La gran batalla de Bruselas
Los gigantes tecnol¨®gicos han crecido durante la pandemia gracias a la aceleraci¨®n de la digitalizaci¨®n. ?Deben ser m¨¢s controlados? ?Qui¨¦n los debe controlar? Cinco son los frentes en los que la Uni¨®n Europea plantea regulaciones.
El ¨²ltimo viaje oficial de Mark Zuckerberg a Bruselas tuvo lugar poco antes de que estallara la pandemia. El fundador de Facebook entr¨® en los cuarteles generales de la Comisi¨®n Europea con un libro blanco bajo el brazo. Iba decidido a exigir menos reglas sobre los contenidos y, en lo que consideraba un gesto, se abr¨ªa a discutir una tasa digital. Esas pretensiones apenas tuvieron recorrido. El mensaje con el que se encontr¨® fue contundente: Bruselas no tiene por qu¨¦ adaptarse, sino m¨¢s bien al contrario. Y la fiscalidad no es negociable. ¡°Pague impuestos donde debe pagarlos¡±, le dijo con rotundidad solo dos meses m¨¢s tarde el comisario franc¨¦s Thierry Breton. La Comisi¨®n sigue tratando de poner coto al enorme poder de las grandes tecnol¨®gicas, que no ha hecho sino crecer a ra¨ªz de la pandemia. Estos son los cinco grandes frentes abiertos en Bruselas.
01. Competencia
Siete de las 10 mayores corporaciones mundiales son tecnol¨®gicas. De estas, cinco son estadounidenses (Apple, Microsoft, Amazon, Google y Facebook) y dos chinas (Tencent y Alibaba). Ninguna europea. El teletrabajo y los confinamientos han alimentado el negocio de esas firmas, permiti¨¦ndoles dar en apenas unos meses el salto que esperaban alcanzar en a?os. Bruselas las vigila con atenci¨®n para que ese poder no se traduzca en un abuso de mercado que expulse de forma casi autom¨¢tica a nuevas empresas. La vicepresidenta Margrethe Vestager ha advertido de la necesidad de actuar con rapidez para evitar que, en un entorno tan vol¨¢til, ese pu?ado de empresas barra a la competencia. Esa urgencia ha supuesto que plantee una ley que la faculte a exigir a una compa?¨ªa la venta de parte de su negocio en caso de que suponga un dominio absoluto del mercado.
02. Fiscalidad
El negocio virtual ha permitido a las tecnol¨®gicas aprovechar los agujeros fiscales que hay en la Uni¨®n Europea para tributar menos. Incluso nada. Seg¨²n Bruselas, el tipo impositivo medio de esas compa?¨ªas es de apenas el 9,5%, mientras que las empresas tradicionales asumen un 23,5%. El gran volumen de ventas que mueven esas corporaciones y el desplazamiento del negocio hacia el mundo digital suponen una p¨¦rdida de ingresos para los fiscos de la UE. Bruselas hasta ahora ha ido tratando de acabar con la creatividad fiscal declarando ilegales ayudas de Estado que consideraba que colocaban a esas empresas en una clara ventaja respecto al resto. El caso m¨¢s sonado fue el de Apple, a la que oblig¨® a devolver 13.000 millones a Irlanda. Sin embargo, esas actuaciones se toparon con el tribunal de Luxemburgo, que ha tumbado varias de esas decisiones, entre ellas la de Apple. El proyecto de crear un tributo m¨ªnimo de Sociedades a escala global puede servir en bandeja ahora a Bruselas la posibilidad de cercar por fin a las grandes tecnol¨®gicas.
03. Noticias falsas
La Comisi¨®n Europea sigue con preocupaci¨®n la propagaci¨®n de noticias falsas que, a su juicio, no hacen sino socavar los cimientos de la democracia europea. La atenci¨®n de Bruselas es mayor a ra¨ªz de la pandemia, dada la enorme cantidad de bulos que circulan por las redes sociales en un momento de emergencia. ¡°La pandemia es tambi¨¦n una infodemia. Va acompa?ada de una enorme ola de desinformaci¨®n y de enga?os a los consumidores¡±, advirti¨® recientemente la vicepresidenta Vera Jourov¨¢, encargada de Valores y Transparencia. La UE ve a Rusia y China detr¨¢s de la propagaci¨®n de algunas falsedades, sobre todo aquellas que quieren desestabilizar a los gobiernos europeos. Sin embargo, pretende que las tecnol¨®gicas asuman tambi¨¦n su responsabilidad, incluidas empresas de mensajer¨ªa como WhatsApp. Bruselas quiere que esas empresas se a?adan al c¨®digo europeo de buenas pr¨¢cticas para, por ejemplo, eliminar de sus dominios todos aquellos anuncios que contengan informaciones falsas.
04. Privacidad
Bruselas no solo quiere que las plataformas contribuyan a acabar con el discurso del odio en internet. Tambi¨¦n pretende que respeten la privacidad de sus ciudadanos, que en innumerables ocasiones tienen que aceptar ¡ªsin leerlas¡ª ceder parcelas de intimidad a cambio de acceder a servicios. La UE adopt¨® ya el Reglamento Europeo de Protecci¨®n de Datos (conocido por sus siglas en ingl¨¦s, GDPR), que se ha erigido en la referencia mundial. Seg¨²n avanz¨® The Wall Street Journal, Amazon se enfrenta a una multa de 425 millones de d¨®lares (unos 350 millones de euros) por supuestamente haber violado esas normas al haber recopilado y almacenado datos de los ciudadanos europeos con fines comerciales.
05. Gesti¨®n de datos
El 92% de los datos de los ciudadanos y empresas europeas est¨¢ en manos de corporaciones norteamericanas y chinas, seg¨²n el laboratorio de ideas CEPS. Millones de referencias sensibles est¨¢n, pues, en servidores de otras jurisdicciones, con el riesgo de que sus gobiernos puedan obligarlos a proporcionarlos en cualquier momento. Sin embargo, los datos son tambi¨¦n la materia prima que da a esas compa?¨ªas m¨¢s munici¨®n para alimentar sus algoritmos y seguir creciendo. Par¨ªs y Berl¨ªn, que ven en ese fen¨®meno una amenaza a la soberan¨ªa europea, han puesto en marcha la creaci¨®n de una gran nube europea que almacene los apuntes de las grandes compa?¨ªas. El fondo de recuperaci¨®n debe ser la gran palanca para crear las infraestructuras ?necesarias que pongan fin a esa fuga de datos.
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