Una casa junto al lago Como que es pura diversi¨®n
Orazio Stasi es pintor y dise?ador textil. Dibuja sobre cer¨¢micas o sobre telas para algunas de las marcas de moda m¨¢s relevantes del mundo. Le gusta mezclar. Pero no todo le vale.
De Christian Dior a Bulgari, a Orazio Stasi se le acumulan los clientes con glamour. En su casa junto al lago de Como, sin embargo, el juego le gana la partida a lo chic. Flores con ojos desbordados, plantas con bigotes, el retrato del hermoso ni?o que ¨¦l fue en la cabecera de su cama o los colores de una pasarela que despliega el tono irreverente de una nueva temporada en la moda mundial conviven en singular armon¨ªa. La casa de este dise?ador textil, en el norte de Italia, est¨¢ habitada por el ni?o de Basilicata que fue. Por eso la diversi¨®n es tan importante como la profesi¨®n que ha construido con su talento pl¨¢stico. Aqu¨ª la elegancia es divertirse. Y la buena vida pasa por saltarse las normas. Por sorprender y sorprenderse.
Stasi lleg¨® a Como con sus padres. Ten¨ªa tres a?os. Desde entonces, ha vivido en esa ciudad. En el pasillo de su casa, hoy hay una mu?eca Barbie despeinada. No es una Barbie cualquiera. A este dise?ador textil se la regal¨® Tom Ford, la cabeza detr¨¢s del dise?o rompedor de Gucci despu¨¦s de que el italiano ideara algunas de las telas ¡ªcomo tropical print, para presentar una colecci¨®n que estampaba flores y animales ex¨®ticos en pantalones blancos¡ª. Esa procedencia ¡ªla mano de Ford¡ª ha dotado a la mu?eca perfecta del aura suficiente para dormir entre los tesoros de Stasi: lienzos propios y fotograf¨ªas sobre una silla pintada con pan de oro en el pasillo de su casa.
Orazio estudi¨® en Mil¨¢n, en la Academia de Brera, una isla del siglo XVIII bajo las salas donde duermen tintoretos, pieros della francesca y El matrimonio de la Virgen, de Rafael. Stasi pas¨® los ¨²ltimos a?os setenta pintando en ese claustro del coraz¨®n milan¨¦s y se retrat¨® adolescente, inquieto y cauto con los ojos muy abiertos. Ese rostro pueril preside hoy su dormitorio. Como un cabezal, el asombro del ni?o vela el sue?o del adulto. El resto, del cabezal de la cama a las lamparillas, es art d¨¦co.
Cuando Stasi se convirti¨® en artista graduado, no tard¨® en pasar de la pintura a la industria. Comenz¨® entonces a idear estampados para los m¨¢s prestigiosos dise?adores del mundo. ?C¨®mo lo consigui¨®? Tras dirigir durante a?os la empresa Mantero, una de las mayores compa?¨ªas de tejidos del planeta, ubicada, precisamente, en Como, donde Stasi creci¨® y donde tiene hoy su casa. All¨ª lo conocieron y all¨ª lo llamaron para colaborar con un buen pu?ado de los m¨¢s grandes dise?adores y marcas de moda: de Emilio Pucci a Calvin Klein, pasando por Chanel, Christian Dior o Bulgari.
Como pintor, un joven Stasi aprendi¨® t¨¦cnica y, sobre todo, composici¨®n en Nueva York colaborando con Frank Stella. Sus abstracciones geom¨¦tricas son deudoras del norteamericano. Y est¨¢n en su casa. Pueden verse en algunos de los lienzos que hoy decoran su vivienda junto al lago de Como, una hora al norte de Mil¨¢n.
Osado y rupturista, este dise?ador textil tiene un estilo abierto que no renuncia ni a la vanguardia ni al pasado. Podemos llamarlo ecl¨¦ctico. Pero tambi¨¦n enciclop¨¦dico. O festivo. Todo cabe. Nada est¨¢ excluido. O casi nada. Conviene recordar que el eclecticismo es el estilo de la gente valiente. Por eso es lo contrario de la acumulaci¨®n del perezoso. Eclecticismo no es solo mezcla. Es la incapacidad de elegir entre lo m¨¢s vibrante y lo m¨¢s sereno del mundo, no la abulia de acumular por no pensar. ?Por qu¨¦ nos empe?amos en elegir? ?No puede gustarnos lo claro y lo oscuro?
Las casas, lo ha escrito Alvaro Siza, no se terminan nunca. En realidad, tampoco est¨¢n nunca ordenadas si uno realmente vive en ellas, respirando, celebrando, viviendo. Esta casa de Orazio Stasi en Como cumple esa regla. El cristal de Murano puede ser tan valioso como divertido y reencarnarse en langosta. La dise?adora Eileen Gray nunca debi¨® ser olvidada, por eso las sillas de su comedor son rojas, para hacerse notar. El acero de una cocina profesional debe convivir con la personalidad de cada comensal, por eso aqu¨ª est¨¢ arropado con cer¨¢micas que ha ideado el propio Stasi. Tambi¨¦n el ba?o es a medida. Y de m¨¢rmol. La calidez brota de lo vivido y de lo coleccionado. Y los colores, en el pavimento o en las paredes, arropan cada rinc¨®n de la casa.
Aqu¨ª, el desorden es orden porque permite que la vida mande. Y que la historia de Orazio ¡ªpintor adolescente y dise?ador adulto¡ª aflore por los lienzos, las cer¨¢micas, las paredes, los recuerdos y los dibujos que decoran la casa. ?O es que colgados, amontonados o dispersos se encuentran por fin en su casa?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.