Esther Ca?adas: ¡°Estoy feliz con la madurez, con mi cuerpo y con todo¡±

Alcanz¨® el ¨¦xito en las pasarelas internacionales, pero decidi¨® bajarse de ellas. Esther Ca?adas, la supermodelo espa?ola que protagoniza este reportaje, afronta un segundo round en una industria, la de la moda, que nunca la ha olvidado y que ha cambiado lo suficiente para volver a celebrarla. Porque, pasados los 40, la carrera de una modelo sol¨ªa estar m¨¢s que amortizada. As¨ª ocurr¨ªa, al menos, en aquellos fren¨¦ticos a?os, al final de la d¨¦cada de los noventa, en los que Esther Ca?adas era un rostro ubicuo en portadas y pasarelas.

Mientras, su espalda se resent¨ªa al tener que cambiar la cama por el asiento de un avi¨®n ¡°cuatro o cinco d¨ªas por semana¡±. Al aterrizar, la esperaban los objetivos de fot¨®grafos como Peter Lindbergh, los desfiles de Jean Paul Gaultier o Alexander McQueen y campa?as de publicidad hist¨®ricas como la que protagoniz¨® junto a su exmarido Mark Vanderloo para el perfume DKNY, de Donna Karan.

Pero aquella industria de la moda no se reconocer¨ªa hoy en el espejo. Ya sea por satisfacer la nostalgia de tiempos pret¨¦ritos, presumir de diversidad o conectar con las consumidoras con mayor poder adquisitivo ¡ªlas mujeres maduras¡ª, las firmas est¨¢n reactivando la carrera de las supermodelos que triunfaron en los noventa. Y el caso de Ca?adas es un ejemplo.

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A los 44 a?os ¡ª¡±alucino cuando digo mi edad porque no me lo creo ni yo¡±¡ª y tras m¨¢s de una d¨¦cada alejada de las pasarelas, esta albacete?a criada en Alicante cerr¨® por sorpresa el ¨²ltimo desfile con p¨²blico de Balmain, justo antes de que estallara la crisis sanitaria. Una resurrecci¨®n que qued¨® en suspenso por el confinamiento, pero que marc¨® el inicio de su segunda vida en una industria de la que prefiri¨® distanciarse ¡°porque personalmente necesitaba hacer un par¨®n¡± y que hoy percibe ¡°m¨¢s inclusiva y responsable, pero tan m¨¢gica como siempre¡±.

¡°Ahora que mi hija [Galia, de seis a?os] ha crecido, siento que puedo retomar mi trabajo, que tambi¨¦n es mi gran pasi¨®n. Me apetece que ella sea testigo de lo que fue y es mi carrera, y demostrarle que todo es posible con ilusi¨®n y esfuerzo¡±, explica.

Esa fue la f¨®rmula ¡ªconfiesa al otro lado del tel¨¦fono¡ª que a los 14 a?os le abri¨® las puertas de un sector que empezaba a recelar de las j¨®venes de medidas can¨®nicas, melena rubia y ojos azules. ¡°Llegu¨¦ en un momento en el que se buscaban chicas m¨¢s andr¨®ginas. Me dec¨ªan que no encajaba y me cost¨® mucho abrirme hueco¡±. Con un f¨ªsico m¨¢s acorde a las top models que la precedieron, la alemana ¡ªcomo la apodaban en el colegio¡ª acab¨® siendo considerada parte de aquella generaci¨®n de modelos con estatus de estrellas del rock. ¡°Viv¨ª experiencias a las que de otro modo jam¨¢s hubiera accedido, pero es una profesi¨®n dura. Me perd¨ª muchas cosas. Mientras mis amigos se graduaban, yo igual estaba trabajando sola en Islandia. A lo ¨²nico que jam¨¢s renunci¨¦ fue a estar en el cumplea?os de mi abuela y ped¨ªa por contrato librar ese d¨ªa¡±, recuerda dejando claro que no se arrepiente de haber elegido ese camino. ¡°La vida son decisiones, esta es la que tom¨¦ y me alegro¡±.

Siempre celosa de su intimidad ¡ªla paternidad de su hija es una inc¨®gnita y apenas se ha pronunciado acerca de sus dos matrimonios, el primero con el modelo Mark Vanderloo y el segundo con el expiloto de motos Sete Gibernau¨C, Ca?adas no se imagina qu¨¦ hubiera sido de su carrera de haberla empezado en la era de las instamodelos y la dictadura del like. ¡°Me abr¨ª Instagram hace un par de a?os porque me insistieron mucho dos de mis mejores amigos, Ricky Martin y Jon Kortajarena. Yo misma llevo la cuenta, pero no soy muy activa porque no lo considero algo prioritario. Estoy en un momento en el que quiero desarrollar proyectos profesionales que reflejen mi esencia¡±, asegura, dejando entrever su desinter¨¦s por las fluctuaciones en su cifra de seguidores.

Esta seguridad, dice, le viene dada por la experiencia y la aplica a todo lo dem¨¢s. ¡°Viviendo todo lo que he vivido, no volver¨ªa 20 a?os atr¨¢s ni de casualidad. Estoy feliz con la madurez, con mi cuerpo y con todo. Te mentir¨ªa si dijera que no he cambiado, pero las vivencias que he tenido me han ayudado a crecer. Ahora tengo ganas de comerme el mundo¡±.

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Cr¨¦ditos. Productor: Allan Vetier. Studio Manager: Lorenzo Profilio. Asistentes de fotograf¨ªa: Federica Falcone y Nereis Ferrer. DIT: Amets Iriondo. Modelo: Esther Ca?adas (View Management). Asistente de estilismo: Marie Soares. Maquillaje y peluquer¨ªa: Lili Choi (Calliste Agency). Asistente de maquillaje y peluquer¨ªa: Tie Toyama (Calliste Agency). Productora: CAP Dept. Directora de producci¨®n: Marti Resta Saur¨ª. Asistentes de producci¨®n: Jorge Sierra y Gerardo Sesin.