Guitarricadelafuente y la m¨²sica de la Espa?a vac¨ªa
De Benic¨¤ssim a la aldea de Cuevas de Ca?art. Sus canciones buscan crear un lugar imaginario para la memoria y las emociones que se guardan en los pueblos perdidos de la geograf¨ªa espa?ola. A sus 24 a?os, es uno de los grandes nuevos talentos musicales.
Como en un cuento, hay que subir unas escaleras desde la parte baja de la vieja casa para llegar al granero. All¨ª arriba, entre guitarras antiguas, bandurrias, ba¨²les con ropa de jotero y faldones, siempre suced¨ªa la magia. Guitarritacadelafuente habla de la casa familiar de su pueblo como si estuviese encantada. ¡°Despu¨¦s de comer, ¨ªbamos al granero mis abuelos, mis padres, mis t¨ªos, mi hermana y mis primos, y nos pon¨ªamos a tocar¡±, cuenta mientras entorna los ojos. ¡°Era una fiesta. Como la puerta de la casa estaba siempre abierta, cuando ven¨ªan nuestros amigos a buscarnos, tambi¨¦n sub¨ªan y se pon¨ªan a tocar. Hab¨ªa un ambiente muy especial¡±. El pueblo es Cuevas de Ca?art, una aldea de origen medieval de unos 70 habitantes situada en la provincia de Teruel. Anclado en mitad del bello paisaje del Maestrazgo, dominado por pinos silvestres y sabinas rastreras, este pueblo, que conserva restos de conventos e iglesias barrocas, es un sitio apartado del mundo. Y la casa familiar donde el m¨²sico ha pasado tantos veranos, con su granero en lo alto, se encuentra en mitad de la poblaci¨®n. All¨ª, Guitarricadelafuente conoci¨® por primera vez en su vida ¡°la semilla de la m¨²sica¡±. Y desde esos d¨ªas no ha parado de germinar.
Al m¨²sico le asaltan recuerdos de aquellas comidas familiares y reuniones improvisadas presididas por su abuela Carmina cuando trata de buscar el momento exacto en el que sinti¨® una conexi¨®n especial con la m¨²sica. Entonces era un ni?o que miraba fascinado lo que pasaba en el jolgorio extraordinario del granero familiar cuando su t¨ªo Juan Carlos se pon¨ªa a tocar la guitarra. Ahora, a sus 24 a?os, es uno de los m¨²sicos emergentes que con m¨¢s fuerza han irrumpido en la m¨²sica espa?ola en los ¨²ltimos a?os y tambi¨¦n la m¨¢s reciente gran apuesta de la discogr¨¢fica Sony, una de las majors a nivel mundial, que, al igual que hizo con Rosal¨ªa o C. Tangana, lo ha presentado en su convenci¨®n latinoamericana para promover su m¨²sica al otro lado del Atl¨¢ntico. Se trata de un joven talentoso con un estilo particular¨ªsimo que se ha embarcado en una amplia gira de verano con parada en los principales festivales espa?oles con el fin de presentar La cantera, un ¨¢lbum tan extra?o como interesante, en el que se citan las influencias folcl¨®ricas de su pueblo aragon¨¦s, ejemplo de la Espa?a vac¨ªa, con otras latinoamericanas. Y adem¨¢s a todas ellas se les aplica avances de las m¨²sicas urbanas y contempor¨¢neas. En definitiva, un trabajo inaudito. ¡°He sacado lo que soy. Es un disco muy visceral y con una parte muy sentimental¡±, dice su autor.
?Qui¨¦n es Guitarricadelafuente? Su nombre real es ?lvaro Lafuente. Hijo de un funcionario de Hacienda y una m¨¦dico, este joven int¨¦rprete naci¨® en Benic¨¤ssim, la ciudad valenciana donde a los 15 a?os aprendi¨® de forma autodidacta a tocar la guitarra que le regal¨® su padre. ¡°Miraba v¨ªdeos de YouTube y posaba los dedos en las cuerdas en la posici¨®n seg¨²n ve¨ªa que lo hac¨ªa la gente. No me sab¨ªa los acordes, pero s¨ª la posici¨®n de los dedos¡±, confiesa. Dos de esos v¨ªdeos se le quedaron ¡°tatuados¡±. Uno se llama Cuba feliz. ¡°Aparecen varios m¨²sicos que van a la puerta de una se?ora mulata imponente en una calle de La Habana y se ponen a cantar L¨¢grimas negras de una forma supernatural. La gente est¨¢ pasando con la bicicleta y ves que la m¨²sica est¨¢ impregnada en la calle¡±, explica. El otro es una boda gitana de Las Montoya en la playa. ¡°Madre, hija y nieta est¨¢n cantando con mucha emoci¨®n. Se me qued¨® ese esp¨ªritu que se respiraba¡±. No dejaba de ver estos v¨ªdeos, como tantos otros que buscaba por internet, encerrado en su habitaci¨®n de su casa en Benic¨¤ssim. Se pasaba horas practicando a solas con la guitarra. Aquel tiempo de exploraci¨®n y aprendizaje es lo que ahora llama ¡°la parcela personal¡±.
A trav¨¦s de los recuerdos, Guitarricadelafuente vuelve a viajar al pueblo familiar, donde ha pasado todos los veranos y ha vivido tantas fiestas populares y jaranas caseras, para explicar que esa parcela personal se empez¨® a construir en Cuevas de Ca?art. O, m¨¢s bien, all¨ª, en un diminuto lugar del campo aragon¨¦s, empez¨® a imaginarla. ¡°Cantar con mis primos en las pe?as del pueblo influy¨® en mi base, en mi gusto¡±, dice. ¡°Toc¨¢bamos rumbas, jotas, cosas animadas y f¨¢ciles¡ ?ramos como Los Delincuentes. Solo quer¨ªamos estar en familia y entre amigos¡±. Ese ambiente ser¨ªa el que m¨¢s tarde le empuj¨® a aprender por s¨ª mismo a tocar la guitarra y cantar. De hecho, una de las primeras canciones que compuso, Guantanamera, hace referencia a ¡°la vida en la plazuela¡±, es decir, a todos esos d¨ªas en la plaza del pueblo ¡°a la luz de Lorenzo¡±, se?ala parafraseando a Los Delincuentes.
Lorenzo pega bien en la costa valenciana, m¨¢s concretamente en Benic¨¤ssim. La misma ciudad tur¨ªstica donde creci¨® ¡ªestudi¨® la carrera de Arquitectura en la vecina Castell¨®n¡ª fue donde, m¨¢s all¨¢ de los veranos en Cuevas de Ca?art, tuvo que empezar a moverse como m¨²sico amateur. Una vez que se sinti¨® seguro con su autoaprendizaje con la m¨²sica, particip¨® en los castings de La Voz y Operaci¨®n Triunfo. ¡°Lo hice porque estaba asqueado¡±, reflexiona. ¡°Sent¨ªa que no ten¨ªa salida con mi vida. Yo ensayaba y grababa en mi casa, pero no hac¨ªa m¨¢s con mi m¨²sica. Me present¨¦ sin tener ni puta idea de qu¨¦ hac¨ªa. Solo pensaba: ¡®Voy a presentarme a ver si cambia r¨¢pido mi situaci¨®n¡±. Fue rechazado en ambos castings, aunque recuerda con m¨¢s humor c¨®mo le dijeron en Operaci¨®n Triunfo que no era v¨¢lido. ¡°Me present¨¦ con mi guitarra. Hice una larga cola y, justo cuando me va a tocar, me dicen que tengo que cantar a capela. No sirve de nada mi guitarra. Me ponen ah¨ª y empiezo a cantar. Acabo y digo que si canto otra. Me contestan: ¡®?No, gracias, puedes irte para tu casa!¡±, cuenta entre risas. ¡°En el fondo, creo que fue guay y me puso las pilas¡±.
A ¨¦l no le sucedi¨® como a Amaia o Alfred, que se hicieron famosos de la noche a la ma?ana por Operaci¨®n Triunfo. Tuvo que empezar a ir por los bares de la ciudad preguntando si a alguien le interesaba que un chaval con una guitarra amenizase las tardes a los clientes. ¡°Llegaba y dec¨ªa: ¡®Hola, ?puedo tocar?¡¯. Y me contestaban: ¡®Pues no¡±, recuerda con una sonrisa. Nadie le contrataba como m¨²sico, pero s¨ª como camarero. Trabajaba en tascas mientras sab¨ªa que no pod¨ªa desistir en su af¨¢n por subirse a un escenario. Porque el mismo internet que le hab¨ªa ayudado a ser guitarrista le daba aliento en su b¨²squeda de un lugar. ¡°Hab¨ªa subido tres canciones a internet por mi cuenta, Guantanamera, El Conticinio y Catalina, y hab¨ªan tenido un recibimiento muy bueno. Estaban por s¨ª solas tirando de mucha gente, as¨ª que estaba un yo en el streaming y hab¨ªa otro yo en Benic¨¤ssim que no se enteraba de nada y que buscaba desesperadamente sitios para tocar¡±. Esa conjunci¨®n de yoes daba como resultado un adolescente con ganas de darse a conocer y que, a su vez, era el mismo chaval que tambi¨¦n se nutr¨ªa de acudir cada verano a los festivales que ten¨ªan lugar en su localidad, el FIB y el Rototom Sunsplash. En ambos eventos, cuenta, aprovechaba para vender rodajas de sand¨ªa a los que pasaban por all¨ª.
De la venta ambulante pas¨® finalmente a los escenarios. En 2018 consigui¨® dos actuaciones en Benic¨¤ssim y otra en Valencia, pero lo sorprendente fue que la cuarta le sali¨® en Madrid. Se fue hasta la capital y alucin¨® con el recibimiento. ¡°No me esperaba que fuera tanta gente a mi primer concierto. Fue en Malasa?a, en el bar Lucy in the Sky. No entend¨ªa nada¡±, recuerda. Decidi¨® montar otro y vendi¨® todas las entradas en cuesti¨®n de minutos. ¡°En ese momento s¨ª que me di cuenta de que ten¨ªa la oportunidad de poder volcarme en la m¨²sica. Pod¨ªa intentar vivir de ello. No paraba de pensar: ¡®Co?o, qu¨¦ bien lo que se me ha venido encima¡¯. Decid¨ª que iba a luchar por mi proyecto¡±. No solo llen¨® la sala, sino que aparecieron representantes discogr¨¢ficos preguntando por ¨¦l. Tan grande fue la respuesta en esa segunda actuaci¨®n en Madrid que, entre todos los que se le acercaron tras el concierto, conoci¨® a Jacobo Dom¨ªnguez, que poco despu¨¦s se convirti¨® en su manager. ¡°Me pregunt¨® que si ten¨ªa representante y le contest¨¦: ¡®Eso ?para qu¨¦ sirve?¡±, rememora con media sonrisa. ¡°Todo iba muy deprisa. Inmediatamente despu¨¦s de esos dos conciertos, decid¨ª vivir en Madrid, aunque iba mendigando casas. Lo ten¨ªa claro, aunque mi familia no entend¨ªa muy bien la magnitud de los acontecimientos¡±.
Con un pelazo rizado y una tez morena que reluce al brillo de unos ojos almendrados, Guitarricadelafuente se mueve con gestos lentos. La entrevista tiene lugar en una cafeter¨ªa de Madrid. Lleva la camisa veraniega cuidadosamente desabrochada hasta dejar ver un amplio colgante mientras una pulsera met¨¢lica baila en una de sus mu?ecas. Acaba de aterrizar de Sicilia, donde ha sido invitado a tocar por una marca de moda, territorio en el que tambi¨¦n est¨¢ abriendo puertas importantes como modelo ocasional. Habla pausadamente y parece que nunca tiene prisa por expresarse, aunque su carrera empezase a ir a gran velocidad desde esos dos conciertos en Madrid, una ciudad dif¨ªcil y competitiva donde el joven m¨²sico buscaba hacerse un hueco entre 2018 y 2019. Sin embargo, cuenta, no se le daba bien ¡°el net?working¡±, tal y como lo califica. ¡°Nunca tuve cultura de ir a conciertos. No acud¨ªa a salas ni a sitios clave a conocer a gente ni me mov¨ªa como hay que moverse en este negocio¡±, se?ala. A esa falta de sociabilidad profesional se le sumaba que siempre acumulaba ¡°muchas ideas dispersas en la cabeza¡±. ¡°Ten¨ªa muchas influencias, pero no las ten¨ªa rematadas. Necesitaba crear un imaginario, es decir, asentar todas las ideas en la mesa y poder darles formas en un trabajo¡±. Se meti¨® en una gira al tiempo que preparaba canciones para un disco con el que demostrar que ¡°no era solo eso¡± que se ve¨ªa en el escenario. ¡°En diciembre de 2019 empec¨¦ a trabajar con Ra¨¹l Refree [m¨²sico y productor que ha trabajado con Rosal¨ªa o S¨ªlvia P¨¦rez Cruz] en mi primer disco. El ¨¢lbum me lo iba a pagar yo¡±, recuerda. ¡°Ten¨ªa una historia que contar¡±, sentencia.
Ese disco es La cantera, una obra que ha tardado dos a?os y medio en ver la luz. Tras la pandemia, su autor decidi¨® meterse de nuevo a trabajar en las canciones y buscar un territorio mejor para todo el proyecto. Tambi¨¦n baraj¨® todas las ofertas discogr¨¢ficas que le hab¨ªan llegado y se decant¨® por Sony. Esta gran compa?¨ªa, seg¨²n ¨¦l, entendi¨® su proyecto. Una aspiraci¨®n art¨ªstica en la que el cantante y compositor estaba obsesionado con crear ¡°un lugar imaginario¡± para su m¨²sica. De alguna forma, quer¨ªa ensanchar extraordinariamente aquella parcela personal que empez¨® a construir en su habitaci¨®n de Benic¨¤ssim. Para ello, necesit¨® regresar al pueblo, a Cuevas de Ca?art, al sitio donde su familia y sus amigos se reun¨ªan en la plazuela o en el granero para compartir canciones populares y tradicionales. ¡°En el pueblo, todos ¨¦ramos de sitios diferentes y eso era muy enriquecedor. Cuando nos pon¨ªamos a tocar, hab¨ªa uno de Barcelona, otros de Zaragoza, otros de Madrid, otros de Valencia¡ Hab¨ªa m¨²sicas y estilos diferentes, y los compart¨ªamos todo el tiempo¡±, comenta. ¡°Por eso, creo que el lugar de origen es muy importante. Mi pueblo es un punto de partida con el que quiero llegar a otro espacio m¨¢s grande¡±.
El espacio al que apela Guitarricadelafuente es como un hechizo. Un lugar imaginario que late en La cantera. Canciones que reviven aspectos emocionales de todos esos pueblos perdidos a lo largo y ancho de una geograf¨ªa desamparada. Escucharle es como recorrer la Espa?a vac¨ªa desde un dron y con mirada renovada. L¨ªrica tradicional mezclada con atm¨®sferas entre lo antiguo y lo moderno, sin ser retro ni mimetizar sonidos a?ejos y con capacidad para evocar. ¡°Creo que un mensaje muy representativo de mi generaci¨®n es el ¨ªmpetu por recuperar lo genuino. Vivimos en una sociedad con demasiadas cosas al alcance y, de tanto, te quedas con nada. Hay un gusto clar¨ªsimo por lo genuino en la comida, el paisaje, las relaciones¡ Es decir, tenemos ¨ªmpetu por recuperar lo de verdad¡±. El t¨ªtulo del disco hace referencia a la ¡°cantera¡± de los pueblos, a todo ese grupo de chavales que llegan cada verano a los sitios de donde vienen sus familiares. ¡°El disco busca tener ese v¨ªnculo con las ense?anzas de nuestros bisabuelos y antepasados. A nosotros nos toca construir el folk que se escuchar¨¢ en el futuro¡±. Y sentencia con una idea, que suelta con una sonrisa: ¡°Lo llamar¨ªa lo tradicional futurista. Llevar el pasado al futuro¡±.
Pasado y futuro encontrando un lugar. Guitarricadelafuente asegura que le encanta el misticismo y los viajes de ida y vuelta que hay dentro del folclore. Escuch¨¢ndole es como si se postulase a ser un mensajero que llevase las historias de varias generaciones para darlas a conocer a los dem¨¢s. Sus palabras vuelven a enlazar con lo imaginario, con lo simb¨®lico, con un v¨ªnculo como sagrado que va m¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota. Tanto es as¨ª que, cuando se puso a inspeccionar en s¨ª mismo para hallar el momento exacto en el que la m¨²sica se col¨® en su vida y lo transform¨® todo, ha recordado con los ojos de un ni?o que revive una f¨¢bula aquellas fiestas en el granero de Cuevas de Ca?art, pero tambi¨¦n ha mencionado a su bisabuelo Clemente, un tipo que se encargaba de redactar las cartas para muchos de los habitantes del pueblo que no sab¨ªan escribir. Tambi¨¦n fue el hombre que ense?¨® a tocar la bandurria y la guitarra a sus hijos y algunos vecinos. A ¨¦l pertenec¨ªan casi todos los antiguos instrumentos que presiden el granero familiar. Su legado atraviesa cada fiesta de ese ambiente rural e ¨ªntimo. Era una referencia emocional important¨ªsima en el pueblo. Guitarricadelafuente ha nombrado con cari?o a su bisabuelo Clemente y ha recordado que muri¨® una semana antes de que ¨¦l naciese. Una simple casualidad que ahora, casi un cuarto de siglo despu¨¦s, esta joven nueva estrella de la m¨²sica espa?ola ve como una se?al casi fantasmag¨®rica, una especie de signo m¨¢gico, que le ha llevado a decir, medio en broma, medio en serio: ¡°Creo que el esp¨ªritu de mi bisabuelo se col¨® en m¨ª¡±.
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