Humor involuntario
No se crean que lo de la longitud de la mesa era para evitar el contagio del virus. Nos encontramos ante un caso de comunicaci¨®n no verbal, cuya eficacia proviene de su falta de codificaci¨®n, como si careciera de gram¨¢tica o, de haberla, su conocimiento se hallara en posesi¨®n de unos pocos. Un buen vendedor de coches sabe con qui¨¦n y en qu¨¦ momento puede romper la burbuja de respeto de su v¨ªctima y echarle la mano por el hombro, como si se conocieran de toda la vida. Un director general, en cambio, no se atrever¨ªa, en una recepci¨®n real, a abrazar a los reyes. O sea, que un poco de sintaxis s¨ª sabemos. No obstante, insistimos, los mensajes de este tipo de lenguaje funcionan de inconsciente a inconsciente. Digamos que la comunicaci¨®n no verbal act¨²a al margen de la voluntad de sus actores, de ah¨ª que en muchas ocasiones nos encontremos diciendo una cosa con la boca y su contraria con los gestos.
Todo esto era para se?alar que la comunicaci¨®n no verbal de Vlad¨ªmir Putin resulta algo grosera. Necesit¨® una mesa de cinco metros, que casi no cab¨ªa en la portada de los peri¨®dicos, para marcar distancias. Quiz¨¢ pens¨® otras formas m¨¢s sutiles de hacerlo y no le vinieron a la cabeza, no hemos logrado averiguarlo. Es posible que desconf¨ªe de las capacidades intelectuales de Occidente para captar las se?ales del disgusto ruso. ?l o sus asesores tuvieron, eso s¨ª, un rasgo de humor (?involuntario?) al colocar en la mitad del desierto que separaba a los dos mandatarios un adorno floral que parece un tumor. En resumen, le habr¨ªamos entendido igual con menos metros de mesa, se?or Putin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.