En ruta por Fuentes del Narcea, la Asturias m¨¢s rec¨®ndita
Gastronom¨ªa, tesoros medievales y mucha naturaleza a mil metros de altura en un recorrido con paradas en el municipio de Cangas del Narcea, el sendero circular Por donde camina el oso, el pueblo de Leitariegos o el bosque de Muniellos
El Narcea es el segundo r¨ªo m¨¢s largo y caudaloso de Asturias. Y Cangas del Narcea, el concejo donde se ubica su nacimiento, el m¨¢s grande en extensi¨®n. Buena parte de esa superficie est¨¢ cubierta a¨²n por algunos de los bosques m¨¢s densos y mejor conservados de todo el Principado, como el bosque de Muniellos, declarado Reserva de la Biosfera. Narcea es, junto con los vecinos concejos de Ibias y de Dega?a, la Asturias m¨¢s rec¨®ndita, desconocida y olvidada.
La ruta empieza en Cangas del Narcea, la capital del concejo hom¨®nimo, ubicada en la llanura aluvial donde confluyen el propio Narcea y el r¨ªo Naviego, que baja del puerto de Leitariegos. Es el gran centro de servicios de la regi¨®n, una localidad grande y moderna, aunque guarda a¨²n cierto tipismo en la calle Mayor y aleda?os. Entre edificios contempor¨¢neos y anodinos surgen algunos buenos ejemplos de arquitectura solariega, como el palacio de los Condes de Toreno, el palacio de Oma?a (junto a la plaza Mayor) o el palacio de Pe?alba. En el barrio de abajo podemos ver otro pintoresco rinc¨®n en torno al puente romano que cruza el Narcea junto a la ermita del Carmen, donde se lanza los cohetes en la fiesta de la Descarga. Tambi¨¦n emblem¨¢tico del paisaje cangu¨¦s es el puente colgante y peatonal que salva el desnivel de un lado a otro del pueblo.
En Cangas habr¨ªa que parar en el bar Blanco, una antigua casa de comidas en la calle Mayor regentado por la familia Ron desde hace m¨¢s de 60 a?os. Los tres hijos decidieron no cambiar la decoraci¨®n de genuino bar de pueblo asturiano que cre¨® su madre, Engracia, pero s¨ª la carta. Ahora ofrecen una cocina de autor basada en productos de temporada, con insuperables recetas de bacalao y rodaballo, verdinas con chipirones y langostinos o crujiente de centollo y langostinos con jugo de carabineros, pero como si estuvieras en un bar de pueblo de los de toda la vida.
La mayor revoluci¨®n tur¨ªstica de la comarca ha sido la apertura ¨Dpor fin¨D del parador de Corias, en el antiguo monasterio de Corias, un enorme edificio herreriano del siglo XVIII a dos kil¨®metros del pueblo conocido como el Escorial¨ªn asturiano por sus semejanzas con el monumento madrile?o. Tras muchos a?os de obras y muchos millones invertidos, este antiguo recinto benedictino, con dos claustros, una iglesia renacentistas y m¨¢s de mil a?os de historia, se ha convertido en uno de los mejores establecimientos de la red de Paradores. Tiene habitaciones muy amplias, spa y un estupendo restaurante en el antiguo refectorio donde probar especialidades asturianas con vinos del Narcea. No hace falta decir que es el sitio perfecto para montar la base desde la que explorar la comarca.
Precisamente aqu¨ª, en el parador, empieza el sendero de gran recorrido GR 203, conocido como Por donde camina el oso. Se trata de un sendero circular que da la vuelta a toda la comarca, segmentado en 11 etapas y tres concejos, Ibias, Narcea y Dega?a, adem¨¢s de los principales valles y cordales. Pasa por San Antol¨ªn de Ibias, por los puertos de Cerredo y Leitariegos y por Genestoso. Se puede usar para hacer excursiones de d¨ªa, sin necesidad de completarlo de una sola vez. El nombre no es balad¨ª: estamos en una de las zonas oseras m¨¢s importantes de la Cordillera Cant¨¢brica. En la Casa del Parque de Cangas y en los centros de interpretaci¨®n de Oballo y San Antol¨ªn de Ibias disponen de mapas e informaci¨®n de este y otros senderos de la regi¨®n.
De Cangas se sale por carretera AS-213 hacia Leitariegos, remontaremos el valle del r¨ªo Naviego. Los primeros kil¨®metros de esta carretera cruzan la zona de vitivin¨ªcola del Narcea, una de las peculiaridades del valle. El curioso microclima cangu¨¦s, con inviernos fr¨ªos, veranos calurosos y un alto porcentaje de d¨ªas soleados, ha permitido desde tiempos inmemoriales el cultivo de la vid en el Narcea y el florecimiento de una peque?a pero interesante industria. Se pueden ver vi?edos abancalados en las laderas de las cepas tradicionales de la comarca: carrasqu¨ªn, verdejo, albar¨ªn y menc¨ªa. Hay varias bodegas que organizan visitas guiadas y un Museo Etnogr¨¢fico del Vino en Santiso, a la salida de Cangas, que conserva una vieja prensa a la que se hacen visitas guiadas.
En plena subida al puerto de Leitariegos, cuando la carretera atraviesa ya la zona protegida del parque natural de las Fuentes del Narcea, De?a e Ibias, conviene detenerse en una aldea de curioso nombre, La Chabola de Vallado, para comer o tomar un trago en una aut¨¦ntica posada de arrieros, la Venta la Chabola, fundada en 1898. Desde entonces lleva asistiendo a los viajeros que transitan este puerto. Los herederos del fundador tuvieron el acierto de no modificar nada de lo sustancial del edificio. El sal¨®n comedor de la chimenea est¨¢ tal cual era hace m¨¢s de 100 a?os y no es un museo: sigue sirviendo all¨ª las comidas a los ateridos esquiadores que bajan de la estaci¨®n de esqu¨ª de Leitariegos, para muchos de los cuales terminar la jornada comiendo un guiso suculento en La Chabola se ha convertido en un rito.
La carretera llega a Leitariegos, el que dicen es el pueblo m¨¢s alto de Asturias, poco antes del puerto del mismo nombre (1.525 metros), paso hist¨®rico de monta?a que une Asturias con Le¨®n por el valle de Laciana. Al oeste del puerto de Leitariegos (a la derecha, seg¨²n se sube) se cre¨® otra zona de reserva especial para proteger un paisaje de origen glaciar muy interesante. Es la Reserva Natural Parcial del Cueto de Arb¨¢s, que comprende el pico del Cueto de Arb¨¢s, la bella laguna de origen glaciar que se forma a sus pies y las cuencas de tres arroyos que confluyen en el r¨ªo Naviego. En total, 29 kil¨®metros cuadrados con turberas, morrenas y aristas glaciares. Desde el pueblo de Leitariegos parte una senda que en media hora de agradable paseo lleva hasta la laguna, la zona m¨¢s fotog¨¦nica de la reserva.
Si regresamos a Cangas y tomamos la carretera del valle principal, la AS-15 nos conducir¨¢ hacia la cabecera del Narcea por el puerto de Cerredo. Al llegar a Ventanueva veremos se?alizado a la derecha el bosque de Muniellos, la zona m¨¢s valiosa y de alta protecci¨®n de todo el parque. Muniellos es el mayor robledal de Espa?a, donde el oto?o se convierte en una org¨ªa de colores gracias a la mezcla de especies arb¨®reas caducifolias y perennes. Fue declarado Reserva de la Biosfera en el a?o 2000. El rey de Muniellos es el roble alvar, pero tambi¨¦n hay hayas, avellanos, fresnos, sauces y arces. Cuando la primavera pinta los robles de verde, el verde m¨¢s oscuro de los acebos, los brotes de rebollos, abedules y hayas, el sotobosque de ar¨¢ndanos, brezos y madreselvas se al¨ªan para componer una org¨ªa visual. Pero es en el oto?o cuando alcanza su cenit crom¨¢tico.
Para acceder a ¨¦l se ha de seguir por esa carretera unos tres kil¨®metros, hasta Oballo, donde est¨¢ el centro de interpretaci¨®n. Este cuenta con salas multimedia, biblioteca y paneles explicativos del bosque y sus habitantes, adem¨¢s de un v¨ªdeo de la reserva a vista de p¨¢jaro. Desde el edificio parten dos senderos muy sencillos y aptos para todos los p¨²blicos a sendos miradores: el de la Candenosa y el del Pico San Luis. El primero tiene un observatorio cerrado con buenas vistas al valle del r¨ªo Muniellos, por cuyas laderas se despliega el gran bosque de robles; no es lo m¨¢s espectacular de la reserva, pero quien no quiera caminar o no hay conseguido cupo para entrar se puede llevar una idea aproximada. Para acceder a la zona de reserva hay que bajar hasta la aldea de Tablizas, donde est¨¢ el centro de recepci¨®n, pero la entrada est¨¢ limitada a 20 personas al d¨ªa y hay que hacer reserva previa, con much¨ªsima antelaci¨®n en la p¨¢gina web oficial del Principado de Asturias.
Desde Cangas del Narcea hay una tercera posibilidad de explorar este territorio. Consiste en salir por la misma AS-15 en direcci¨®n a Muniellos y, a cinco kil¨®metros, en La Regla de Perandones, tomar a la derecha la carretera AS-29 hacia el puerto de las Mujeres Muertas (1.098 metros), una zona de accidentada geograf¨ªa, de bra?as vaqueiras, de d¨®lmenes y de restos de canalizaciones romanas que llevaban agua desde este collado hasta las minas de oro de Ibias. Al otro lado, empieza el concejo de Ibias.
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