Manifattura Bulgari: la mayor planta de producci¨®n de joyas de Europa
Una joven cantera de artesanos pone en funcionamiento cada d¨ªa la mayor planta de producci¨®n de joyas de Europa, la Manifattura Bulgari. Visitamos este complejo que la casa italiana ha levantado en Valenza, localidad que en el siglo XIX fue el epicentro de la orfebrer¨ªa en el continente.
A principios del siglo XIX, el maestro Francesco Caramora tuvo una corazonada. Formado en el arte de la orfebrer¨ªa que desde tiempos remotos se llevaba ejecutando en Voghera, en su Pav¨ªa natal, decidi¨® poner rumbo a Valenza, un pueblo de agricultores de la regi¨®n de Alessandria, al norte de Italia. All¨ª establecer¨ªa su taller de producci¨®n, desde el cual transmitir¨ªa el noble oficio del metal a futuros disc¨ªpulos. As¨ª se sentaron las bases de la que poco despu¨¦s ser¨ªa ya considerada como el epicentro de la orfebrer¨ªa en Europa. Hoy, el distrito de Valenza abarca ocho municipios especializados en la producci¨®n de joyas y piezas de orfebrer¨ªa de alta gama, la comarca con mayor densidad de orfebres de Italia y de empresas vinculadas al brillo made in Italy que defienden el trabajo pausado y minucioso de sus artesanos frente a los fren¨¦ticos tiempos de producci¨®n industriales. A las afueras de la ciudad, el r¨®tulo de una de las factor¨ªas destaca sobre el resto. Son las letras doradas que anuncian la entrada a la Mani?fattura Bulgari, ep¨ªtome del lujo italiano desde su creaci¨®n en 1884. ¡°Quisimos que el recuerdo de la est¨¦tica de Bulgari estuviera presente desde un punto de vista contempor¨¢neo. Es una manufactura ¨²nica que transmite la esencia del universo Bulgari, entre el legado y el futuro¡±, explica Mauro di Roberto, director del ¨¢rea de joyer¨ªa de la firma, minutos antes de la visita por sus instalaciones.
Con una extensi¨®n total de 15.000 metros cuadrados, la herencia de Caramora es palpable en cada rinc¨®n de esta planta de producci¨®n inau?gurada en 2017. Su dise?o, a cargo del estudio de arquitectura Open Project, se compone de dos edificios de estilos bien diferenciados y conectados entre s¨ª. El complejo m¨¢s voluminoso, de obra nueva, alberga las salas de producci¨®n bajo una piel met¨¢lica exenta de barreras visuales frente a la naturaleza. Consta de tres plantas distribuidas en torno a un patio interior de unos 600 metros cuadrados, un desaf¨ªo arquitect¨®nico que garantiza luz natural en cada puesto de trabajo. El segundo edificio, restaurado por completo y ampliado con una nueva ala revestida de vidrio, es todo un s¨ªmbolo de la ciudad. Se trata de la Cascina dell¡¯Orefice, la granja que adquiri¨® Caramora en 1860 como residencia y lugar de trabajo, y que goz¨® de fama internacional. Existen incluso referencias a su taller en los mapas napole¨®nicos. ¡°Este es un lugar hist¨®rico. La primera producci¨®n de joyer¨ªa se hizo aqu¨ª, por lo que nos parec¨ªa extremadamente valioso planificar la planta en este lugar¡±, apunta Mauro di Roberto. La fama y la labor de Caramora, que convirti¨® Valenza en la capital mundial del oro, no le eximi¨® de deudas. El caser¨ªo fue puesto a la venta tras su muerte. Lo compr¨® uno de sus ayudantes, Piero Canti. Dos siglos despu¨¦s, ya en manos del imperio Bulgari y como emblema del grupo LVMH al que pertenece la firma italiana, esa misma energ¨ªa que transmit¨ªa Caramora a sus alumnos sigue viva en las entra?as de la mayor manufactura joyera de Europa.
Tras abandonar la zona hist¨®rica, destinada a oficinas y salas de reuniones y armada por elementos comunes a sus tiendas de todo el mundo (las celos¨ªas geom¨¦tricas, el m¨¢rmol y la madera de roble italianos o la estrella de ocho puntas), uno se adentra en las instalaciones de producci¨®n, un laboratorio de artesanado que se mueve con soltura entre pasado y futuro cuyo punto de partida se encuentra en las salas de modelaje. Aqu¨ª se mezclan t¨¦cnicas ancestrales como el moldeo a la cera, usado para piezas peque?as de poca complejidad formal, con la impresi¨®n 3D, destinada a las partes m¨¢s complejas. A continuaci¨®n se suceden las 18 islas que comprenden la planta de producci¨®n. Martina, de 32 a?os, es la encargada de una de ellas. Enfundada en unas deportivas de leopardo y con gafas de pasta, esta ingeniera mec¨¢nica aterriz¨® en la manufactura hace cinco a?os. ¡°Aqu¨ª aprendemos todos a hacer de todo¡±, anuncia refiri¨¦ndose a cada una de las fases del proceso por el que la pieza de oro sacada del molde se transforma en una joya de orfebrer¨ªa. Desde el montaje hasta el grabado del c¨¦lebre made in Italy, pasando por la incrustaci¨®n de los diamantes y piedras preciosas o el enjabonado. Su metodolog¨ªa sigue los pasos tradicionales que establecieron orfebres como Caramora, pero supervisado por pantallas digitales.
La juventud es un denominador com¨²n en casi todos los departamentos. ¡°Muchos de nuestros artesanos son de fuera, sobre todo del sur de Italia. Desde que abrimos en 2017 hemos doblado el n¨²mero de operarios, de 350 a los 700 actuales, y gran parte de la plantilla es gente joven, un buen indicador para nosotros, ya que nos garantiza un futuro. Estas chicas y chicos aportan mucha energ¨ªa, algo muy valioso tambi¨¦n para la ciudad¡±, se?ala Mauro di Roberto. Perpetuar este noble oficio entre las nuevas generaciones es uno de los objetivos de la empresa y valor fundamental de la Academia Bulgari. Esta escuela t¨¦cnica recibe cada a?o nuevos estudiantes procedentes de distintas universidades para instruirles en las diferentes t¨¦cnicas que conforman la orfebrer¨ªa. ¡°El mercado est¨¢ en auge y todo el mundo est¨¢ buscando orfebres. Hoy en d¨ªa nuestro gran handicap es encontrar gente joven que quiera desem?pe?ar y aprender los resortes de este oficio¡±, explica Di Roberto.
Poner en valor el espacio en el que trabajan sus artesanos supedit¨® la propia construcci¨®n del edificio junto a un ambicioso plan de sostenibilidad que recibi¨® el certificado internacional Gold LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) que se otorga a proyectos con bajo impacto medioambiental en su planificaci¨®n. ¡°El espacio maximiza el uso de luz natural junto a la iluminaci¨®n led de las instalaciones. Utiliza solo electricidad procedente de fuentes renovables. Tambi¨¦n se sirve de sistemas de riego que permitan reutilizar el agua, disminuyendo su consumo hasta en un 42%¡±, detalla Eleonora Rizzu?to, directora de responsabilidad social corporativa de Bulgari.
La cantidad de piezas que salen de sus talleres pasa a un segundo plano frente a las horas que cada artesano desempe?a en las distintas fases de producci¨®n. ¡°Es lo que realmente aporta valor a la joya¡±, se?ala Di Roberto. Las manos de sus artesanos trabajan algunas de las piezas m¨¢s preciadas de la firma italiana, como las espirales facetadas que homenajean al coliseo de Roma en la l¨ªnea B.zero1 o el caracter¨ªstico cordel articulado de las piezas Serpenti, las m¨¢s laboriosas del cat¨¢logo de la marca. Esculpidas en oro blanco y reconocibles por las dos esmeraldas que dan forma a los ojos del reptil, algunas de ellas cuentan con hasta 82 diamantes incrustados a mano. Seg¨²n explica Martina, esta tarea implica la labor de tres personas durante toda una semana. Un meticuloso trabajo del que se siente muy orgullosa: ¡°Antes me dedicaba al sector de la alimentaci¨®n, pero esto resulta mucho m¨¢s interesante, ya sabes lo que significan las joyas para una chica¡±. La labor artesanal que desempe?a esta joven cantera de artesanos en Valenza se suma al laboratorio de alta joyer¨ªa de Bulgari en Roma, la f¨¢brica de accesorios de Florencia y los talleres de relojer¨ªa que posee la marca en Suiza. Un cap¨ªtulo m¨¢s de ese matrimonio bien avenido que la firma italiana ha establecido con la artesan¨ªa de su pa¨ªs a lo largo de toda su historia y que, como los diamantes que embellecen cada d¨ªa sus artesanos, de momento parece irrompible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.