En marcha por la Ruta del Rueda, mucho m¨¢s que vino

La conocida como la Ruta del Vino de Rueda no es solo Rueda y su conocido vino blanco de uva verdejo. Es mucho m¨¢s que una ruta enol¨®gica y un lugar concreto: es un viaje por el tiempo y el espacio de buena parte de Castilla y Le¨®n. Este recorre las provincias de ?vila, Segovia y Valladolid; acoge 46 monumentos declarados bienes de inter¨¦s cultural y ofrece interesantes espacios en los que poder disfrutar de la flora y fauna de la zona, adem¨¢s de practicar toda clase de actividades en la naturaleza.

Para empezar, el vino

La ruta agrupa treinta bodegas y vi?edos visitables, unas aut¨¦nticamente tradicionales y otras rabiosamente modernas, y un notable patrimonio gastron¨®mico para disfrutar de los platos de la cocina castellana de siempre o de las m¨¢s vanguardistas creaciones culinarias. La Ruta del Vino de Rueda la integran e impulsan 150 socios entre bodegas, restaurantes, alojamientos singulares, productores artesanos¡­ todos apoyados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que busca fomentar el turismo de calidad en parte de esa Espa?a vaciada que, sobre todo, es una Espa?a por descubrir.

Los itinerarios posibles son muchos. Nosotros en esta ocasi¨®n iniciaremos el recorrido visitando una de las bodegas m¨¢s emblem¨¢ticas de esta denominaci¨®n de origen: Bodegas Campo El¨ªseo, en La Seca (Valladolid), un pueblo que, como muchos otros de la zona, es un verdadero hormiguero, pues est¨¢ perforado por decenas de kil¨®metros de galer¨ªas y cuevas naturales utilizadas durante siglos como almacenes, despensas y tambi¨¦n, claro est¨¢, como bodegas. Campo El¨ªseo es un proyecto de los reconocidos en¨®logos Fran?ois Lurton y Danny y Michel Rolland. Est¨¢ situada en una casa solariega del siglo XVIII que esconde un d¨¦dalo de t¨²neles y pasadizos escavados a diez metros bajo tierra donde se elaboran y reposan algunos de sus mejores vinos. Francisco Gonz¨¢lez, director de recepci¨®n de Campo Eliseo, nos ilustra sobre la introducci¨®n de la uva verdejo en Espa?a, algo que se produjo en el siglo XI procedente del norte de ?frica. Tambi¨¦n nos cuenta que en los ¨²ltimos 30 o 40 a?os ha habido un cambio tremendo en la elaboraci¨®n t¨¦cnica de los vinos, aunque apostilla: ¡°Los vinos lo que requieren, m¨¢s que t¨¦cnica, es paciencia¡±.

La idea general que se tiene de los Rueda es que son blancos frutales y frescos; algo que, sin dejar de ser cierto, no es toda la verdad. Porque ahora, bajo esta denominaci¨®n de origen castellanoleonesa, se elaboran muchos otros tipos de vino: espumosos, rosados, tintos y blancos muy elaborados, complejos o peculiares. Entre los menos conocidos, aunque tradicionalmente elaborados desde hace siglos en estas tierras, est¨¢n los conocidos como vinos p¨¢lidos y dorados, c¨¦lebres en ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos, y actualmente revitalizados por bodegas como De Alberto, en Serrada (Valladolid). Obtenidos a partir de la uva verdejo y palomino fino, tienen una crianza biol¨®gica u oxidativa, dando lugar a vinos parecidos a los finos y olorosos jerezanos. Su mayor peculiaridad es que parte de su crianza tiene lugar dentro de damajuanas (grandes garrafas de vidrio), donde pasan muchos meses expuestos al sol y al rigor de las altas y bajas temperaturas castellanas.

En lo que en la zona se conoce como la milla de oro de la ruta ¡ªRueda, La Seca y Serrada¡ª, se suceden multitud de interesantes bodegas modernas. Una de las m¨¢s significativas, sin duda, es Finca Montepedroso, de la familia Mart¨ªnez Bujanda. Aqu¨ª, adem¨¢s de visitar sus vi?edos e instalaciones bodegueras, tambi¨¦n se puede disfrutar de una interesante cata.

Naturaleza y actividades al aire libre

La naturaleza y las actividades al aire libre son otros de los atractivos de la Ruta del Vino de Rueda. A su paso por la localidad vallisoletana de Castronu?o, el Duero, dentro de la reserva natural de Castronu?o-Vega del Duero, crea el segundo mayor meandro de Europa; una curva acu¨¢tica festoneada por una tupida vegetaci¨®n de ribera en la que habita una rica avifauna para deleite de curiosos y amantes de las aves. En el mirador del Duero de Castronu?o quiz¨¢ salga al paso alg¨²n poeta que, sobre la marcha, recite versos descriptivos y enaltecedores de los muchos atractivos de la zona.

Junto con el avistamiento de aves, las rutas a pie, en bicicleta o a caballo son otras de las muchas posibilidades de la zona. Una de las m¨¢s caracter¨ªsticas es la que une Medina del Campo, Rueda y La Seca y que, a lo largo de unos 40 kil¨®metros, discurre por un espectacular paisaje de vi?edos, castillos y tierras de pastoreo y cultivo. En la zona existen agencias especializadas en ecoturismo ¡ªcomo Buteo¡ª que proponen interesantes planes para sacar el m¨¢ximo partido a los atractivos ambientales de este itinerario.

Historia, arte y cultura a cada paso

La Ruta del Vino de Rueda atesora uno de los m¨¢s llamativos y notables patrimonios hist¨®rico-art¨ªstico-culturales de Castilla y Le¨®n y de Espa?a. Tordesillas y su deslumbrante monasterio de Santa Clara y las Casas del Tratado, donde Espa?a y Portugal se repartieron los mares del mundo en el siglo XV; Medina del Campo, con su imponente castillo de la Mota; Olmedo y su Parque Tem¨¢tico del Mud¨¦jar de Castilla y Le¨®n¡­

Tambi¨¦n Madrigal de las Altas Torres, en ?vila, declarada en septiembre de 2020 como bien de inter¨¦s cultural, con categor¨ªa de conjunto hist¨®rico. Esta villa medieval conserva magn¨ªficos restos de su antigua muralla mud¨¦jar; el monasterio de Nuestra Se?ora de Gracia, el Palacio Real de Juan II y casa natal de Isabel la Cat¨®lica; ruinas del convento agustino de Extramuros; la iglesia de Santa Mar¨ªa del Castillo; el hospital de la Pur¨ªsima Concepci¨®n¡­ Visitar, por ejemplo, el Palacio de Juan II, actualmente convento de las Agustinas de Nuestra Se?ora de Gracia, es penetrar en una c¨¢psula del tiempo de hace m¨¢s de 500 a?os. Un impresionante claustro g¨®tico; el Sal¨®n de Embajadores, hoy refectorio del monasterio, donde tuvieron lugar ¨Cen 1476¨C las primeras Cortes de Castilla presididas por los Reyes Cat¨®licos; la habitaci¨®n en la que naci¨® Isabel la Cat¨®lica¡­ Todo aparece pr¨¢cticamente intacto (artesonados, suelos, mobiliario¡­) gracias a los desvelos y cuidados de las 12 religiosas que est¨¢n a cargo de estos incomparables y bastante desconocidos tesoros de la historia de Espa?a.

Dos de las mejores opciones para alojarse en este viaje son el parador de Tordesillas?y la Posada de Isabel de Castilla, antigua gran casa de labranza situada en Madrigal de las Altas Torres.

Artesanos y artistas del paladar

Como dice Cristina Sol¨ªs, gerente de la Ruta del Vino de Rueda: ¡°Aparte de mucha historia, en estas extensas tierras de cereales, ovejas, vides y gentes austeras, adem¨¢s de bodegas, lo que tampoco nos faltan son maestros de la gastronom¨ªa y artesanos de las harinas y los quesos¡±. El viajero puede conocer innovadores artesanos en el muy desconocido mundo del afinado de quesos, como Fernando R. Aldudo. Despu¨¦s de recorrer medio mundo aprendiendo los secretos de hacer que un gran queso se convierta en algo todav¨ªa m¨¢s especial decidi¨® crear Rueda Cheesemonger y tratar y envejecer este manjar en las profundidades de las galer¨ªas subterr¨¢neas caracter¨ªsticas de estos lugares.

Tambi¨¦n hay artesanos de las harinas y las masas madre que, en peque?os pueblos o diminutas pedan¨ªas, casi deshabitadas, realizan a diario el milagro de crear reposter¨ªas del m¨¢s alto nivel, como La Giralda de Castilla, en Matapozuelos (Valladolid); o panes y panetones, de una rara pureza y exquisitez, como hace Pecado Artesano en Gomeznarro.

Por lo que respecta a la oferta gastron¨®mica, en este viaje hay opciones para todos los gustos y bolsillos. Desde La Botica de Matapozuelos, un restaurante de cocina vanguardista con estrella Michelin, hasta maestros de la cocina y los platos m¨¢s tradicionales (y asequibles) de la zona ¡ªjudiones estofados; chorizo y longanizas al carb¨®n; lechazo asado¡­¡ª, como el Mes¨®n de Pedro, tambi¨¦n en Matapozuelos, o El Foro en Rueda; pasando por cl¨¢sicos de siempre como La Mejillonera en Medina del Campo.

A menos de dos horas en coche de Madrid, uno puede sumergirse en un llamativo mundo del vino, y en un m¨¢s sorprendente y poco frecuentado, entorno hist¨®rico, art¨ªstico y cultural.