Estas monta?as rusas se recorren a pie

Normalmente, las monta?as rusas se disfrutan ¡ªo se sufren¡ª de forma pasiva. Uno paga, hace una cola infernal, se monta en la atracci¨®n de turno y espera a que su asiento salga disparado para chillar y temerse (subid¨®n de adrenalina mediante) lo peor durante unos breves minutos. Y vuelta a empezar. Los arquitectos alemanes Heike Mutter y Ulrich Genth tienen una idea diferente de las monta?as rusas. Las suyas se pueden recorrer caminando. Y eso lo cambia todo.

Las hace p¨²blicas, gratuitas. Las convierte en atracciones activas, pues requieren de la participaci¨®n del paseante, que ya no se limita a sentarse y chillar. Les da un ritmo pausado, permitiendo disfrutar de la visi¨®n que les rodea. Las hace ¨²nicas. ¡°Nos preocupamos por crear una experiencia positiva y, al mismo tiempo, transformar este s¨ªmbolo de diversi¨®n y velocidad en algo m¨¢s¡±, explica Genth por correo electr¨®nico.

En 2011, el d¨²o dio forma a su primera monta?a rusa. Tiger and Turtle - Magic Mountain se encuentra en la localidad alemana de Duisburgo. Est¨¢ realizada en acero y alcanza los 21 metros, aunque la sensaci¨®n de altura es mucho mayor, pues se ubica en la cima de una colina, a las afueras de la ciudad. Tiene un total de 349 escalones y 800 luces led que la iluminan por la noche, creando una obra resplandeciente de formas sinuosas.

En poco tiempo, el monumento se ha convertido en ic¨®nico. Ayuda su fotogenia y la idea loca de una monta?a rusa que se debe recorrer a pie. Pero tambi¨¦n algo mucho m¨¢s dif¨ªcil de explicar con im¨¢genes o palabras: la sensaci¨®n de estar andando por una estructura cuyas curvas la convierten, a pesar del fr¨ªo acero, en un elemento org¨¢nico, que cambia a cada paso. ¡°Al recorrer la pista, uno experimenta cambios en la perspectiva simult¨¢neamente con el propio movimiento¡±, se?ala el arquitecto, ¡°y la forma de la escultura en s¨ª es dif¨ªcil de entender, pues parece modificarse mientras uno camina¡±.

Tanto Mutter como Genth fueron a visitar su monta?a rusa para ver la reacci¨®n de la gente. Pasaron una ma?ana al sol, observando a los vecinos de la zona escalar su obra. Hubo un punto concreto que llam¨® su atenci¨®n. Un momento en el que el pasillo hace un loop de 360 grados y gira sobre s¨ª mismo, en un movimiento bastante com¨²n en las monta?as rusas cl¨¢sicas pero imposible de realizar a pie. ¡°Algunas personas se molestan en el momento exacto en el que se dan cuenta de que tienen que dar la vuelta¡±, reconoce Genth. Pero ellos se muestran contentos y orgullosos de esa decisi¨®n. ¡°Hicimos el bucle infranqueable intencionalmente, elev¨¢ndolo a un momento de a?oranza, de forma que hay una parte de la monta?a que solo puede completarse en la imaginaci¨®n¡±.

Hay, adem¨¢s, un motivo pr¨¢ctico. El loop podr¨ªa haber sido transitable con la ayuda de un arn¨¦s o alg¨²n otro mecanismo, pero ellos quer¨ªan un lugar de acceso gratuito y que pudiera visitarse de forma segura las 24 horas del d¨ªa. Su intenci¨®n era que la atracci¨®n pudiera ser visitada por todos los vecinos de Duisburgo. Porque la monta?a tiene un significado especial para esta ciudad. Hoy es un parque, pero el lugar donde se alza Tiger and Turtle - Magic Mountain era un basurero de escoria. El acero de su estructura se fabricaba no muy lejos de aqu¨ª.

Duisburgo es una ciudad industrial depauperada en plena reconversi¨®n. Las chimeneas humeantes, los altos hornos, las acer¨ªas y las minas de carb¨®n la convirtieron en una de las grandes concentraciones urbanas de Europa. Ahora muchas de esas f¨¢bricas se est¨¢n cerrando (aunque la regi¨®n mantiene la mayor densidad de autopistas del continente) y la ciudad, en decrecimiento econ¨®mico y de poblaci¨®n, est¨¢ buscando una nueva identidad. ¡°Quer¨ªamos referirnos al cambio estructural tratando el tema de desacelerar y al mismo tiempo crear calidad de vida, as¨ª surgi¨® la idea con la monta?a rusa transitable¡±, se?ala Genth. El arquitecto destaca c¨®mo las impresionantes vistas desde su monta?a, que dan al ¨¢rea industrial, ¡°animan a las personas a involucrarse con su propia regi¨®n¡±.

Los motivos son diferentes, pero el resultado, a miles de kil¨®metros de Duisburgo, es muy similar. La segunda monta?a rusa de esta dupla de arquitectos ha llegado una d¨¦cada despu¨¦s y se llama Space Walk Hwanho Park. Se encuentra en Pohang, en Corea del Sur, y se alza imponente entre las colinas boscosas del parque Hwanho, al norte de la ciudad. Construida en acero galvanizado y acero inoxidable, es una cinta met¨¢lica de 333 metros que serpentea sobre pilares de hormig¨®n, llegando a triplicar la altura de su hermana menor: alcanza los 70 metros. Es m¨¢s grande, m¨¢s ambiciosa, m¨¢s imponente.

Pero lo que la hace especial no son sus dimensiones, sino algo que tiene en com¨²n con Tiger and Turtle: la capacidad para convertir a los paseantes en ni?os, de crear un di¨¢logo con la ciudad y repensar sus espacios naturales. Puede que ambas monta?as se hayan convertido en un excelente reclamo tur¨ªstico, pero las dos han sido creadas, en primera instancia, para los vecinos. Podr¨ªan cobrar una entrada, haberse alzado en el centro urbano, en lugares m¨¢s accesibles para el visitante. Pero han decidido abrir sus puertas para que cualquiera las pueda escalar.

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