Joanna Laajisto, estrella del interiorismo finland¨¦s: ¡°Defiendo un dise?o que se pueda pagar¡±
Como el dise?o tradicional de su pa¨ªs, sus l¨¢mparas, sillones o viviendas mezclan serenidad con contemporaneidad y sutileza con calidad. Autora de algunos de los bares m¨¢s selectos de Helsinki, ha dejado de ser la gran promesa local para exportar la marca Finlandia por el mundo.
Los interiores les hablan a las personas de la misma manera que los edificios dialogan con la ciudad. ¡°Especialmente en una ¨¦poca de compras digitales, uno debe sentirse acogido en un comercio para entrar sin tener prisa o sin sentirse intimidado¡±, dice. El confort es una cualidad que se desprende m¨¢s del tacto que de la vista. Ese bienestar en las tiendas, restaurantes, oficinas y, por supuesto, en las viviendas es el sello de Joanna Laajisto (Helsinki, 43 a?os), la estrella ascendente del dise?o finland¨¦s que, tras ser elegida mejor interiorista por la asociaci¨®n de arquitectos de su pa¨ªs, culmina su despegue internacional. ?Qu¨¦ la hace tan especial?
¡°No es la nostalgia de las formas, es el anhelo de lo que perdura¡±, explica. Un interior que permanece a lo largo del tiempo es una rara avis. No es un secreto que en los c¨¢lculos de los empresarios las tiendas y los restaurantes nacen con fecha de caducidad. La mayor¨ªa rentabilizan su inversi¨®n en interiorismo en un plazo que no supera la d¨¦cada. Esto hace que con mucha frecuencia esa arquitectura est¨¦ m¨¢s pensada para impactar que para durar. Sin embargo, Laajisto tiene otra manera de construir espacios inolvidables: los hace acogedores. Es tan extra?o que un comercio permanezca que cuando lo consigue se convierte en s¨ª mismo en una atracci¨®n cultural. Pensemos en las joyer¨ªas que Hans Hollein levant¨® en el Graben de Viena en los a?os setenta. O en el American Bar de Adolf Loos desde principios del siglo XX en esa misma calle que ocupaba el antiguo foso austriaco. La tienda de Loewe de Gran V¨ªa habla en Madrid el mismo idioma que los almacenes La Samaritaine de Par¨ªs: el de la eternidad. Para Laajisto, que vive en Helsinki, el restaurante del hotel Savoy ¡ªque inauguraron Alvar y Aino Aalto en 1937¡ª no representa esa ¨¦poca: ha quedado fuera del tiempo. Y aunque Ilse Crawford lo ¡°refrescara¡± ¡ªcomo ella misma dijo¡ª hace dos a?os, en el bistr¨® saben que sirven tantas comidas por su dise?o como por sus platos. Para ese bar, Alvar Aalto ide¨® sus m¨ªticos jarrones con forma de lago ¡ªque se fabrican en distintas alturas¡ª y Aino Aalto dise?¨® una inolvidable vajilla c¨®moda y pr¨¢ctica a la vez. La sobriedad, el pragmatismo y la cercan¨ªa a la naturaleza definieron entonces la esencia del dise?o finland¨¦s, que en este ¨²ltimo lustro compite directamente con su vecino sueco en la l¨ªnea creativa escandinava.
Nacida y criada en la periferia arbolada de Helsinki, hoy Joanna Laajisto vive en el centro de la capital en un piso centenario que acondicion¨® para ella, su marido y sus dos hijas. Vive all¨ª desde 2008, cuando decidi¨® abandonar Los ?ngeles ¡ªdonde trabaj¨® durante cinco a?os¡ª y regresar a su ciudad para ser madre y formar su propio negocio. ¡°Cre¨ª que ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil compatibilizar mi papel de madre con mi trabajo de dise?adora en Helsinki, donde llevan d¨¦cadas apoyando la incorporaci¨®n de las mujeres al mundo laboral, que en Los ?ngeles¡±, explica. No se equivoc¨®. Tras dedicar dos a?os al cuidado de sus hijas, abri¨® estudio en el centro de la ciudad. Corr¨ªa el a?o 2010. Ocho a?os despu¨¦s, la Asociaci¨®n de Arquitectos Finlandeses la reconoci¨® como interiorista del a?o. Hoy tiene ocho empleadas y exporta su dise?o sereno, elegante y atemporal a Alemania, Francia y Espa?a. Se ha convertido en la gran dise?adora finlandesa. ?C¨®mo ha llegado hasta aqu¨ª?
Laajisto comenz¨® explorando: ¡°Lo hac¨ªa de jovencita cuando Helsinki era un lugar con pocas opciones y con mis amigas viajaba a Estocolmo los fines de semana para ver moda, bares, vida¡±. La dise?adora recuerda una ciudad austera que marcaba el car¨¢cter poco despilfarrador de los habitantes. ¡°No es que estemos ahora contra el consumo excesivo, es que lo llevamos en el ADN, por eso defiendo un dise?o equitativo: algo que se pueda pagar¡±. De ni?a era muy deportista. Y creativa. De adolescente, comenz¨® a competir en snowboard y se fue a California a estudiar. Se quedar¨ªa casi una d¨¦cada. Primero, asistiendo a un high school ¡ªdonde eligi¨® danza y teatro¡ª. Luego, estudiando en la School of Interior Design of Southern California. Fue all¨ª donde se convirti¨® en interiorista. Durante un lustro trabaj¨® en Los ?ngeles para el gigante de la arquitectura comercial Grupo Genser. ¡°Aprend¨ª a ser eficaz y a probar y retar a los materiales. Los presupuestos eran altos y se pod¨ªa hacer¡±, recuerda. Pero lo m¨¢s importante que asimil¨® en Los ?ngeles fue que, en la era digital, quien se desplaza hasta una tienda tiene que ser bien acogido y querer quedarse. M¨¢s que invitar a so?ar, su interiorismo busca invitar a quedarse.
Ten¨ªa 30 a?os cuando decidi¨® regresar. Y 35 cuando comenz¨® a firmar los bares m¨¢s singulares de la capital. Para el Wild Herb Cafe combin¨® hormig¨®n sin acabar con una invasi¨®n vegetal. Para el Ox, acero corrugado pintado de verde con m¨¢rmoles colorados. En el Jackie, en Helsinki, uno siente revivir el glamur de los a?os cuarenta. ?La dise?adora del momento se ha hecho fuerte con la nostalgia? ¡°Si todo funciona en un lugar, uno apenas se fija, pero s¨ª siente que se encuentra a gusto. Yo dise?o solo lo que se necesita, no busco el cambio por el cambio; cuando una forma o un material es m¨¢s amable, recurro a ¨¦l¡±, apunta. Y entre los m¨¢s amables ¡ªo los de m¨¢s f¨¢cil convivencia y mantenimiento¡ª defiende las maderas s¨®lidas, los colores que no aburren, ¡°por eso no deben imponerse ni verse demasiado¡±, y los muebles que te acompa?an: las estanter¨ªas que facilitan el orden o las l¨¢mparas que no deslumbran. Despu¨¦s de firmar las tiendas Cecil en Oberhausen, en Alemania, o el restaurante del Instituto Finland¨¦s en Par¨ªs, una l¨¢mpara ha tra¨ªdo a Joanna Laajisto hasta Espa?a. O, mejor dicho, ha hecho que Espa?a llegara hasta ella. El empresario Javier Marset cuenta que la conoci¨® en Barcelona y admir¨® la elegancia con la que era capaz de encarnar valores como la sostenibilidad o la equidad. Este fabricante de l¨¢mparas decidi¨® visitarla en Helsinki y all¨ª qued¨® prendado de la luminaria que cuelga sobre su mesa de reuniones. Laajisto ha posado precisamente junto a ella para este reportaje.
Lo exquisito es pasar inadvertido, lo contrario de hacerse notar. Exige un esfuerzo extraordinario, pero consigue un plazo de vida muy largo. En Marset desarrollaron la l¨¢mpara Ihana, que en finland¨¦s quiere decir exquisito. En los talleres de Barcelona mejoraron su calidad lum¨ªnica, a?adieron regulaci¨®n de la luz con un dim que puede ofrecer m¨¢s calidez y m¨¢s intensidad. Tambi¨¦n produjeron 14 modelos distintos: convirtieron la l¨¢mpara en un sistema de luz capaz de instalar hasta 14 pantallas. De luminaria de mesa a iluminaci¨®n de comercio, hoteles u oficinas. ¡°Fue un flechazo¡±, resume Marset. Habla de la l¨¢mpara. Ihana ha marcado el inicio de una fruct¨ªfera colaboraci¨®n: la empresa espa?ola trabaja con Laajisto en la remodelaci¨®n del m¨ªtico hotel Runo, en la localidad finlandesa de Porvoo.
Finlandia es el Jap¨®n europeo. All¨ª la tecnolog¨ªa es punta; la educaci¨®n, excelente; las tradiciones, sencillas, y el respeto por el paisaje y la naturaleza, m¨¢s cotidiano que reverencial. Eso s¨ª, a la densidad de las ciudades japonesas la tierra de Laajisto opone abundancia de lagos y abedules. El punto pop, m¨¢s all¨¢ de la ropa roja de Pap¨¢ Noel, lo ponen los estampados de Marimekko, y aunque la austeridad finlandesa es lo contrario al consumismo japon¨¦s, ambos coinciden en un rasgo determinante: la sutileza es un valor c¨ªvico. En las ciudades hay naturaleza. Y se respeta aunque no est¨¦ vallada. El tranv¨ªa convive con las bicicletas en Helsinki, y muchos museos y comercios no abren hasta las doce de la ma?ana porque all¨ª hace d¨¦cadas trabajan la mayor¨ªa de las mujeres y el ¨ªndice de paro es inferior al 3%. Es decir: no hay compradores para las tiendas durante buena parte de la ma?ana. En los barrios, y tambi¨¦n en el centro, las bibliotecas son como salas de estar comunales, y el adjetivo que mejor resume el interior de las viviendas no se ve pero se siente: c¨¢lido. Justamente porque se pasan medio a?o con muy poca luz, las casas son luminosas, buscan el sol, dan cobijo a la naturaleza que crece sobre los radiadores y junto a las ventanas. Eso sucede en la Villa ?Rauhanniemi que Laajisto ide¨® en Karjalohja, al sur de su pa¨ªs. En la cocina de esa casa tambi¨¦n posa para este reportaje.
En las viviendas y los pisos de toda Finlandia es habitual que haya una ¨²nica vajilla. Y tambi¨¦n lo es que las jarras, los platos y hasta los salvamanteles sean del pu?ado de sus marcas m¨¢s internacionales (Iittala, Artek o Marimekko) que este pa¨ªs exporta desde hace d¨¦cadas. Por eso en Finlandia se hereda modernidad. Uno completa la cristaler¨ªa que hered¨® de su madre. Y esos vasos no se guardan para un d¨ªa al a?o: se usan a diario. Mucha gente joven se compra los cuencos que ide¨® Aino Aalto para Iittala porque, adem¨¢s de bonitos, no ser car¨ªsimos y haber quedado fuera del tiempo, son pr¨¢cticos: se pueden guardar uno dentro del otro y ocupan poco espacio. En ese marco es donde trabaja Joanna Laajisto. Ha viajado por el mundo para digerir su cultura. Y ha aprendido de sus maestros a dise?ar pensando en la naturaleza, no solo como decoraci¨®n, tambi¨¦n para no da?arla despilfarrando. Laajisto sabe c¨®mo hacer para vivir c¨®modamente en la ciudad. Tambi¨¦n para quedar fuera del tiempo.
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