨¢ expuesta la campana de la vecina Torre del Reloj?(5), tambi¨¦n conocida como Torre de la C¨¢rcel por ser ese su cometido en diversos momentos. En 1599, el Consistorio quiso instalar en ella este reloj-campanario civil (en contraposici¨®n al religioso de la catedral).
13.00. Fachadas ornamentadas
Con el derribo en 1915 de la muralla medieval, nace el Ensanche y el modernismo hace su aparici¨®n en la ciudad aragonesa. Algo evidente en un tranquilo paseo por la avenida Primer Viernes de Mayo (6), donde se encuentra la Casa Borau (en el n¨²mero 5), con sus impresionantes molduras, y la emblem¨¢tica Casa La Rubia (en el 7), inspirada en la Casa de les Punxes barcelonesa y uno de los m¨¢s bellos edificios modernistas de Jaca. El recorrido contin¨²a en la cercana calle Mayor (7), donde, en el n¨²mero 32, puede apreciarse el colorido estilo nazar¨ª de una fachada inspirada en la Alhambra o las ventanas decoradas con curiosas formas casi micol¨®gicas que esperan en el 34. Para completar la ruta, conviene observar los motivos florales y animalistas de la fachada del palacete del Marqu¨¦s de la Cadena as¨ª como el impresionante mirador del antiguo seminario diocesano, en el paseo de la Constituci¨®n (8).
14.00. Tapas o mesa y mantel
Llegada la hora de comer, se puede optar por un tradicional plan de tapas que incluya los rodolfitos (langostinos con salsa) de La Tasca de Ana (9); las cazuelitas de Marbor¨¦ (Ram¨®n y Cajal, 5) (10); los caracoles de Casa Fau (plaza de la Catedral, 3) (11), o las terrinas de foie del Lilium (Primer Viernes de Mayo, 8) (12). Si se busca algo m¨¢s contundente, el Cobarcho (13) cuenta con una de esas cartas que avisa de una larga sobremesa: migas, canelones rellenos de carrillera, chulet¨®n, paletilla de cordero, rodaballo o dorada salvaje a la brasa.
16.30. Un claustro bajo la roca
A media hora de Jaca se encuentra el imprescindible monasterio de San Juan de la Pe?a (14). De camino, puede pararse en el pueblo de Santa Cruz de la Ser¨®s y contemplar las austeras y solemnes iglesias de San Caprasio y Santa Mar¨ªa. Una vez en el viejo monasterio se est¨¢ en el que fue el primer pante¨®n real de Arag¨®n, resguardado bajo la inmensa piedra que le da nombre. Contiene, entre otras, una iglesia prerrom¨¢nica, una capilla g¨®tica y un claustro rom¨¢nico exterior en el que la roca en bruto sirve de techumbre. Su magnetismo es tal que son m¨²ltiples las leyendas que le relacionan con la guarda y custodia del Santo Grial.
18.30. Un viaje en tren teatralizado
Otra visita cercana es la elegante estaci¨®n internacional de Canfranc (15), considerada una de las m¨¢s bellas de Espa?a. A unos 20 minutos al norte de Jaca y a 1.194 metros de altitud, se construy¨® a principios del siglo XX para unir Espa?a y Francia y cuenta con unas dimensiones impresionantes: 241 metros de longitud y 75 puertas en cada uno de sus lados. Para conocer su interior se debe concertar una visita guiada, y en julio y agosto habr¨¢ trayectos en tren teatralizados desde Jaca a Canfranc en los que se representar¨¢ Volver a Canfranc, la novela de Rosario Raro ambientada en la II Guerra Mundial.
21.00. Paseo nocturno
De vuelta a la ciudad, Las 3 Ranas (Salud, 10) (16) tiene una bonita terraza en la que disfrutar de la exquisita presentaci¨®n y los atractivos sabores de una carta llena de aciertos. Adem¨¢s, su c¨¦ntrica ubicaci¨®n permite un tranquilo paseo nocturno por Jaca, preciosamente iluminada, para contemplar que las fortalezas tambi¨¦n duermen.
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