El artista en el que confluyen ¡®La Guerra de las Galaxias¡¯ y las excavaciones arqueol¨®gicas

Daniel Arsham (Cleveland, 43 a?os) es con toda seguridad uno de los artistas m¨¢s prol¨ªficos y demandados del planeta. Estudi¨® en la School of Architecture and Design de Nueva York gracias a una beca y despu¨¦s se traslad¨® a Miami, donde ayud¨® a crear The House, uno de los proyectos colectivos m¨¢s importantes que ha visto la ciudad de Florida. No parece haber nada que se le resista: pintura, escultura, arquitectura o cine. Pero tambi¨¦n colaboraciones con docenas de marcas y un concepto que le ha convertido en el centro de atenci¨®n de un universo cuyos gustos cambian constantemente. En ese concepto suyo, la Venus de Arl¨¦s puede mutar de escultura del siglo II a pieza de bronce o el C-3PO de Star Wars en un busto recuperado en una excavaci¨®n arqueol¨®gica.

¡°Pens¨¦ por primera vez en el concepto de arqueolog¨ªa ficticia hace unos 16 a?os, despu¨¦s de volver de un proyecto llamado Eastern Islands en unas islas remotas del Pac¨ªfico Sur. Eran una suerte de estatuas que emerg¨ªan del suelo y aquello me hizo pensar en la arqueolog¨ªa, en c¨®mo nos relacionamos con el pasado a trav¨¦s de los objetos¡±, cuenta por videollamada, coincidiendo con la apertura de su ¨²ltima exposici¨®n en la galer¨ªa Perrotin de Par¨ªs, su casa desde siempre gracias a su amistad con el legendario marchante franc¨¦s Emmanuel Perrotin.

¡°Toda nuestra narrativa fluye a trav¨¦s de los objetos, as¨ª que pens¨¦ en qu¨¦ suceder¨ªa si pudieras hacer ingenier¨ªa inversa con ese concepto en mente. Algo que directamente puedas asociar con un momento en el tiempo. Por eso uso ordenadores, c¨¢maras o coches enteros en este proyecto, porque significan algo en un momento determinado en el tiempo. ?Que si voy a seguir usando el concepto? [sonr¨ªe]. Es dif¨ªcil decir si esto me va a seguir toda la vida, porque depende de hacia d¨®nde voy, de lo que expongo o de lo que hago, pero creo que tengo buena intuici¨®n a la hora de decir si algo se ha agotado. Adem¨¢s, el concepto de arqueolog¨ªa ficticia es muy familiar para m¨ª¡±, desarrolla al respecto de un proyecto con el que ha dado ya varias vueltas al mundo.

Arsham fue testigo el 24 de agosto de 1992 del paso del hurac¨¢n Andrew por Miami, su hogar en aquel momento. La terrible experiencia que supuso para ¨¦l siempre se menciona como una influencia imprescindible en su trabajo, algo que ha dejado un profundo trazo en su obra. La familia Arsham sobrevivi¨® en un b¨²nker construido en la propia casa y el seguro permiti¨® reconstruir su hogar tal y como era antes del paso de aquel monstruo de categor¨ªa 5, pero tal y como reconoce el artista, nunca ha podido olvidarlo.

Tanto es as¨ª, que el artista lleg¨® a reproducir lo sucedido en una pel¨ªcula en la que aparec¨ªa una casa muy parecida a la suya. ¡°Vi c¨®mo un hurac¨¢n arrasaba el hogar de mi ni?ez de un plumazo. Lo normal es que cuando eres un ni?o entiendas el espacio de un modo distinto¡±, recuerda. ¡°Piensas menos en c¨®mo se construy¨® y m¨¢s en c¨®mo te hace sentir. Lo que me pas¨® fue un proceso que me permiti¨® ver a trav¨¦s de los muros y ver c¨®mo estaba dise?ado todo. Creo que las fotos que tom¨¦ luego fueron mi primer intento de entender la vida a trav¨¦s de un medio¡±. Tambi¨¦n la forma en la que compone los objetos, no solo en lo visual, sino los materiales de los que se sirve, ya sea lava volc¨¢nica o cristal, tienen mucho que ver con aquel momento.

Los padres de Arsham, que proced¨ªan de mundos completamente distintos al arte, como el sector bancario y la abogac¨ªa, siguieron el consejo de uno de los profesores de aquel chaval. El maestro vio en sus dibujos algo m¨¢s que los garabatos. A pesar de todo, la intenci¨®n del de Cleveland de estudiar Arquitectura se vio, en un principio, frustrada. ¡°No me aceptaron en esa disciplina, as¨ª que me matricul¨¦ en la escuela de arte. Estudi¨¦ escultura, pintura y cine sin focalizarme especialmente en ninguna de ellas, aunque despu¨¦s me decid¨ª por la pintura. La cosa es que luego he tocado m¨¢s la escultura que cualquier otra cosa¡±, recuerda. Cuando se le pregunta al estadounidense si recuerda exactamente cuando decidi¨® que quer¨ªa dedicarse al mundo del arte, Arsham no se lo piensa demasiado. ¡°De ni?os, nos encanta dibujar y nos pasamos el d¨ªa haci¨¦ndolo. Despu¨¦s se nos olvida, pero dibujar es algo org¨¢nico para todos nosotros. A los 11 a?os decid¨ª que era algo que me encantaba. Tambi¨¦n ayud¨® que mi abuelo fuera un fot¨®grafo amateur y yo entendiera gracias a ¨¦l que todo depend¨ªa del punto de vista desde el que sujetaba la c¨¢mara y que todo pasaba a trav¨¦s nuestro, que la c¨¢mara era solo un instrumento. Al final, los artistas somos alquimistas: transformamos lo que vemos¡±, explica, y admite la gran influencia que la cultura pop ejerce sobre su obra. ¡°Trabajo con esta idea de ficci¨®n arqueol¨®gica. Para crear eso necesito desarrollar objetos con una parte de arte contempor¨¢neo y otra de rostro reconocible¡±. Ejemplo de ello son sus trabajos a partir de la iconograf¨ªa de Star Wars o con el mism¨ªsimo DeLorean de Regreso al futuro, cl¨¢sicos modernos que habita la obra del estadounidense.

No parece que ¨¦l tenga que preocuparse por el ¨¦xito: despu¨¦s de haber hecho pel¨ªculas con Juliette Lewis o Mahershala Ali; de fundar su propio estudio de arquitectura (Snarkitecture), en el que colabora con otras compa?¨ªas del mismo ¨¢mbito en proyectos de gran calado, y haber convertido Arsham Studios en uno de los grandes referentes del arte contempor¨¢neo en el mundo, una empresa multimillonaria que marca el camino m¨¢s que seguirlo. Con ese paraguas, ha colaborado con marcas y sellos tan distintos como Pok¨¦mon, Heinz, Dior, Cos, Porsche o Disney, y es ahora uno de los nombres m¨¢s perseguidos por aquellos que desean exclusividad.

Amado por estrellas del calibre de Usher, Pharrell Williams, Kim Jones o Jay-Z y reclamado por galer¨ªas y museos de todo el mundo, el de Cleveland advierte que su mundo no es un lugar para d¨¦biles de esp¨ªritu, pesimistas o cualquiera que se asuste f¨¢cilmente. ¡°A las personas que se me acercan para pedirme consejo, siempre les repito lo mismo: el 99% no va a conseguirlo. Durante mucho tiempo viv¨ª en mi estudio, quiero decir, literalmente, viv¨ªa en mi estudio. As¨ª que hay que tener suerte, pero tampoco debes rendirte y puede pasar much¨ªsimo tiempo hasta que veas el resultado de tu trabajo llegar a alguna parte. Por lo que, si decides dedicarte a esto, mi consejo es que te armes de paciencia y no te rindas jam¨¢s, pero, aun as¨ª, nadie te asegura que puedas conseguirlo¡±, concluye.