La Ruta de la Seda: un fascinante recorrido por la China m¨¢s antigua y moderna

?Qu¨¦ fue la Ruta de la Seda? ?Se puede seguir en la actualidad? Esta emblem¨¢tica ruta, que recibi¨® este nombre en el siglo XIX, es un fascinante itinerario que recorre tres continentes, pero que, sin embargo, tiene su comienzo en China, desde donde se considera que est¨¢ su puerta de entrada. No es de extra?ar que se originara en este pa¨ªs, una de las primeras civilizaciones del mundo. China fue uno de los pa¨ªses donde se desarroll¨® por primera vez la actividad econ¨®mica, hace ya m¨¢s de 5.000 a?os, donde los habitantes del valle del r¨ªo Amarillo hab¨ªan comenzado a cultivar y criar ganado.

Lo que queda hoy de esa antigua ruta es la Nueva Ruta de la Seda, una red ferroviaria que une Asia con Europa. En junio de 2014, la Unesco eligi¨® un tramo de la Ruta de la Seda como patrimonio de la humanidad, concretamente con la denominaci¨®n Rutas de la Seda: red viaria de la ruta del corredor Chang¡¯an-TianShan. Se trata de un tramo de 5.000 kil¨®metros de la gran red viaria de las rutas de la seda que va desde la zona central de China hasta la regi¨®n de Zhetysu, situada en Asia Central, incluyendo 33 nuevos sitios en China, Kazajist¨¢n y Kirguist¨¢n. No son los ¨²nicos lugares que la Unesco ha considerado patrimonio de la humanidad en la ruta, en la lista que aglutina a China aparecen tambi¨¦n las cuevas de Mogao, la antigua ciudad de Lijiang y el monte Emei, donde se encuentra el primer templo budista construido en China en siglo I despu¨¦s de Cristo. Se dice que el budismo se introdujo en China a trav¨¦s de la Ruta de la Seda.

Recorremos algunas partes del pa¨ªs para retomar este fascinante itinerario que nos devuelve a la China m¨¢s antigua, a una naci¨®n rica en historia milenaria, cultura vibrante y paisajes asombrosos. Desde la capital hist¨®rica de Pek¨ªn hasta las remotas ciudades de Dunhuang y Turf¨¢n, cada destino ofrece una oportunidad ¨²nica para descubrir la grandiosidad del pasado y la modernidad del presente.

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Xian: a las puertas de la Ruta de la Seda

Las rutas de la seda eran una red interconectada de rutas que un¨ªan a las sociedades antiguas de Asia, el subcontinente indio, Asia Central, Asia Occidental y Oriente Pr¨®ximo, y contribuyeron al desarrollo de muchas de las grandes civilizaciones del mundo. Representan una de las redes de comunicaci¨®n de larga distancia m¨¢s importantes del mundo, con una extensi¨®n de unos 7.500 kil¨®metros en l¨ªnea recta, pero que se extend¨ªa hasta m¨¢s de 35.000 kil¨®metros a lo largo de rutas espec¨ªficas. Se marca su inicio hacia el siglo I antes de Cristo, y fue a partir de la llegada de los colonos a Am¨¦rica cuando inicia su decadencia tal y como se la conoc¨ªa. Recibe su nombre porque la principal mercanc¨ªa que se transportaba era la seda, aunque obviamente serv¨ªa para transportar otras materias primas, alimentos y art¨ªculos de lujo. Chang¡¯an, actualmente conocida como Xian, era la puerta de entrada de la ruta. Esta ciudad, cuna de antiguas civilizaciones, alberga vestigios de su glorioso pasado, incluidos los restos de las murallas de la antigua ciudad, que dieron la bienvenida a los comerciantes de la legendaria Ruta de la Seda.

Hoy en d¨ªa cuenta con muchos tesoros para visitar: comenzando por el Museo de los Guerreros y Caballos de Terracota del mausoleo de Qin Shihuang, en el que dentro de tres fosas se encuentran a los guerreros, separados por su rango militar. En la fosa principal, de m¨¢s de 200 metros de longitud, se hallan m¨¢s de 7.500 soldados rasos, moldeados a tama?o natural y cada uno con sus propias caracter¨ªsticas f¨ªsicas. La segunda de las fosas contiene unas 1.000 estatuas y la ¨²ltima de ellas, la que se cree que representa al Estado Mayor y los generales, contiene 69 figuras, incluyendo caballos.

Tambi¨¦n tiene el parque que alberga la emblem¨¢tica pagoda de la peque?a oca salvaje, una enorme torre budista de 64 metros de altura que es a su vez uno de los mejores ejemplos de la arquitectura budista de esa ¨¦poca en China.

Dunhuang y el manantial de la luna creciente

La ciudad de Dunhuang, ubicada en la provincia de Gansu, en el noroeste de China, forma parte tambi¨¦n de la Ruta de la Seda y tiene una fama mundial por sus atracciones tur¨ªsticas, entre las cuales destaca el manantial de la luna creciente o Crescent Moon Pool, en la monta?a Mingsha. Es especialmente sorprendente ya que se trata de un oasis de aguas cristalinas en medio del desierto, rodeado por las monta?as que, con picos afilados, nace en la cima de las grutas Mogao, en el este, y se extiende 40 kil¨®metros de este a oeste y 20 kil¨®metros de norte a sur. El arroyo (lago), rodeado de la monta?a, debe el nombre a la superficie de su agua semejante a la luna creciente. La verdad es que es todo un milagro que el lago no haya sido sepultado por la arena durante todos estos siglos.

Las cuevas de Mogao, patrimonio de la humanidad

Situadas en un estrat¨¦gico punto de la Ruta de la Seda, las cuevas de Mogao son tambi¨¦n patrimonio mundial de la humanidad desde 1987. Las 492 celdas y santuarios rupestres de Mogao son famosos por sus estatuas y pinturas murales, que abarcan 1.000 a?os de arte budista. Durante muchos siglos fue un importante centro de oraci¨®n budista, posiblemente debido a su importante posici¨®n geogr¨¢fica, que, a pesar de que se encuentra en medio del desierto de Gobi, hizo que este enclave se convirtiera en la puerta occidental de China o del este asi¨¢tico.

Turf¨¢n, un oasis en la Ruta de la Seda

La ciudad oasis de Turf¨¢n es uno de los puntos m¨¢s incre¨ªbles de visitar en la Ruta de la Seda de China. Las apariencias enga?an, ya que este lugar que aparentemente puede parecer des¨¦rtico fue un importante centro comercial. Aqu¨ª hay que visitar varios lugares ic¨®nicos como las ruinas de la antigua ciudad de Jiaohe, cuyo sistema de riego es una maravilla de ingenier¨ªa de la antigua Ruta de la Seda; las cuevas de Bezeklik, las ruinas de la antigua ciudad de Gaochang y las monta?as flameantes, localizadas a unos 10 kil¨®metros al este de la ciudad y que son conocidas por su color rojizo. Concretamente, las cuevas de los mil budas de Bezeklik son una serie de antiguas cuevas budistas que datan de los siglos V al XIV. Estas cuevas fueron un importante centro de peregrinaci¨®n budista y contienen numerosos frescos que representan escenas de la vida de Buda, as¨ª como figuras de deidades y santos budistas. Sin embargo, a lo largo del siglo XIX y principios del XX, muchas de estas valiosas obras de arte fueron saqueadas por exploradores y arque¨®logos occidentales.

Urumqi y su gran bazar

Merece la pena parar en la ciudad de Urumqi para visitar el mercado internacional, el mayor bazar de estilo isl¨¢mico de China. Aqu¨ª las mercanc¨ªas locales t¨ªpicas se exhiben apiladas en las tiendas. Las intrincadas tallas y objetos en la torre de turismo de 100 metros de altura ofrecen una mirada a la historia de la antigua Ruta de la Seda que atravesaba la regi¨®n de Xinjiang. Desde aqu¨ª merece la pena parar en el bello lago Tianchi, un lago alpino con forma de medialuna en la cordillera de Tianshan, a 7.400 metros de altura. Sus aguas cristalinas reflejan las colinas y monta?as recubiertas de abetos y pinos que lo circundan.

Shangh¨¢i y Pek¨ªn

Ambas ciudades fueron importantes en la Ruta de la Seda. De Shangh¨¢i merece la pena conocer el jard¨ªn Yuyuan, el barrio antiguo, y el famoso Bund. Tambi¨¦n el templo del Buda de Jade y la zona de las concesiones, testigos de la historia colonial de la ciudad. Por su parte, Pek¨ªn es hoy uno de los centros m¨¢s importantes del comercio de seda, con su gran mercado, Xiushui. Es hoy uno de los grandes s¨ªmbolos de la ciudad junto con otros como la Gran Muralla China, una de las maravillas m¨¢s extraordinarias de la humanidad, el palacio de Verano, un vasto complejo de jardines imperiales y las modernas infraestructuras de Pek¨ªn, incluyendo el Cubo del Agua y el Nido de P¨¢jaro, sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008.

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