Regreso a una Habana siempre indescifrable
El bullicioso Malec¨®n, un restaurante secreto en La Habana Vieja, la casa museo de Jos¨¦ Mart¨ª, el barrio de San Isidro... A pesar de las carencias y las necesidades, la capital de Cuba conserva su encanto, encandila y fascina al viajero

Cuba siempre fue un lugar cr¨ªptico para cualquier for¨¢neo. Mucho antes de que la pandemia pusiera un nuevo punto y aparte en la historia del mundo, y tambi¨¦n en la de esta isla, el viajero aterrizaba en el aeropuerto Jos¨¦ Mart¨ª de La Habana con la cabeza llena de preguntas sobre un pa¨ªs cuyo poderoso imaginario, las filias, las fobias y los clich¨¦s generados entorno a ¨¦l, aturden. Otros destinos en cualquier rinc¨®n del planeta tienen la ventaja de que uno inicia el viaje consciente de su ignorancia. Pero una de las muchas peculiaridades de este lugar es que todos tienen alguna opini¨®n sobre ¨¦l, sobre su historia y sus hist¨®ricos dirigentes, sobre su sistema pol¨ªtico. Cuba confronta al viajero, a veces lo abofetea, con su realidad escurridiza y dif¨ªcil de definir y siempre, siempre, lo deja con nuevas preguntas sin contestar.?
Tras la pandemia y un periodo de protestas civiles sin precedentes en julio de 2021 contra el Gobierno, nuevas cuestiones pol¨ªticas y humanas se suman a la lista de inc¨®gnitas por resolver en un viaje que sigue resultando fascinante a pesar de los pron¨®sticos de aquellos que quer¨ªan conocer Cuba antes de la muerte de Fidel. Aquellos que preconizaban que la desaparici¨®n del l¨ªder de la revoluci¨®n ¡ªh¨¦roe para algunos, villano para otros tantos¡ª iba a despojar a la isla de su aura y su encanto se equivocaban. Si acaso los cambios, que s¨ª est¨¢n llegando, la hacen a¨²n m¨¢s intrigante. El pasado 25 de noviembre se cumplieron cinco a?os del fallecimiento de quien ejerci¨®, durante 47, el mando absoluto. Y es cierto que todo ha cambiado, menos el signo del gobierno, que siguen acaparando los sucesores de los hermanos Castro. Miguel D¨ªaz-Canel sustituy¨® como primer secretario del Partido Comunista a Ra¨²l Castro en abril de 2021.?

Cualquier gu¨ªa editada antes de la pandemia ha quedado aplastantemente desactualizada: el pa¨ªs ha pasado de tener dos monedas a tener solo una: la llamada moneda nacional o el peso cubano (CUP). El precio de la vida se ha incrementado exponencialmente como consecuencia de esta medida y del aumento del salario m¨ªnimo, aunque sigue siendo un destino asequible para el bolsillo europeo porque, como consecuencia de la debilidad del CUP, el valor del euro no para de subir en el mercado informal. Mientras en la CADECA (las casas de cambio oficiales de Cuba) venden el euro a 26 pesos, en la calle se consigue por entre 100 y 110 pesos, seg¨²n informaciones del propio Gobierno cubano.?
Algunos de los negocios m¨¢s recomendados han cerrado temporal o permanentemente. Pero tambi¨¦n, y sobre todo, ha cambiado la sociedad, inmersa a¨²n en la resaca de las protestas de julio y con m¨¢s preguntas sobre su futuro que el propio turista. Barrios tradicionales, como el habanero San Isidro, que da nombre al movimiento que encabeza las recientes demandas pol¨ªticas y donde naci¨® el poeta Jos¨¦ Mart¨ª, reivindican su lugar en la geograf¨ªa de la ciudad en lo hist¨®rico, en lo est¨¦tico y en lo cultural. Eso s¨ª, pese a estar sumergido en un intenso proceso de cambio, este sigue siendo uno de los pa¨ªses m¨¢s seguros de Am¨¦rica Latina para viajar.

Despierta el Malec¨®n
Para entender lo que es hoy La Habana, tras su reapertura al turismo el pasado mes de noviembre (los vuelos comerciales y ch¨¢rter estaban suspendidos desde abril de 2020 para frenar el coronavrius), hay que retrotraerse a los meses m¨¢s duros de la pandemia en que los habaneros vieron con estupefacci¨®n c¨®mo se les privaba de uno de sus iconos y centros de reuni¨®n bajo pena de multa: el Malec¨®n. En esos meses en los que los ¨²nicos extranjeros que se encontraban en la ciudad eran algunos alumnos y profesores de la emblem¨¢tica Escuela Internacional de Cine y Televisi¨®n (EICTV), y alg¨²n que otro despistado, tanto el Malec¨®n como sus playas se mantuvieron cerradas y no reabrieron hasta el pasado 30 de septiembre. A esa ins¨®lita imagen del famoso paseo sin gente se uni¨® otro vac¨ªo hasta ese momento desconocido en la isla: el sonoro. La pandemia priv¨® a Cuba de su caracter¨ªstico bullicio y de la m¨²sica omnipresente. Con el levantamiento de las restricciones los altavoces de La Habana vuelven a sonar y el Malec¨®n retoma su actividad.
?Qu¨¦ ofrece esta nueva Habana al viajero? Antes de empezar a chancletear, como dicen aqu¨ª, es muy pr¨¢ctico instalarse un par de aplicaciones en el tel¨¦fono para moverse con comodidad. Aunque los cubanos comenzaron a tener una mejor conexi¨®n a internet en diciembre de 2018, cuando el Gobierno autoriz¨® el acceso a datos a trav¨¦s de las tarjetas de los tel¨¦fonos m¨®viles, la red wifi sigue siendo muy escasa (y censurada) para alguien acostumbrado a la conexi¨®n constante. Por eso es recomendable descargarse alg¨²n mapa con el que poder moverse sin conexi¨®n. Aplicaciones como Maps.me permiten la movilidad con navegaci¨®n GPS y sin internet. Otras como HabanaTrans dan informaci¨®n actualizada sobre las rutas de los autobuses (esta, eso s¨ª, con conexi¨®n) y los grupos de WhatsApp de taxistas conocidos popularmente como cuber nos salvan de la experiencia desquiciante que puede llegar a ser subirse a un autob¨²s en hora punta. Algunos alojamientos ofrecen tarjetas de datos cubanas, lo que es una buena idea si queremos tener acceso a internet donde quiera que vayamos y poder llamar a restaurantes y hoteles a un precio asequible.
Pertrechados con conocimientos b¨¢sicos y un mapa que ofrece la crucial opci¨®n de desobedecer a esta ruta y volver a ella (o no), empezamos el camino.
Un paseo por La Habana Vieja
Para el alojamiento elegimos el hospedaje Al Alba en Airbnb, una preciosa casa particular en La Habana Vieja con patio y vistas al Capitolio. La oferta hotelera en la capital cubana es amplia y, adem¨¢s, no ha parado de crecer pese al par¨®n pand¨¦mico. En este momento se est¨¢n construyendo varios nuevos hoteles en la ciudad. Las casas particulares tambi¨¦n siguen siendo una buena opci¨®n, siempre que nos aseguremos previamente de que siguen abiertas.?

La primera ruta comienza en la Embajada de Espa?a, frente al Malec¨®n y junto a la estatua ecuestre de M¨¢ximo G¨®mez, el general en jefe dominicano de las tropas cubanas de la primera de las guerras por la independencia, precisamente de Espa?a. Dejamos a la espalda el Caribe para adentrarnos en La Habana Vieja por la calle Cuba hasta la calle O'Reilly. Es buena idea desviarse un poco para ver la famosa La Bodeguita del Medio. Merece la pena verla una primera vez y, si no es la primera, quiz¨¢ aprovechar que el aforo no est¨¢ ¨²ltimamente hasta los topes para apreciar la curiosa decoraci¨®n de sus paredes. El camino sigue despu¨¦s por O'Reilly hasta El del Frente, un lugar especializado en c¨®cteles donde tomar un primer daiquiri mientras vemos el barrio desde su acogedora azotea. Enfrente se ve otro de los bares emblem¨¢ticos del barrio: el diminuto O'Reilly 304.?

Julio C¨¦sar Imperatori es el administrador de estos tres locales en Habana Vieja, del mismo propietario: O'Reilly 304, El del Frente (de comida cubana con un toque moderno) y La Jama, un restaurante con mucho swing que ofrece una versi¨®n cubanizada de la comida asi¨¢tica. ?l y su hermano estuvieron entre los primeros cuentapropistas del barrio. Pasaron de trabajar en bares del Estado a tener un restaurante privado, el O'Reilly, y luego ampliaron el negocio con dos locales m¨¢s. Durante la pandemia el ¨²nico que logr¨® permanecer abierto haciendo reparto a domicilio fue La Jama. Uno de los cambios sustanciales que permiten sobrevivir a estos negocios y esquivar la escasez que afecta a la isla es que ahora se les permite la compra a grandes importadoras como ITH, Cubaexport o Alimport. Antes ten¨ªan que comprar en tiendas de barrio; un cambio que permite a los negocios privados y a sus clientes burlar las carencias que el cubano de la calle sigue sufriendo.?
Los habaneros, y los cubanos en general, son abiertos y grandes conversadores, pero aventurarse a hablar de pol¨ªtica es algo que, en principio, desaconsejan muchas gu¨ªas. La persecuci¨®n ideol¨®gica y una fort¨ªsima cultura de chivatismo ha hecho que los cubanos sean, en principio, reacios a hablar en confianza fuera de sus c¨ªrculos estrechos. Pero merece la pena lanzar una pregunta sutil en un taxi o en un bar para tentar la valios¨ªsima oportunidad de escuchar a un cubano hablar de Cuba.?

En la fondita sin nombre en la que tambi¨¦n comeremos uno se encuentra con muchos habaneros con quien entablar (o no) una conversaci¨®n. Es el cl¨¢sico restaurante bueno, bonito, barato donde van los trabajadores de la zona a almorzar. Hay que concentrarse para encontrarlo porque es todo tan informal que no tiene ni nombre, ni presencia en internet; pero forma parte de su encanto. En la plaza del Cristo, entre las calles Lamparilla y Teniente Rey, hay un portal a la izquierda del bar de copas El Patchanka que parece el acceso a un edificio de viviendas. Entre sin miedo. Quiz¨¢ encuentre en el rellano la pizarrilla con los platos y precios de comida casera que encontrar¨¢ subiendo la escalera de m¨¢rmol destartalada de la izquierda. Por 360 pesos cubanos (unos 13 euros al cambio oficial) comen abundantemente dos personas. Suba, coma y, probablemente, repetir¨¢.?
Dentro de La Habana Vieja una segunda ruta podr¨ªa comenzar frente a la estaci¨®n de tren, en el museo de Jos¨¦ Mart¨ª. Si la anterior comenzaba junto a la estatua del h¨¦roe de guerra M¨¢ximo G¨®mez, esta lo hace en la casa natal del m¨¢s aclamado y omnipresente intelectual de la isla. Fue poeta, periodista, fil¨®sofo y tambi¨¦n el cerebro de la II Guerra de la Independencia cubana. Pero, sobre todo, tiene la sorprendente virtud de ser la ¨²nica figura de la que todo cubano se siente orgulloso. Es para ellos el ¨²nico h¨¦roe impoluto. Los cubanos son martianos.?
La casa, frente a la estaci¨®n de ferrocarriles principal de la ciudad, se considera el museo m¨¢s antiguo de La Habana. Aunque es humilde, est¨¢ bien cuidada y los guardeses informan con amor sobre los objetos que custodian: muchas fotos, un gorrito de paja de cuando Mart¨ª era peque?o, cartas manuscritas o los objetos que llevaba encima cuando cay¨® en combate el 19 de mayo de 1985 en la guerra de Cuba.?
Muy cerca est¨¢ el mercado de Egido, donde venden carne, verduras y hortalizas. Merece la pena dar una vuelta y aprovechar para probar el mamey, una fruta de carne roja, dulce y textura similar al mango, o degustar la intensidad de los mangos o aguacates caribe?os.

A diez minutos a pie, junto al emblem¨¢tico Capitolio con su c¨²pula de oro, se encuentra el Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso. Este edificio fue originalmente construido por la inmigraci¨®n gallega en la isla para acoger el Centro Gallego. Hoy, adem¨¢s de ser la sede del Ballet Nacional de Cuba, alberga el restaurante ?pera. Es muy barato pese a su aspecto se?orial por ser un restaurante del Estado. Dan cerveza a 40 pesos (1,50 euros al cambio oficial), el caf¨¦ a 25 (1 euro), los mojitos a 85 (3 euros) y un plato principal de ropa vieja de pato a 300 pesos (11 euros), aunque en este local se bebe mejor que se come.?
Caminando por el barrio de Vedado
En el ¨²ltimo recorrido pasamos de los barrios decadentes y encantadores de La Habana Vieja a una de las zonas bien de la ciudad: Vedado. Pasear el Malec¨®n entre el castillo de San Salvador de la Punta y el emblem¨¢tico Hotel Nacional nos lleva hacia el barrio del Vedado pasando por la escultura Primavera, de Rafael San Juan, y terrazas con vistas al mar, como la de Galer¨ªa del Arte Malec¨®n 661. Vedado es la zona de los cines, de la helader¨ªa Coppelia y del Hotel Habana Libre. Adem¨¢s de ser una buena opci¨®n para quedarse, los pasillos de este alojamiento cuentan la historia viva de la ciudad. Fue construido por la cadena Hilton en la ¨¦poca del dictador Fulgencio Batista, y, tras el triunfo de la Revoluci¨®n, se utiliz¨® como cuartel general de ¡®los barbudos¡¯ y Fidel Castro vivi¨® durante meses en la suite 2324. Actualmente el Estado le cede su explotaci¨®n a la cadena espa?ola Meli¨¢. Dos buenos restaurantes donde comer y beber en este barrio est¨¢n en la calle 21: El Caribe?o y el Club 21.?
A pesar de las carencias y las necesidades La Habana conserva su encanto, encandila y engancha porque, cuando uno parte de este lugar lo hace fascinado y, sin duda, m¨¢s perplejo que cuando lleg¨®.
San Isidro, nuevo foco cultural en La Habana Vieja
San Isidro es el barrio de la rumba y de los rumberos, el de dos las iglesias m¨¢s importantes de La Habana: la del Cristo y la Iglesia de la Merced, donde se instalaron los primeros esclavos libertos y la santer¨ªa. Tambi¨¦n es una zona tradicionalmente problem¨¢tica y empobrecida que ha pasado a ser trending topic mundial. Las protestas hist¨®ricas de julio de 2021 ubicaron de nuevo en el mapa este barrio de La Habana Vieja. El movimiento, que tom¨® su nombre del barrio, fue creado en 2018 y agrupa a j¨®venes artistas, periodistas independientes y acad¨¦micos que se organizaron para oponerse a lo que consideran medidas represivas del Gobierno de la isla. El foco medi¨¢tico y las protestas han tra¨ªdo a la zona algunas peque?as mejoras como asfaltado, alumbrado y otros lavados de cara superficiales pero muy necesarios.
El parque de la Ceiba es el centro de actividad de este barrio que sigue viviendo entre la precariedad y unas incipientes ganas de modernizaci¨®n. El epicentro cultural es la Galer¨ªa Taller Gorria de Jorge Perugorr¨ªa, el actor cubano m¨¢s internacional, protagonista de la pel¨ªcula Fresa y chocolate. El centro organiza eventos en el barrio y es lugar de peregrinaci¨®n de todo el arte emergente de La Habana. Tambi¨¦n ha sido recientemente inaugurado el Museo Tit¨®n y Mirta Ibarra, en homenaje a dos de los m¨¢s importantes cineastas de la isla, un centro que hace proyecciones cinematogr¨¢ficas para los vecinos y sus visitantes. Algunos negocios como la tienda Clandestina de prints y camisetas alternativas ya son un cl¨¢sico del barrio que vive entre la precariedad y el glamur de la gentrificaci¨®n incipiente.
Recomendaciones culturales antes de volar
- ?Qu¨¦ leer??Como polvo en el viento, Leonardo Padura.
- ?Qu¨¦ ver??Cuba Libre (serie de Netflix).
- ?Qu¨¦ escuchar? El jazz de Roberto Fonseca, el rap de Silvito El Libre, hijo del contestatario de Silvio Rodr¨ªguez.

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