Una encina la salv¨® de morir y hoy combate en Espa?a la fobia a los ¨¢rboles
La ingeniera forestal Susana Dom¨ªnguez Lerena es una pionera del activismo arb¨®reo
El odio a los ¨¢rboles no est¨¢ registrado con un t¨¦rmino en el Diccionario de la Real Academia Espa?ola. Lo llamaremos arborifobia, que sale cientos de veces en Google. Como toda fobia, consiste en un odio irracional a su objeto. Susana Dom¨ªnguez Lerena afirma que en Espa?a creci¨® con la alienaci¨®n desarrollista del siglo XX y que se manifiesta estructural e individualmente: en las pol¨ªticas de tala o poda al tunt¨²n de ayuntamientos, en el vecino de un adosado que exige que quiten un ¨¢rbol de la calle porque le da sombra a su piscina.
¡°Luego en verano aparcan sus coches a la sombra de los ¨¢rboles¡±, protesta en una entrevista en Madrid en el parque de la Fuente del Berro.
Dom¨ªnguez Lerena es una pionera del activismo arb¨®reo. De 56 a?os, nacida en Madrid en una familia urbana ¡ªpadre inspector de seguros, madre ama de casa¡ª, se aficion¨® a ir a la sierra con el club de monta?a de su colegio y se interes¨® por el medio ambiente por las clases de una profesora del instituto. Quiso estudiar Biolog¨ªa. Ten¨ªa buena media. Tuvo un mal d¨ªa en la selectividad. Su nota se desplom¨®, se meti¨® en Ingenier¨ªa Forestal. Cursaba segundo cuando un d¨ªa se fue con un novio a la ruta del Cares (Asturias), se resbal¨® por una pendiente peligrosa y a punto de despe?arse por un barranco ¡ª¡±ostras, me voy a matar¡±, observ¨®¡ª qued¨® detenida sobre el ¨²nico ¨¢rbol que asomaba en la pared de roca. Una encina. ¡°Me salv¨®¡±, recuerda. ¡°Me salv¨® aquella encina. Creo que es algo que se me qued¨® metido en el coco¡±.
Ama y estudia los ¨¢rboles con reverencia, admiraci¨®n. Los considera unos seres vivos prodigiosos, los m¨¢s viejos de la Tierra, y ha dedicado la mitad de su vida a que se aprenda a apreciarlos. Pide que haya leyes estatales que los protejan, programas que nos ense?en su importancia desde que somos ni?os. Acaba de publicar El valor de los ¨¢rboles (Saure), un libro did¨¢ctico, ilustrado por Daniel Rodr¨ªguez, cuyo dibujo de portada muestra billetes cayendo de un ¨¢rbol como hojas de oto?o, simbolizando que son un man¨¢ de beneficios: productos naturales, biodiversidad, captaci¨®n de CO2, etc¨¦tera.
Etc¨¦tera incluye que a medida que siga calent¨¢ndose el planeta haya algo que pueda atenuar cu¨¢nto nos asemos en las ciudades, justo los espacios donde seg¨²n ella m¨¢s se maltrata el arbolado: ¡°El mayor problema lo veo en las zonas urbanas y aqu¨ª es a¨²n m¨¢s necesario, hace como un manto t¨¦rmico que limita el fen¨®meno de las islas de calor¡±, explica.
Con su empresa de consultor¨ªa asesora sobre pol¨ªtica arb¨®rea a municipios y eval¨²a situaciones para particulares; preside la ONG Bosques Sin Fronteras, que organiza el concurso ?rbol del A?o en Espa?a; y es autora de un valioso y desconocido cat¨¢logo de 150 ¨¢rboles singulares espa?oles, los que destacan por longevidad u otras particularidades, ?rboles, leyendas vivas I y II (2005, 2008). Cada uno de estos ¨¢rboles es una obra de arte. Brian May, el guitarrista de Queen, lleva a?os abducido por la potencia expresiva de uno de los ejemplares que aparecen, una sabina en la isla de El Hierro tumbada hasta el suelo por los vientos alisios. En la portada de su ¨¢lbum propio Another World aparece junto al sabino imitando su postura.
Bosques Sin Fronteras ofrece la posibilidad de apadrinar un ¨¢rbol singular cerca de donde se viva. Quien lo hace recibe el t¨ªtulo gandalfiano de Guardi¨¢n de ?rboles. Tambi¨¦n organizan excursiones para ver ejemplares ¨²nicos. Dom¨ªnguez Lerena multiplica esfuerzos por sensibilizar sobre los ¨¢rboles en un pa¨ªs que ¡°arrambla con ellos sin piedad¡±.
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