Eva Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi: ¡°Si de ni?a me dicen que iba a llegar a tres millones de lectores, habr¨ªa alucinado¡±
Con su Trilog¨ªa de la Ciudad Blanca, novelas policiacas ambientadas en su urbe natal, Vitoria, la escritora se convirti¨® en uno de los fen¨®menos best seller en espa?ol. Tres millones de libros la contemplan. Recorremos con ella los canales, las plazas y los palacios de Venecia en los que ha ambientado su nuevo libro, ¡®El ¨¢ngel de la ciudad¡¯.

Dicen los venecianos que cada uno tiene una forma distinta de llegar a su destino y que ninguna coincide con Google Maps, una herramienta aqu¨ª imposible entre puentes, canales, escalones o callejas m¨¢s largas y estrechas que un pasillo interminable. Preguntar aqu¨ª por un lugar es atreverse demasiado porque cada interrogado propondr¨¢ su propia ruta por el laberinto.
Y hay una autora que ha encontrado la suya. Eva Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi ha situado su nueva novela en Venecia, su Venecia particular, y nos la ense?a callejeando en una ruta que atraviesa siglos, artes, cr¨ªmenes y la vida de una mujer engarzada en la falsificaci¨®n. Desde la modern¨ªsima Colecci¨®n Peggy Guggenheim, que re¨²ne obras de artistas como Picasso, Ernst, Magritte, Pollock, Rothko o Duchamp, hasta la librer¨ªa Acqua Alta, la m¨ªtica tienda donde los libros se recogen en g¨®ndolas y ba?eras para mantenerlos a salvo cuando se inunda la ciudad italiana, la nueva entrega de esta escritora nacida en Vitoria hace 51 a?os recorre la Venecia del Renacimiento y la modernidad, las plazas, los mercados, los islotes que la naturaleza ha espolvoreado en ese mapa caprichoso y hasta el puente de Rialto, el m¨¢s antiguo y columna vertebral de una ciudad que transcurre en infinitud de planos.
¡ª?Por qu¨¦ Venecia?
¡ªPorque tiene ese aire decadente de ciudad congelada en el tiempo. Llevaba varias novelas situadas en el entorno de bosques, hayedos y espacios verdes de Vitoria, y tambi¨¦n en Madrid. Pero a mi personaje le pegaba mucho enamorarse de Venecia y que se quedase en una ciudad tan laber¨ªntica que al final no pudiese salir. Era una met¨¢fora interesante.

En realidad, la autora conoci¨® la ciudad hace much¨ªsimo tiempo y en una aproximaci¨®n muy diferente: pas¨® un verano como voluntaria en un campo de trabajo en un suburbio de Mil¨¢n de la mano de la ONG Servicio Civil Internacional. El objetivo: trabajar en un colegio de ni?os desfavorecidos. El resultado: conocer tambi¨¦n Venecia y hacer un mont¨®n de amigos italianos que ha mantenido en el tiempo. En aquella primera visita a la ciudad sufri¨® por primera vez un mal de Stendhal que la tuvo mareada y sin enfocar bien durante varios d¨ªas: ¡°Recuerdo que ten¨ªa una c¨¢mara anal¨®gica y saqu¨¦ ?nueve carretes! Me parec¨ªa estar en el escenario de una pel¨ªcula, es la ¨²nica ciudad del mundo que parece detenida en el tiempo, en el siglo XVII. Me explot¨® la cabeza ver tanta belleza¡±.
Aquella vasca que entonces hac¨ªa voluntariado, que estudi¨® ?ptica y que m¨¢s tarde sac¨® una plaza en la Administraci¨®n, se ha convertido en una de las escritoras de mayor ¨¦xito de ventas en espa?ol, con traducciones a m¨²ltiples idiomas, un premio Planeta y el tes¨®n de haber escalado a la cima desde su primera experiencia, que fue la autoedici¨®n. Con todo eso en la maleta regres¨® a Venecia en los tiempos de la pandemia para revivirla, recorrerla, estudiarla y tomar notas de todo lo que aspiraba a meter en esta nueva novela, El ¨¢ngel de la ciudad (Planeta): especialmente las leyendas que la hacen ¨²nica, los misterios que esconden sus lugares y el di¨¢logo secreto entre los espacios y sus gentes.

Partimos, por tanto, de la escultura que da nombre a su libro y que firma Marino Marini: L¡¯angelo della citt¨¤ (1948) es un jinete desnudo sobre una montura que se atreve a exhibir su falo enhiesto ante el Gran Canal y sus palacios. Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi lo ha elegido porque parece estar guardando la ciudad. ¡°Quer¨ªa esa imagen de un ¨¢ngel de protecci¨®n frente a los demonios que tambi¨¦n habitan Venecia¡±. Y observar desde aqu¨ª la ciudad, como hacen los protagonistas, otorga al paseante y al lector una perspectiva ¨²nica de todo lo que van a atestiguar. Lo m¨¢s impresionante: un incendio misterioso en el palacio de la isla de Santa Cristina que ella ha trasplantado del que impresion¨® al mundo entero en Notre Dame de Par¨ªs.
¡°Aquel fuego me impact¨® much¨ªsimo. Acababa de estar document¨¢ndome a fondo para elaborar el personaje de Eleanor de Aquitania. Fue precisamente el hijo de su primer marido el que mand¨® construir Notre Dame. Por ello lo sent¨ª muy propio y utilic¨¦ esa imagen para comenzar esta novela¡±. Ya conocemos, por tanto, dos de sus escenarios: la Colecci¨®n Peggy Guggenheim y la isla de Santa Cristina. Seguimos.

La autora recorre Venecia en estos d¨ªas tan fr¨ªos y h¨²medos que de cuando en cuando hace falta repostar. Probar uno de los chocolates que fluyen en fuentes sugerentes en los escaparates; tomar uno de esos dulces tan secos como densos; frotarse las manos y refugiarse en el interior del vaporetto que nos lleva hasta el puente de Rialto sin asomarse demasiado a las aguas g¨¦lidas que han visto y protagonizado tantas leyendas. Aqu¨ª transcurre una muy especial que ya forma parte de su novela. Cuando se construy¨® este famoso puente, el diablo exigi¨® al arquitecto el alma del primer ser vivo que lo cruzara, cuenta la autora al llegar a uno de los epicentros del turismo veneciano. El arquitecto compr¨® entonces un gallo para hacerlo desfilar, pero el maligno se enter¨®, busc¨® a la esposa embarazada del artista y la camel¨® para que fuera la primera en acudir. As¨ª fue como el diablo se qued¨® con la vida del beb¨¦ nonato y el rumor de viento que se escucha bajo el puente se atribuye a ¨¦l. A su llanto. No seguiremos, a riesgo de desvelar la continuaci¨®n de una historia que prosigue en sus p¨¢ginas. Y porque llega la hora de contemplar en los alrededores los cientos de figuras que adquiere el diablo en los escaparates de cristal de Murano, tambi¨¦n muy presente en su novela.
Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi regres¨® al menos tres veces a estas calles para trabajar en ella. Se apunt¨® a rutas tur¨ªsticas sobre sus misterios. Compr¨® decenas de libros en esa famosa librer¨ªa, Acqua Alta, que ha sabido adaptarse a las crecidas convirtiendo los ejemplares destruidos en paredes y guardando los supervivientes en g¨®ndolas. Y apuntal¨® una trama que entrelaza su Vitoria natal, origen tambi¨¦n de su personaje principal (el polic¨ªa Unai), con esta Venecia a la que ha ido a parar la madre de este, ?taca, falsificadora de arte.

¡°Volv¨ª a Venecia con miedo y comprob¨¦, para bien, que no ha cambiado. Me interesa mucho la parte etnogr¨¢fica de los lugares. En El silencio de la ciudad blanca hablo mucho de las leyendas alavesas, vascas, de una idiosincrasia envuelta en mitos, humedad, bosques y cuevas. Y lo que hice aqu¨ª fue buscar libros de Venecia y sus leyendas. Hab¨ªa muchos de brujas que no me interesaron tanto, pero el diablo me pareci¨® un buen contrapunto a la figura del ¨¢ngel protector. Y entonces lo us¨¦¡±.
Lo que hizo despu¨¦s fue seguir con un procedimiento que utiliza en todas las novelas: primero, documentarse; despu¨¦s, dise?ar la estructura, y, por ¨²ltimo, escribir y reescribir lo que puede llegar a sumar ocho manuscritos. ¡°En Aquitania tuve que hacer un trabajo documental vast¨ªsimo sobre el medievo franc¨¦s y llegu¨¦ a manejar ?140 libros!¡±. ¡°Ciento cuarenta libros¡±, repite. ¡°Que se dice f¨¢cil y que estudi¨¦ a lo largo de tres a?os¡±. En las novelas de la serie Kraken se document¨® a fondo sobre el trabajo de los agentes. ¡°Durante dos a?os estuve yendo a una academia de polic¨ªa, haciendo hasta siete cursos de perfilaci¨®n criminal, de autopsias, de inspecciones t¨¦cnicas oculares, etc¨¦tera. Y solo cuando tuve un nivel muy muy alto ya par¨¦¡±. Se trata de que la especializaci¨®n no lastre entonces el ritmo ni la narraci¨®n. A partir de ah¨ª, dedica entre tres y seis meses a la planificaci¨®n de toda la escaleta y las escenas.

¡ª?Entonces es escritora de br¨²jula y no de mapa?
¡ªCuando llevas muchas novelas acabas haciendo una mixtura de br¨²jula y mapa. En cada novela tengo muy claras las seis o siete escenas importantes que s¨¦ que tienen que ocurrir y que son como chinchetas que voy clavando en su l¨ªnea argumental. Y me permito improvisar mucho, pero s¨¦ que despu¨¦s llego a esa gran escena que est¨¢ ah¨ª, esperando. Cada novela tiene una voz diferente, una energ¨ªa diferente que te dan los personajes, la trama y la premisa dram¨¢tica que t¨² has inventado. Es como ir buscando el alma de la novela. Y cada una late de forma diferente.
A partir de esa estructura llega la escritura, que identifica como un proceso de ir colocando capas y capas. ¡°Se parece bastante a pintar. Recuerdo una vez que un pintor joven preguntaba a un maestro cu¨¢ntas capas iba a dar y ¨¦l respondi¨®: ¡®Hasta que parezca real¡¯. A m¨ª eso me sirve¡±. En un primer borrador ¡ªcita a Stephen King¡ª se trata de que no pare la pelota, de que todo contin¨²e. En un segundo empieza la l¨ªrica. El tercero es el de los detalles. ¡°Y as¨ª empiezan a surgir cosas que no estaban en la planificaci¨®n ni en la documentaci¨®n, sino en la novela en s¨ª. ?Sabes? Es como un jard¨ªn en el que hab¨ªas planificado hiedra y de repente salen gardenias porque adquiere vida. Cuantas m¨¢s capas le doy, m¨¢s vivos est¨¢n la novela y los personajes¡±.

La autora habla de pintores y es precisamente en El ¨¢ngel de la ciudad en el que la autora juega con un hecho de la vida de Dal¨ª que le impresion¨® y que tambi¨¦n va a convertirse en hilo conductor: nacido tras la muerte de un hermano mayor tambi¨¦n llamado Salvador, el artista de Figueres se obsesion¨® con una pintura de Jean-Fran?ois Millet, ?ngelus, en la que una pareja de campesinos doloridos se inclina sobre lo que parece una cesta y que no es sino el ata¨²d de su beb¨¦ muerto. Dal¨ª recre¨® esas figuras en sus obras y es la ambici¨®n de unirlas en una exposici¨®n lo que lleva a la protagonista de este libro, ?taca, a entrar en contacto con la Colecci¨®n Peggy ?Guggenheim y con varios personajes de su novela.
¡°Esto fue muy turbador para Dal¨ª, le trajo muchas crisis de identidad al pensar que no era sino la reencarnaci¨®n de un ni?o que muri¨®. Por ello tuvo una relaci¨®n muy conflictiva con su padre¡±, cuenta Garc¨ªa. ¡°Esas pinturas que hizo a partir de Millet nunca se han reunido, lo hacen ahora en mi novela. Y las he tra¨ªdo aqu¨ª porque cuando visit¨¦ el museo, hace 25 a?os, me gust¨® mucho la historia de una mujer tan libre, Peggy Guggenheim, heredera de tanto dinero que quiso apostar por artistas vanguardistas en los que nadie cre¨ªa en ese momento¡±.
El misterio que esta autora deja en el aire, m¨¢s all¨¢ de los que abre y resuelve su novela, es c¨®mo eligi¨® los estudios de ?ptica una persona hoy tan apasionada por el arte, la historia, el medievo, las leyendas y todos los temas de los que se ha ido empapando para construir una carrera que ya suma nueve novelas de ¨¦xito. ¡°Lo eleg¨ª por sentido com¨²n, quer¨ªa una carrera con salida que me permitiera ponerme a trabajar de manera inmediata. Acab¨¦ la carrera en tres a?os y con 21 ya estaba al frente de una ¨®ptica¡±.
?Y c¨®mo fue el salto de ah¨ª a la literatura? ¡°Realmente no fue un salto. Todos los escritores venimos de otras profesiones que son las que al principio nos dan de comer¡±, confiesa. Pero su vocaci¨®n empez¨® mucho antes. ¡°Desde los 21 o 22 a?os empec¨¦ a hacer cursos en escuelas de escritura creativa, en Madrid y en Barcelona, a la vez que escrib¨ªa relatos cortos¡±. Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi trabaj¨® 10 a?os de ¨®ptica, 10 a?os como personal de administraci¨®n de la universidad y, tras estrenarse en sus dos primeras novelas, en 2014 dej¨® todo para dedicarse a tiempo completo a la literatura.

¡ª?Le molesta que la llamen autora best seller?
¡ªSi de ni?a me dicen que iba a llegar a tres millones de lectores, habr¨ªa alucinado. No es que no pase una vez en la vida. Es que no pasa en todas las vidas, ni a millones de autores, que tengan lectores en Polonia, Brasil o Vietnam, en Taiw¨¢n o Rusia. Es un orgullo saber que te leen esos tres millones de personas y que te son fieles. Ser¨¢ que algo est¨¢s haciendo bien. Mis novelas han calado en hombres, mujeres de distintas edades, chavales o mayores, y eso es grande.
¡ª?Es la escritora que quer¨ªa ser?
¡ªEn este oficio siempre eres aprendiz y cuando llevas unas cuantas novelas empiezas a ser maestro, pero esa dualidad de aprendiz y maestra est¨¢ muy bien.
Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi recurre de nuevo a Stephen King para describir lo que aporta la experiencia. ¡°Cuando llevas nueve novelas, hay muchas cosas que van rodadas, tienes llena la caja de herramientas de escritor, y lo que en la segunda te parec¨ªa un callej¨®n sin salida ya sabes c¨®mo resolverlo. Ya sabes que va a ir bien. Te vas llenando de recursos¡±. Es entonces, relata, cuando vas dominando un oficio que tiene mucho de artesan¨ªa. ¡°Igual que un artesano es maestro cuando lleva a?os trabajando la madera, cuando llevas varias novelas notas la seguridad¡±. Cambiar de registro, elegir otra trama, otros personajes y cabriolas la obligan despu¨¦s a volver a aprender. ¡°Cada novela puede ser algo totalmente diferente, en cada una debes estar 100% viva, dar lo mejor de ti¡±.

¡ª?Y por qu¨¦ escribe?
¡ªEs mi manera de estar. Necesito hacerlo todos los d¨ªas al igual que comer y respirar.
¡ª?Y c¨®mo define su literatura?
¡ªNo s¨¦ en qu¨¦ g¨¦nero voy a escribir ni me importa. Me definir¨ªa como autora de personajes y de escenarios.
Se agota el tiempo en este gran escenario veneciano al que nos ha tra¨ªdo Planeta y es hora de volver a Espa?a. ?Le atrapa esta ciudad, como a su personaje? ?Se quedar¨ªa Eva Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi en el laberinto? ¡°Espero que Venecia nunca me deje salir. Cada vez que vengo se me queda y espero que nunca llegue a cansarme¡±. Hasta la pr¨®xima, pues.

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