Una superstici¨®n de nuestro tiempo
?Porque nadie se atreve a criticar al cr¨ªtico y en consecuencia la cr¨ªtica se ha vuelto impune, gratuita, irresponsable?
En una rese?a de Alegr¨ªa, la ¨²ltima novela de Manuel Vilas, leo una frase del cr¨ªtico argentino Dami¨¢n Tabarovsky que cifra a la perfecci¨®n una de las supersticiones literarias m¨¢s arraigadas de nuestro tiempo, seg¨²n la cual ¡°el e?xito mainstream en la industria literaria es ¡®imperdonable¡±, puesto que ¡°siempre implica alguna forma de derrota arti?stica¡±. En otras palabras: una novela de ¨¦xito equivale a una mala novela.
La idea es asombrosa. De acuerdo con ella, el Quijote, que fue uno de los grandes best sellers de su ¨¦poca, ¡°implica alguna forma de derrota art¨ªstica¡±, igual que los dramas de Shakespeare, muy populares tambi¨¦n en la Inglaterra isabelina. Algo semejante cabe decir de algunas de las mejores obras de los m¨¢s grandes novelistas de la historia, de Dickens a Victor Hugo, de Tolst¨®i a Flaubert, de Hemingway a Nabokov o Garc¨ªa M¨¢rquez, que consiguieron el ¡°¨¦xito mainstream¡± con ¡°derrotas art¨ªsticas¡± como David Copperfield, Los miserables, Guerra y paz, Madame Bovary, Adi¨®s a las armas, Lolita o Cien a?os de soledad. Es cierto sin embargo que tambi¨¦n hay grandes novelistas, como Melville o Kafka, que no gozaron del favor de los lectores de su ¨¦poca; pero el caso es que, dejando de lado el hecho de que Kafka no public¨® una sola novela en vida (apenas unos pocos relatos), en el ¨²ltimo medio siglo Moby Dick y El proceso deben de ser dos de las novelas m¨¢s le¨ªdas del mundo, lo que, siguiendo el argumento de Tabarovsky, significa que, aunque no fueran malas cuando se publicaron, ahora s¨ª lo son, porque ya tienen ¡°¨¦xito mainstream¡± y por tanto deber¨ªamos matizar nuestro entusiasmo por ellas, si no directamente despreciarlas. ?Quiere esto decir que s¨®lo las novelas de ¨¦xito pueden ser buenas novelas? Da verg¨¹enza responder: no. Aunque a la larga los mejores libros son los que m¨¢s se venden y leen ¡ªal fin y al cabo, el ¨²nico cr¨ªtico literario infalible es el tiempo¡ª, a la corta es tan necio considerar que un libro es bueno s¨®lo porque se vende mucho, seg¨²n piensan algunos editores, como considerar que es malo por id¨¦ntica raz¨®n, seg¨²n piensan algunos cr¨ªticos: se trata de formas sim¨¦tricas de la pereza mental; tambi¨¦n, de formas igualmente obtusas de confundir la literatura con la industria literaria. M¨¢s verg¨¹enza todav¨ªa da recordar la verdad (aunque por lo visto urge hacerlo): la verdad es que, al menos a corto plazo, hay libros buenos que se venden mucho y libros buenos que se venden poco, igual que hay libros malos que se venden mucho y libros malos que se venden poco. En suma: hay de todo. Y precisamente el trabajo del buen cr¨ªtico consiste en determinar qu¨¦ libros ¡ªse vendan mucho o poco¡ª son buenos, y qu¨¦ libros malos. Sobra a?adir que, con todos los matices que se quiera, lo que vale para la literatura vale para el cine, la m¨²sica, la pintura o el teatro, porque todas las artes se sirven para su difusi¨®n de la industria y todas conocen ¡°¨¦xitos mainstream¡± (y tambi¨¦n fracasos). ?C¨®mo es posible, repito, que haya que recordar tama?a evidencia? ?C¨®mo es posible que una falsedad tan palmaria como la formulada por Tabarovsky no suscite la m¨¢s m¨ªnima r¨¦plica y sea difundida como art¨ªculo de fe? ?Porque ya nadie lee a los cr¨ªticos, salvo otros cr¨ªticos y, si acaso, los autores a quienes critican? ?Porque nadie se atreve a criticar al cr¨ªtico, por miedo a represalias, y en consecuencia la cr¨ªtica se ha vuelto impune, gratuita, irresponsable?
No lo s¨¦. Pero hay dos cosas que s¨ª s¨¦. La primera es muy vieja, y es que la forma m¨¢s acendrada de la estupidez es la estupidez intelectual, la del tonto con lecturas o sot savant. La segunda es m¨¢s reciente: la dram¨¢tica irrelevancia de la cr¨ªtica, sobre todo de la cr¨ªtica literaria (dram¨¢tica porque una buena cr¨ªtica literaria es imprescindible para una buena literatura); y con raz¨®n: ?qu¨¦ clase de autoridad puede tener una cr¨ªtica consagrada a propagar semejantes supercher¨ªas? ?Qu¨¦ lector de buena fe puede fiarse de ella?
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