Los residuos que unos quieren y otros no
Vecinos y activistas de Nerva llevan a?os en pie de guerra contra un vertedero en los aleda?os del r¨ªo Tinto. Pero, hasta hoy, todas sus denuncias han sido archivadas.
A un lado, algunos ciudadanos del pueblo minero de Nerva (Huelva), que llevan 23 a?os reclamando su cierre. Al otro, y a 800 metros de distancia, un centro de residuos peligrosos e industriales de la compa?¨ªa DSM al que sus opositores califican como el ¡°retrete t¨®xico m¨¢s grande de media Europa¡±. Desde el aire, es una mancha irregular gris de parcelas cubiertas con pl¨¢stico y limitadas por filas de neum¨¢ticos, balsas y terrazas de decenas de metros de espesor.
A ras de tierra, el terreno cercano se convierte en una suerte de polvo lunar hecho de un fango oscuro. Es casi como andar en otro planeta. Y el agua marr¨®n de la escorrent¨ªa que procede del complejo hace crecer un arroyo.
Esas aguas ir¨¢n a parar al r¨ªo Tinto, un paisaje protegido por la Junta de Andaluc¨ªa. Investigadores del Centro de Astrobiolog¨ªa del CSIC-INTA y la NASA han perforado all¨ª para estudiar su microbiolog¨ªa y dise?ar las futuras misiones espaciales que buscar¨¢n vida en Marte. Hay una propuesta de convertir el r¨ªo Tinto en patrimonio de la humanidad. Est¨¢ en el aire por la cercan¨ªa del vertedero.
La protecci¨®n del Tinto es la segunda raz¨®n por la que Juan Romero, profesor de instituto y miembro de Ecologistas en Acci¨®n, se opuso all¨¢ por 1998. La m¨¢s importante, dice, es la vida de la gente de Nerva y los pueblos cercanos. ¡°No se puede instalar un centro de residuos t¨®xicos a 800 metros de donde viven personas¡±. Calcula que hay entre 8 y 10 millones de toneladas de residuos peligrosos de todo tipo, ¡°excepto los radiactivos¡±. Su organizaci¨®n, asegura, ha comprobado que decenas de miles de toneladas de basura peligrosa han llegado desde Italia y Montenegro. Y lo m¨¢s grave: los residuos no se tratan, se entierran, ¡°como hac¨ªan los romanos¡±. Dice que los lixiviados de las lluvias acabar¨¢n, Tinto abajo, en el golfo de C¨¢diz y las playas de Huelva.
Pero es DSM quien ha ganado todos los pulsos legales. Un complejo as¨ª no se habr¨ªa podido instalar tan cerca de un n¨²cleo urbano bajo el antiguo reglamento del Gobierno del dictador Franco, que exig¨ªa una distancia m¨ªnima de dos kil¨®metros para cualquier instalaci¨®n en la que se produjeran actividades insalubres, nocivas o peligrosas. Las denuncias sobre la cercan¨ªa, los tribunales las desestimaron al considerar que el centro es seguro. Otra denuncia sobre vertidos ilegales al Tinto fue archivada tras afirmarse que no se pod¨ªa probar contaminaci¨®n debido al elevado nivel de metales pesados que el r¨ªo lleva en soluci¨®n.
La capacidad de protesta en Nerva recae sobre una poblaci¨®n envejecida, arguye Romero. Sospecha que hay planes para extender la vida del vertedero m¨¢s all¨¢ de 2035, y lleva a?os reclamando que se hagan estudios epidemiol¨®gicos en la regi¨®n para ver su presunto impacto en la salud. Silencio pol¨ªtico como respuesta.
?Se entierran sin m¨¢s los residuos? ?Por qu¨¦ tan cerca de un n¨²cleo urbano? ¡°No tengo un punto de vista, tengo que cumplir una ley¡±, explica Nereida Pascual, directora del complejo DSM. ¡°Dependiendo del tipo de residuos, tenemos que hacer unos tratamientos¡±. Unos ¡°llevan a un vertido directo¡±, por ¡°no existir alternativa¡±, mientras que otros ¡°llevan un tratamiento previo al vertido¡±. Pascual afirma que el centro gestiona unas 250.000 toneladas al a?o procedentes de Andaluc¨ªa, del resto de Espa?a y de otros puntos de Europa.
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