Por la comarca de El Condado, naturaleza, museos y oleoturismo en las estribaciones de Sierra Morena
Situado al norte de la provincia de Ja¨¦n, este territorio de ocho municipios hace bandera del mundo rural aut¨¦ntico, con las dehesas, su patrimonio arqueol¨®gico y fluvial y una red de centros de interpretaci¨®n como principales ingredientes
Tierras rojas y olivares, dehesas de encinar, laderas y valles de monte mediterr¨¢neo y un nutrido patrimonio fluvial de arroyos, r¨ªos y embalses forman la carta de presentaci¨®n de la comarca de El Condado, al norte de la provincia de Ja¨¦n y en las estribaciones de Sierra Morena y Despe?aperros. El Condado fue territorio fronterizo y encrucijada de caminos, un pasado que ahora se manifiesta en las huellas de dinosaurio, arte rupestre e ¨ªbero, puentes romanos, castillos y torreones, pueblos de colonizaci¨®n, n¨²cleos de trama urbana de origen ¨¢rabe con calles serpenteantes y empinadas y vestigios del poeta medieval Jorge Manrique entrelazados con casas modernistas.
Bajo la marca Condado de Ja¨¦n. Calidad Rural, la comarca abre sus puertas a un turista ¨¢vido de un mundo rural aut¨¦ntico, apegado al territorio, al campo y sus labores, en plena naturaleza de Sierra Morena. El Condado lo forman ocho municipios distribuidos de oeste a este: Vilches (con las pedan¨ªas de Guadal¨¦n y Miralr¨ªo), Arquillos (con la pedan¨ªa de El Porrosillo), Navas de San Juan, Santisteban del Puerto, Castellar, Montiz¨®n (con las pedan¨ªas de Aldeahermosa y Venta de los Santos), Sorihuela del Guadalimar y Chiclana de Segura (con las pedan¨ªas de Camporredondo, Los Mochuelos y La Porrosa). Su inclusi¨®n en la Red Natura 2000 como territorio de especial inter¨¦s para la conservaci¨®n de especies amenazadas como el lince ib¨¦rico, actualmente en proceso de reintroducci¨®n, certifica el valor ambiental y ecol¨®gico del territorio.
El monte bajo denso y profundo de encinas, alcornoques, madro?os, enebros, quejigos, torviscos, jaras y el pinar de repoblaci¨®n ocupan el norte de El Condado en un relieve moderado en altura y accidentado en diferentes barrancos y arroyos. La riqueza es indudable, como se pone de manifiesto en Vilches, el municipio con m¨¢s kil¨®metros de costa interior en Espa?a, ya que por su t¨¦rmino discurren los embalses de La Fernandina, Guadal¨¦n y el Giribaile.
Hacia el sur, el aclarado de ¨¢rboles y matorrales transforma el paisaje de monte en dehesas alomadas, lo que da lugar a uno de los ecosistemas m¨¢s biodiversos por la multiplicidad de especies herb¨¢ceas. Juntos a las encinas o coscojas, y los alcornoques en laderas m¨¢s umbr¨ªas, el paisaje de dehesa se completa con jaras, alisios, fresnos o lentiscos, alrededor de los cuales surgen numerosos p¨¢jaros como carboneros, mosquiteros o abubillas, pero tambi¨¦n nidos de rapaces, conejos, liebres y surtidos reba?os de ovejas, cabras y vacas.
Las tonalidades oscuras y la densidad del monte mediterr¨¢neo han alumbrado en estas estribaciones de la Sierra Morena m¨¢s oriental un corredor natural de m¨¢s de 100 kil¨®metros surcado por caminos de trashumancia y pistas forestales en los que es frecuente atisbar ejemplares de animales como ¨¢guilas reales e imperiales, b¨²hos, c¨¢rabos, buitres leonados, zorros, ginetas, gatos monteses. Tambi¨¦n especies cineg¨¦ticas como jabal¨ªs, ciervos, gamos y muflones caracterizan a esta sierra como destino famoso entre cazadores. El toro de lidia ocupa muchas de estas dehesas en El Condado, que cuenta con cerca de una veintena de ganader¨ªas expandidas por su territorio. Algunas de ellas han adaptado sus instalaciones y ofrecen servicios de restauraci¨®n y alojamiento rural de alta calidad.
Un buen exponente de ello es la finca El A?ad¨ªo (en Vilches), un ecosistema natural de casi 400 hect¨¢reas sobre un paisaje ondulado salpicado de encinas, acebuches, lentiscos y cubierto de pasto natural, en el que pastan unas 300 reses de lidia y caballos, que conviven con la fauna aut¨®ctona como venados, jabal¨ªes, zorros, perdices, liebres o linces. Su oferta de alojamientos se erige sobre un conjunto de edificios de piedra, antiguas viviendas de los vaqueros, establos o pajares, rehabilitados respetuosamente y convertidos en salones y habitaciones, todos dispuestos alrededor de un patio principal, flanqueado de porches, con huerto, ¨¢rboles frutales y fuentes. A todo el conjunto le rodean los corrales y dem¨¢s instalaciones ganaderas donde se pueden ver los animales, y desde cualquiera de sus rincones se divisan inmensas vistas panor¨¢micas.
Nuevas apuestas tur¨ªsticas
El Condado desaf¨ªa al futuro m¨¢s inmediato con nuevos productos tur¨ªsticos que ponen en valor su riqueza natural y patrimonial y que se exhibe en Territorio Museo, que da nombre a una red de centros de interpretaci¨®n en cada uno de los ocho municipios de la comarca.
En Santisteban, el centro sobre las huellas de dinosaurio presenta un exhaustivo repaso a los hechos m¨¢s representativos de la historia de los municipios que formaron, en su d¨ªa, el Condado de Santisteban; desde la Prehistoria hasta la batalla de las Navas de Tolosa, pasando por los ¨ªberos, los romanos y las ¨¦pocas musulmanas.
En la Torre del Homenaje del castillo de Pallar¨¦s de Castellar se ubica el centro que cuenta el papel de los santuarios en la cultura del pueblo ¨ªbero en la zona a trav¨¦s de diferentes pantallas interactivas y audiovisuales. El museo expone una magn¨ªfica muestra de exvotos ¨ªberos procedentes del santuario ib¨¦rico de la cueva de la Lobera de Castellar, y con audiovisuales que explican su funci¨®n, rituales y c¨®mo se fabricaban.
Jorge Manrique, uno de los poetas m¨¢s importantes de la literatura espa?ola de la segunda mitad del siglo XV, vivi¨® y escribi¨® en el castillo de Chiclana de Segura, donde nacieron sus hijos. El centro dedicado al poeta nos relata a trav¨¦s de m¨²ltiples paneles, pantallas interactivas y audiovisuales, incluso en formato de holograma en 3D, la faceta de guerrero de Manrique en el contexto de las guerras internas de Castilla por su trono, y la de poeta, con las famosas Coplas a la muerte de su padre.
Dos de los municipios de El Condado, Arquillos y Montiz¨®n, pertenecen a las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena que fund¨® Carlos III en el siglo XVIII. El centro de interpretaci¨®n de las Nuevas Poblaciones de Arquillos ofrece una completa informaci¨®n sobre el proceso colonizador y repoblador que impuls¨® Carlos III y que culmin¨® Pablo de Olavide. As¨ª, a trav¨¦s paneles y nuevas tecnolog¨ªas audiovisuales, recrea la ¨¦poca que dio lugar al nacimiento de las Nuevas Poblaciones, el papel de Pablo de Olavide y su vinculaci¨®n con las ideas de la Ilustraci¨®n, la materializaci¨®n en Arquillos y en toda Sierra Morena, la posterior persecuci¨®n de los ilustrados, hasta la redacci¨®n de la primera Constituci¨®n democr¨¢tica de Espa?a en 1812, as¨ª como el desarrollo del municipio de Arquillos desde sus or¨ªgenes hasta la actualidad.
En Montiz¨®n se encuentra el m¨¢s curioso y singular de todos los Centros de Interpretaci¨®n de Condado Ja¨¦n Territorio Museo. Se trata de un centro al aire libre donde la flora y fauna constituyen su raz¨®n de ser. Un recorrido por los distintos paneles que se distribuyen a lo largo del circuito permite descubrir las particularidades de un entorno natural tan rico y variado. El principal n¨²cleo de Montiz¨®n es Aldeahermosa, convertido el pueblo en un museo al aire libre gracias a la iniciativa de la joven artista Marif¨¦ Rozal¨¦n, que ha plasmado sobre las encaladas fachadas grandes murales transformados en espacios de memoria, de identidad y de diversidad, donde lo rural, los oficios tradicionales y los lugares que marcaron su infancia son los temas predominantes.
El Condado apuesta tambi¨¦n por el oleoturismo para diversificar su oferta y atraer visitantes. Una buena oportunidad para sumergirse en la cultura ole¨ªcola es el Centro de Interpretaci¨®n del Aceite y Olivar de Navas de San Juan que, tras una cuidada reforma, ha vuelto a abrir sus puertas con una exposici¨®n permanente y did¨¢ctica para ayudar al visitante a tener y reconocer el sentido del patrimonio agr¨ªcola y su valor como transmisor de procesos culturales base de nuestra historia. Un centro de ¨²ltima generaci¨®n que cuenta con aplicaciones t¨¢ctiles, proyecciones y videojuegos para poder interactuar y tener una experiencia completa.
En el mismo complejo se encuentra el Ecoparque del Aceite y el Olivar, junto a los terrenos del antiguo matadero. Se trata de una zona verde con aparatos biosaludables y columpios, as¨ª como bancos distribuidos por toda la zona y algunas mesas de p¨ªcnic. Destacan la fuente, construida de manera artesanal con piedras del t¨¦rmino municipal en la que hay una roca vertical en el medio de la que emana agua, y las antiguas maquinarias de almazaras de aceite que decoran, c¨®mo no, el lugar.
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