24 horas en Arenas de San Pedro tras la Triste Condesa y el chulet¨®n m¨¢s rico

Algo tiene el vino cuando lo bendicen. Y el agua. Y Arenas de San Pedro. A este municipio en el sur de la provincia de ?vila lo han bendecido, con su presencia, el franciscano san Pedro de Alc¨¢ntara, el infante Luis de Borb¨®n y Farnesio, protector de Goya, y Juana de Pimentel, conocida como la Triste Condesa.

En este recorrido vamos a ver las piedras que los recuerdan: un convento, un palacio y un castillo. Muchas piedras. Pero tambi¨¦n veremos cuevas, altas monta?as y uno de los cielos m¨¢s limpios y estrellados que se pueden disfrutar en Espa?a.

9.00 Blanco y con vistas: Guisando

Una buena idea, antes de que abran los monumentos, es ver c¨®mo el primer sol ilumina el paisaje del alto Ti¨¦tar, la comarca de la que es capital Arenas de San Pedro. Para ello hay un mirador excepcional a cinco kil¨®metros de la villa, monte arriba, en la escarpada solana de Gredos. All¨ª est¨¢ Guisando (1), ¡°quiz¨¢ el pueblecito de m¨¢s bellas vistas de toda Espa?a¡±, tal y como dijo Camilo Jos¨¦ Cela.

Quiz¨¢ sea tambi¨¦n el pueblecito m¨¢s bello de ?vila. Sus casas muy blancas y api?adas, m¨¢s que un lugar de Gredos, recuerdan a Frigiliana o a cualquiera de las relucientes poblaciones de la Axarqu¨ªa malague?a. Un itinerario peatonal se?alizado con letreros de cer¨¢mica recorre nueve conjuntos pintorescos de Guisando. Desde el aparcamiento del Nogal del Barranco, los monta?eros suben en tres horas al refugio Victory y en cuatro a La Mira, bordeando los afilad¨ªsimos Galayos. Un paseo m¨¢s sencillo, apto para todos, de media hora de duraci¨®n y nulo desnivel, es la senda del Puesto de Cabreros

10.00 Santuario de San Pedro de Alc¨¢ntara

Otro paseo que no tiene ninguna dificultad es el camino de tres kil¨®metros que va de Arenas de San Pedro al santuario de San Pedro de Alc¨¢ntara (2), el ¨²ltimo convento que fund¨® el santo extreme?o, en 1561. Juan de Garavito y Vilela de Sanabria se llamaba antes de ser canonizado este fraile franciscano que fue amigo y consejero de Teresa de Jes¨²s, y tan andariego como ella, y eso que siempre iba descalzo. Est¨¢ enterrado en la Capilla Real, una lujosa obra del siglo XVIII dise?ada por Ventura Rodr¨ªguez y ornamentada por Sabatini. Pero tan andar¨ªn como era, seguro que hubiera preferido yacer al pie de cualquiera de los altos robles y casta?os que asombran el mentado camino, que hoy es paseo habitual de muchos arenenses. Tambi¨¦n se puede ir al santuario en coche, claro. Al inicio del camino se halla El Retiro de San Pedro (3), que es buen lugar para comer y/o alojarse.

12.00 Castillo, palacio y campanario

Hay dos monumentos que hay que visitar en Arenas de San Pedro s¨ª o s¨ª. Estos son el castillo de estilo g¨®tico del Condestable D¨¢valos (4) donde vivi¨®, muy afligida, la viuda de ?lvaro de Luna, Juana de Pimentel, que firmaba sus cartas como la Triste Condesa. La otra visita es el palacio de la Mosquera (5), que Ventura Rodr¨ªguez dise?¨® en 1779 para el infante Luis de Borb¨®n, quien entretuvo su largo destierro de la corte madrile?a con la compa?¨ªa de Goya, Boccherini y Jovellanos.

El castillo, el palacio y la poblaci¨®n entera como mejor se ven es desde los 40 metros de altura de la torre de la iglesia parroquial (6). Tambi¨¦n se ven, divinamente, los montes de Gredos que amurallan la villa por el norte, incluidos los Galayos y La Mira. Para disfrutar del panorama, solo hay que subir una escalera de caracol de 73 pelda?os y otra de 92.

14.30 Tortillas o chulet¨®n

A dos calles del castillo hay un excelente lugar para picar algo, La Bodeguilla de Cuco (7). Son famosas sus tortillas de patata. Las hacen vegetales, de queso con pimientos, con beicon y cebolla caramelizada¡­ Si uno prefiere sentarse en un restaurante, la opci¨®n es ir a El Sur de Gredos (8). Su chulet¨®n de ?vila es el plato estrella, aunque tampoco est¨¢n mal las croquetas de boletus y cecina y las piruletas de gamba y pi?a. Los postres son sobresalientes y la atenci¨®n, inmejorable. Piquemos lo que piquemos y comamos donde comamos, la mejor idea es dejar un hueco en el est¨®mago para los dulces que elaboran en la pasteler¨ªa Delicias Gredos (9): perrunillas, mantecados, palmeritas de chocolate, toledanos, hojaldres, pastas de mazap¨¢n¡­

18.00 Cuevas del ?guila

El 24 de diciembre de 1963, cinco chicos que andaban cazando pajaritos en el cerro de Romperropas, en Ramacasta?as, una pedan¨ªa de Arenas de San Pedro, vieron c¨®mo sal¨ªa vapor de un agujero y, al meterse a rastras por ¨¦l, descubrieron las cuevas del ?guila (10), donde hac¨ªa ¡ªy siempre hace¡ª 17 grados, una temperatura suficientemente c¨¢lida para producir en invierno aquel extra?o aliento. Cinco horas tardaron en encontrar de nuevo la salida, porque la gruta es gigantesca: solo la sala principal, la que hoy se visita, mide 10.000 metros cuadrados, como la catedral de Mil¨¢n. ?Menuda Nochebuena de infarto pasaron los chavales, perdidos en la inmensa oscuridad! ?Y menudo regalo de Navidad les hicieron a sus vecinos y al mundo entero!

Gracias a su tard¨ªo descubrimiento, las cuevas del ?guila no han sufrido el saqueo de varias generaciones de exploradores sin escr¨²pulos, algo habitual en la mayor¨ªa de las grutas. De hecho, est¨¢n como nuevas, y si alguna estalactita o estalagmita aparece rota o derribada la culpa no es de ning¨²n gamberro, sino de alg¨²n terremoto. El agua ha labrado sus formaciones calizas, gota a gota, durante 14 millones de a?os. Los hombres hemos irrumpido en el ¨²ltimo momento, hace 59 a?os, y no hemos tocado nada.

21.00 Cena en El Marquesito

A tope se suele poner (o sea, que hay que reservar) El Marquesito (11), un restaurante de decoraci¨®n coqueta y alegre y cocina casera a precios muy razonables. Es insuperable su lasa?a; y muy rico, el chulet¨®n. ?Nos caemos de sue?o ya?

Dos casas hist¨®ricas, donde dormiremos a pierna suelta, son la Posada de la Triste Condesa (12), que est¨¢ a solo cien metros del castillo, y El Canchal (13), en la antigua juder¨ªa. Pero vale la pena trasnochar un poco. El cielo sobre Gredos est¨¢ reconocido como reserva Starlight. Para verlo, lo mejor es dirigirse al mirador Estelar de Arenas de San Pedro (14), en el monte El Berrocal. No tiene p¨¦rdida (aparece en Google Maps). Qu¨¦ curioso: haber estado hace un rato bajo tierra y acabar el viaje en las estrellas.

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