Nuevas historias para no dormir
Hace medio siglo, las ¡®Historias para no dormir¡¯ de Chicho Ib¨¢?ez Serrador, genio de la televisi¨®n, llenaron de terror los hogares espa?oles. Paco Plaza, Rodrigo Cort¨¦s, Paula Ortiz y Rodrigo Sorogoyen le rinden tributo adaptando cuatro de aquellos episodios.
Aquel crujido de aquellas bisagras en aquella puerta. Aquellas letras de tipograf¨ªa neog¨®tico-estramb¨®tica temblando y despu¨¦s haci¨¦ndose a?icos al son de un grito pavoroso y un estruendo de tambor que, como dir¨ªa Eduardo Noriega en su papel de serial killer en Tesis, ¡°acojona, ?eh?, ?a que acojona?¡±. Y era verdad. Acojonaba lo suyo. ¡°Narciso Ib¨¢?ez Serrador presenta Historias para no dormir¡±, rezaban los r¨®tulos de marras previos a la emisi¨®n de piezas de entre media hora y una hora con t¨ªtulos sugestivos como La zarpa, El regreso, La pesadilla, El vidente, El cuervo y un largo etc¨¦tera, a veces con guiones propios (firmados con el seud¨®nimo de Luis Pe?afiel), otras adaptando a Ray Bradbury, otras a Poe¡ Y el terror, o al menos la inquietud ¡ªtambi¨¦n el humor, negro para m¨¢s se?as¡ª, entraba en los atribulados hogares de la Espa?a de entonces: 1966 (primera temporada), 1967-1968 (segunda), 1982 (tercera).
Chicho Ib¨¢?ez Serrador (Montevideo, 1935-Madrid, 2019) era aquel mago de la televisi¨®n que lo mismo hac¨ªa mearse de miedo a los ni?os malos que ve¨ªan su serie escondidos tras el mueble del sal¨®n a pesar de sus pap¨¢s y de los dos rombos que arrejuntaba a un pa¨ªs delante de la pantalla seg¨²n se mira a la mesa camilla a la derecha, para divertirse con el Un, dos, tres, responda otra vez, Kiko Ledgard, la calabaza Ruperta, los Supertaca?ones, las azafatas en minifalda, las pu?eteras llaves del Seat y el apartamento en Torrevieja. Por si algo le faltaba a NIS/Chicho, firm¨® dos peliculones de terror que siguen envejeciendo como los vinazos buenos, La residencia y ?Qui¨¦n puede matar a un ni?o? Tambi¨¦n ejerci¨® durante dos temporadas ¡ª1981-1982 y 1994-1995¡ª de anfitri¨®n del mejor cine de terror, presentando en TVE medio centenar de las mejores pel¨ªculas de la historia del g¨¦nero, en el espacio Mis terrores favoritos. As¨ª que, en resumen, sobran las razones para que vean la luz las nuevas Historias para no dormir que ahora llegan de la mano de los directores Paco Plaza, Paula Ortiz, Rodrigo Cort¨¦s y Rodrigo Sorogoyen. El tributo coral a Chicho consiste en cuatro adaptaciones de cuatro de los cap¨ªtulos m¨¢s populares de la serie original: La broma (Cort¨¦s), El doble (Sorogoyen), El asfalto (Ortiz) y Freddy (Plaza). Todos ellos ser¨¢n estrenados entre hoy y ma?ana en el Festival de Cine Fant¨¢stico de Sitges y a partir del 5 de noviembre ser¨¢n emitidos por la plataforma Amazon Prime V¨ªdeo y, despu¨¦s de seis meses, por TVE.
Es una soleada ma?ana de septiembre en el Parque de Atracciones de Madrid. Eso s¨ª: el sol no llega hasta los l¨²gubres t¨²neles de lo que fue en su d¨ªa El Viejo Caser¨®n, hoy reconvertido ¡ªes el signo de los tiempos¡ª en The Walking Dead Experience. Que es el sitio de miedo elegido para fotografiar a los cuatro cineastas. Vestidos de oscuro como no pod¨ªa ser de otra forma, pero entre risas y bromas (en realidad, muy poco terror¨ªficos), y con la banda sonora del ruido de los preparativos para las celebraciones de Halloween en el parque, se sientan y cuentan c¨®mo ha sido esta su personal forma de rendir homenaje al maestro.
Paco Plaza es el autor de la saga [REC], serie de cuatro pel¨ªculas de terrores zombis cuya primera entrega, estrenada en 2007, marc¨® un antes y un despu¨¦s en el cine de terror espa?ol y, seg¨²n legiones de seguidores, en el del cine de terror a secas. Plaza, que acaba de estrenar su nueva pel¨ªcula, La abuela, en el Festival de San Sebasti¨¢n, no solo es un admirador confeso del universo Chicho, sino que lleg¨® a trabajar a las ¨®rdenes de Ib¨¢?ez Serrador. Fue en el proyecto Pel¨ªculas para no dormir (2006), en el que participaron ?lex de la Iglesia, Enrique Urbizu, Mateo Gil, Jaume Balaguer¨®, el propio Plaza y el mism¨ªsimo Chicho. ¡°Establecimos una relaci¨®n muy personal¡, aunque, bueno, al final me despidi¨®, porque b¨¢sicamente me dijo que yo hac¨ªa lo que me sal¨ªa de los cojones cuando en realidad ten¨ªa que hacer lo que le sal¨ªa de los cojones a ¨¦l, ?ja, ja, ja!¡±, recuerda con sorna el director valenciano, que resume as¨ª la que para ¨¦l fue la virtud suprema de aquel maestro del miedo: su defensa a ultranza de lo popular: ¡°Su gran ense?anza como cineasta es que siempre era muy consciente de la importancia del p¨²blico. A veces hay gente haciendo una obra de creaci¨®n que parece que la hace solo por expresarse a s¨ª mismo. Chicho, cuando trabajaba un guion, pensaba en qu¨¦ estar¨ªa pensando el espectador de aquello, porque consideraba que su labor fundamental era entretener¡±.
Plaza escogi¨® adaptar el cap¨ªtulo titulado ¡®Freddy¡¯, la truculenta historia de un ventr¨ªlocuo y su mu?eco diab¨®lico en medio de una troupe de artistas de tercera de gira por provincias, perteneciente a la temporada de 1982. Es el ¨²nico de los cuatro remakes en el que aparece el propio personaje de Ib¨¢?ez Serrador. ¡°No pretend¨ª hacer una relectura de ese cap¨ªtulo original, sino que intent¨¦ imaginar una historia que transcurriera dentro de un rodaje de Chicho¡±, comenta el director de pel¨ªculas como Ver¨®nica y Quien a hierro mata. ¡°En realidad lo que yo quer¨ªa era la excusa para sacarle en pantalla, porque ¨¦l era un poco como Hitchcock a la hora de generar un icono de s¨ª mismo, pr¨¢cticamente una marca: su barba, su puro, su bufanda, su iron¨ªa, su sarcasmo, ese humor tan fino, y todo eso trasciende a la persona y al director de cine¡±. Plaza tuvo claro desde el principio que quer¨ªa sacar a Chicho como personaje y eligi¨® para ello al actor Carlos Santos, que en el cap¨ªtulo viste ropas del propio cineasta y que comparte reparto con Miki Esparb¨¦ y con Alejandro Ib¨¢?ez, hijo de Chicho.
Bien distinta fue la perspectiva asumida por Rodrigo Cort¨¦s en su adaptaci¨®n de ¡®La broma¡¯, uno de los episodios m¨¢s noir de la serie y basado en un relato original de Robert Arthur. Protagonizado por un soberbio ¡ªesto ya no es novedad alguna¡ª Eduard Fern¨¢ndez en el papel del insoportable personaje bromista que encarnara en su d¨ªa Narciso Ib¨¢?ez Menta, padre de Chicho, el segmento de Rodrigo Cort¨¦s cuenta tambi¨¦n con Nathalie Poza y Ra¨²l Ar¨¦valo en el reparto.
?Terror, ¡®La broma¡¯? No lo parece, sino m¨¢s bien un suspense anfetam¨ªnico propulsado por el talento de los tres actores y la puesta en escena del director de Buried, que habla as¨ª de su pel¨ªcula: ¡°La broma¡¯ tiene m¨¢s que ver con el cine negro que con el terror, y con esa vertiente Coen, por decirlo de alg¨²n modo, que mezcla con naturalidad lo horrible y lo divertido, y con lo directamente absurdo y rid¨ªculo. Por ejemplo, aqu¨ª se nos muestran cosas como que matar dentro de un coche es dif¨ªcil, o que matar a alguien es complicado porque tiende a no dejarse matar, que el cuerpo humano resiste mucho m¨¢s de lo que parece y cosas as¨ª¡±, explica el director.
La adaptaci¨®n de Rodrigo Cort¨¦s del universo Historias para no dormir resulta personal e intransferible, desde luego, y revela ¡ªcomo ocurre con la pel¨ªcula de Rodrigo Sorogoyen¡ª los abismos est¨¦ticos, narrativos y conceptuales que pueden mediar entre una serie de los a?os sesenta y unas producciones puestas en pie en pleno siglo XXI. Por supuesto, nada de telara?as ni sustos ni monstruos purulentos. Aunque lo cierto es que tampoco esa era en absoluto la especialidad de alguien como Narciso Ib¨¢?ez Serrador, mucho m¨¢s obsesionado con lo que est¨¢ detr¨¢s que con lo evidente y presente, con la sugerencia que con el escaparate.
¡°Cuando nos pusimos a ver aquellas pel¨ªculas para ver lo que se pod¨ªa verter de forma m¨¢s o menos literal¡±, explica Rodrigo Cort¨¦s, ¡°nos encontramos con que las ideas no se trasladaban con facilidad al mundo contempor¨¢neo, por muchas razones: por un lado, Chicho tuvo que trabajar con una enorme precariedad de medios, los episodios se rodaban en dos d¨ªas y en v¨ªdeo, en decorados a veces levantados sobre la marcha, un poco al modo del Un, dos, tres, con interpretaciones muy teatrales con alocuciones largas¡, y por otro todo ello estaba regido por unos c¨®digos muy determinados y hasta cierto punto ingenuos, teniendo en cuenta que en cierta forma iban dirigidos a un p¨²blico que tambi¨¦n lo era¡±.
El oscuro caser¨®n de madera que fue y sigue siendo f¨¢brica de sustos en el Parque de Atracciones parece un buen contexto para hablar con Rodrigo Cort¨¦s ¡ªm¨¢s all¨¢ de su adaptaci¨®n de ¡®La broma¡¯¡ª del terror, del cine de terror y de las ra¨ªces del g¨¦nero en Espa?a. ?l cree, directamente, que detr¨¢s de todo esto se encuentra un tal Francisco de Goya. Si el catedr¨¢tico Valeriano Bozal ya subray¨® en su d¨ªa la capacidad del artista para enlazar con tanta eficacia como belleza los universos de lo monstruoso y lo humano, Cort¨¦s vuelve a ese concepto que podr¨ªamos llamar lo monstruoso posible: ¡°Para m¨ª, las figuras de referencia en el terror espa?ol son Goya y lo pict¨®rico. Aqu¨ª hemos tenido grandes pintores y de ah¨ª han surgido muchas de nuestras pesadillas. La cotidianeidad de los terrores comienza a explorarse de una forma popular con Goya y ese acceso directo al inconsciente, esos monstruos generados por la raz¨®n en fuga¡±.
Paula Ortiz firma la adaptaci¨®n del cap¨ªtulo ¡®El asfalto¡¯ (1966), uno de los m¨¢s populares y tambi¨¦n de los m¨¢s extravagantes de todas las Historias para no dormir. La directora de pel¨ªculas como La novia y De tu ventana a la m¨ªa sit¨²a su contribuci¨®n m¨¢s en el ¨¢mbito de la angustia existencial que en el del propio terror: ¡°El episodio de ¡®El asfalto¡±, explica, ¡°es una idea muy simple que responde a un terror existencial, at¨¢vico, que es el terror a que te trague la tierra, a desaparecer de repente y que no pase nada; es la forma de terror m¨¢s ligada a la muerte, en el fondo¡±. Protagonizada por Dani Rovira (que tambi¨¦n toma el relevo de Narciso Ib¨¢?ez Menta) e Inma Cuesta, Paula Ortiz cree que esta historia de un pobre hombre al que se traga el asfalto sin remedio, basada en un relato original del escritor extreme?o Carlos Buiza, viene a ser una met¨¢fora del poder engullidor de las sociedades actuales: ¡°El sistema est¨¢ hecho para que nos ignoremos los unos a los otros, date cuenta de que esta es la historia de un hombre que se hunde en el asfalto y al d¨ªa siguiente la gente pasa por encima sin que ocurra absolutamente nada¡ Al final, esto refleja la idea como de una burocracia de la muerte¡±.
En cuanto a la figura de Ib¨¢?ez Serrador y su papel en el cine y en la televisi¨®n que se hizo y que se hace en Espa?a, Ortiz opina que su gran m¨¦rito fue ¡°construir todo aquello en medio de una sociedad muy yerma en muchos sentidos, no te digo nada en el sentido cultural, y en medio de una televisi¨®n muy yerma tambi¨¦n; por eso fue un pionero de la televisi¨®n en Espa?a¡±.
Lanzado el guante por Rodrigo Cort¨¦s en el asunto del cine de terror a la espa?ola y sus posibles ra¨ªces, Paula Ortiz acepta el reto y se incorpora al debate:
¡ªYo creo que la imaginaci¨®n m¨¢s hisp¨¢nica es seca. Desde toda la tradici¨®n literaria de las danzas de la muerte, estamos ante una forma de asomarse a lo desconocido muy diferente a la anglosajona, que tiene unos vuelos fant¨¢sticos, con criaturas m¨¢s alucinantes. Lo nuestro est¨¢ como m¨¢s ligado a la tierra, puede que, no s¨¦, por una cuesti¨®n de¡
¡ª?De presupuesto!¡ª lanza Rodrigo Cort¨¦s ante la carcajada general.
¡ª?Ja, ja, ja, puede ser! ¡ªtercia Ortiz. Pero, aparte de eso, quiero creer que la tradici¨®n mediterr¨¢nea tiene mucho de terrestre, de terrenal. Eso hace que muchos de los que hemos mamado cuentos de nuestra tradici¨®n echemos a volar de una forma que acaba cristalizada por Goya y que trabaj¨® Chicho.
Ni ella ni Rodrigo Sorogoyen hab¨ªan probado antes fortuna en el campo del terror o el suspense, al contrario que Rodrigo Cort¨¦s y, por supuesto, Paco Plaza. Y en el caso de Sorogoyen, autor de t¨ªtulos catapultados por cr¨ªtica y p¨²blico como Que Dios nos perdone o El reino, ni siquiera la figura de Chicho Ib¨¢?ez serrador estuvo nunca entre sus iconos, tal y como reconoce: ¡°Nunca fui un gran fan de Chicho Ib¨¢?ez Serrador y seguro que de los cuatro soy el menos conocedor de su mundo, pero cuando se me present¨® esta oportunidad me pareci¨® perfecta para, a partir de un relato ya cerrado, hacer una minipel¨ªcula para hablar de temas que me interesan, en concreto temas que estaban en ¡®El doble¡±. Sorogoyen convirti¨® este terror¨ªfico y deliciosamente anacr¨®nico episodio basado en un relato de Ray Bradbury en una moderna visi¨®n de nuestras neuras y nuestras ansias de vivir otra(s) vida(s), con Vicky Luengo y David Verdaguer como protagonistas. Y lo ambient¨® en el siempre turbulento ring de una pareja en problemas. ¡°No ten¨ªa muy claro qu¨¦ quer¨ªa hacer, la verdad, y tampoco s¨¦ muy bien lo que me ha salido¡±, admite. ¡°Cuando me embarco en contar una historia supongo que trato de hacerlo para contar temas que me interesan a m¨ª de una forma atractiva para el espectador. ¡®El doble¡¯ habla de una dualidad que ya se ha contado en el cine, la literatura, le televisi¨®n¡, pero a m¨ª me interesaba mucho hacerlo a trav¨¦s de la pareja, que es un mundo que ¨²ltimamente me obsesiona¡±.
Vuelven las Historias para no dormir. Vuelve Chicho. Vuelven a crujir las puertas. Los deliciosos miedos de los sesenta traducidos al lenguaje moderno. Como aconsejaba el propio Ib¨¢?ez Serrador, ¡°por favor, si¨¦ntense y disfruten del terror ajeno. Y no se giren en sus sillas, el horror y el misterio son contagiosos y pueden aparecer en su vida¡ en cualquier momento¡±.
Paco Plaza viste camisa negra de Massimo Dutti. Rodrigo Sorogoyen, camiseta de Zara. Paula Ortiz lleva un vestido de Maje y Rodrigo Cort¨¦s, jersey de cuello alto de Again Cashmere. Estilismo: Raquel Mej¨ªas.
Agradecimientos: Parque de Atracciones de Madrid. El Parque celebra hasta el 1 de noviembre su Especial Halloween.
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