A los ucranios, que les zurzan

Mucho hab¨ªa o¨ªdo yo hablar del imperialismo, pero no supe lo que era de verdad hasta que conoc¨ª a Oliver Stone. Fue hace unos a?os, en Bruselas, donde un jurado presidido por el cineasta estadounidense tuvo la generosidad de premiar un libro m¨ªo. Stone result¨® ser un hombre encantador, pero, tras compartir un d¨ªa entero con ¨¦l, conversando y atendiendo a los periodistas, comprend¨ª que, para el director de JFK, el mundo se divide entre Washington y Mosc¨²/Pek¨ªn; los dem¨¢s no existimos, o s¨®lo existimos si aceptamos que nuestro papel se limita a respaldar o erosionar a Mosc¨²/Pek¨ªn o Washington, que apenas somos extras en la gran superproducci¨®n de la historia (como Stone odia a Washington con alma, coraz¨®n y vida, cuanto socava su poder le parece bien, sea lo que sea; de ah¨ª su entusiasmo por Putin, o por Castro o Chaves). Quien no asume esta evidencia es un ignorante o un ingenuo o un moralista o un hip¨®crita, probablemente un c¨®mplice de Washington. A esto, que antes se llamaba imperialismo, ahora se le suele llamar geoestrategia o, mejor a¨²n, puro y simple realismo.

Es muy posible que los ucranios est¨¦n siendo v¨ªctimas de una guerra activada por esta visi¨®n del mundo. Seg¨²n ella, el responsable de la invasi¨®n de Ucrania no es Putin sino Occidente ¡ªes decir, Washington¡ª, que ha instaurado un Gobierno t¨ªtere en Ucrania y ha injertado en el cerebro de los ucranios la absurda idea de querer vivir en democracia y ser europeos, lo que no le ha dejado a Putin otra opci¨®n que irrumpir a sangre y fuego en su pa¨ªs con el fin de neutralizar la amenaza que supone para Rusia. ?Que Zelenski arras¨® con el 73,22% de los votos en las elecciones que lo llevaron al poder? Y qu¨¦. ?Que una mayor¨ªa de ucranios ¡ªen torno al 70%¡ª implora desde hace a?os que alguien ¡ªla OTAN: qui¨¦n si no¡ª los proteja de Putin? Que les zurzan. ?Que, seg¨²n una encuesta realizada este a?o por el Instituto Sociol¨®gico Rating, el 91? de los ucranios est¨¢ a favor de ingresar en la UE? Que se jodan. Pero, vamos a ver, ?qu¨¦ se ha cre¨ªdo esta gente? ?Que puede decidir su futuro por su cuenta, al margen de los imperios y sus zonas de influencia? ¡°Los fuertes hacen lo que pueden¡±, escribe Tuc¨ªdides en la Historia de la guerra del Peloponeso, ¡°y los d¨¦biles sufren lo que deben¡±. Pues apl¨ªquense el cuento, amigos ucranios: si no quer¨ªan ser masacrados, no haber colocado ah¨ª su pa¨ªs, a las puertas de Rusia (o en la propia Rusia, como sostiene Putin en Sobre la unidad hist¨®rica de rusos y ucranios, de 2021). Pero ?a qui¨¦n se le ocurre, almas de c¨¢ntaro? Con la de sitio que hay en el mundo¡­ Adem¨¢s, seg¨²n denuncian con raz¨®n Pablo Iglesias y sus compinches, Ucrania no es una democracia mod¨¦lica, sin contar con que, en esta guerra, ha cometido atrocidades, igual que Santiago Abascal y sus compinches denuncian con raz¨®n que no era una democracia mod¨¦lica la II Rep¨²blica y que, en la Guerra Civil, cometi¨® atrocidades, dos imputaciones de las cuales se deduce que ni la precaria democracia ucrania ni la espa?ola deber¨ªan quejarse de que las aniquilen la democracia impoluta de Putin y la democracia org¨¢nica de Franco. En suma: con la invasi¨®n de Ucrania, Putin no est¨¢ haciendo otra cosa que intentar resarcir a los sufridos rusos de las sucesivas humillaciones que las potencias vencedoras de la Guerra Fr¨ªa les han venido infligiendo en los ¨²ltimos a?os (humillaciones de las cuales la europeizaci¨®n de Ucrania s¨®lo es un nuevo episodio, una gratuita provocaci¨®n m¨¢s), igual que, con la invasi¨®n de Polonia, Hitler no hizo otra cosa que intentar resarcir a los sufridos alemanes de las sucesivas humillaciones que los vencedores de la I Guerra Mundial les infligieron desde los Pactos de Versalles. Es que hay gente que no se entera de nada.

Gracias a Dios, para eso est¨¢n los geoestrategas y los realistas, la gente que sabe. Los dem¨¢s, los moralistas o ignorantes o ingenuos, las personas normales y corrientes que creemos que una democracia precaria es mil veces preferible a una dictadura y que un Estado soberano tiene derecho a elegir su futuro, deber¨ªamos callarnos y no incordiar a las grandes potencias mientras hacen su trabajo. Silencio: se rueda.