El ni?o de Oviedo que se convirti¨® en un doble de Sinatra
La pasi¨®n de Antonio Cuesta por la m¨²sica del cantante estadounidense lo llev¨®, 40 a?os despu¨¦s, a interpretar sus canciones acompa?ado por un quinteto de m¨²sicos profesionales
El d¨ªa de Reyes de 1979, Antonio Cuesta ten¨ªa 11 a?os, y uno de los discos que sus padres le hab¨ªan regalado, Francis Albert Sinatra & Ant?nio Carlos Jobim, le pareci¨® algo m¨¢gico. El flechazo fue instant¨¢neo e irreversible. Pasar¨ªa horas y horas escuchando aquella colaboraci¨®n musical hist¨®rica, la uni¨®n entre el se?or¨ªo vocal de Sinatra y la sensualidad sonora de Jobim, padre de la bossa nova. Antonio comenz¨® a cantar aquellas canciones encerrado en su covacha, que era la manera en que Charo, su madre, sol¨ªa referirse al caos que era su habitaci¨®n. A sus hermanos mayores, Juan Manuel y Jos¨¦ Ram¨®n, aquella pasi¨®n les resultaba muy divertida. Porque lleg¨® un momento en el que Antonio se refer¨ªa a Sinatra como Frank, como si hubiese conseguido hacerse amigo del astro a base de escuchar sus canciones una y otra vez. M¨¢s de 40 a?os despu¨¦s, Antonio sigue hablando de Frank. Sigue viviendo en Oviedo, su ciudad natal, y se gana la vida trabajando como camarero en la cafeter¨ªa que regenta Juan Manuel, pero ahora tambi¨¦n canta las canciones de Sinatra acompa?ado por un quinteto de m¨²sicos profesionales. Ya han actuado en locales de varias ciudades de Espa?a.
¡°La culpa de todo esto es de Jos¨¦ Ram¨®n¡±, explica Antonio desde su casa. Dos d¨ªas antes de mantener esta charla, el Sinatra & Jobim Project, que es como se llama la banda y el espect¨¢culo al que dan vida, llen¨® el teatro Filarm¨®nica de Oviedo. ¡°Veo ese teatro cada d¨ªa desde hace a?os¡±, comenta con una incredulidad que no es en absoluto impostada, ¡°pero ni en sue?os imagin¨¦ que llegar¨ªa a cantar en su escenario. Y mucho menos a¨²n imagin¨¦ llenarlo, claro¡±. Y Jos¨¦ Ram¨®n, que est¨¢ a su lado, comienza a explicar la historia de c¨®mo esa ilusi¨®n se hizo realidad. ¡°Durante la pandemia¡±, dice el mayor de los Cuesta, ¡°me vine de Madrid para poder estar en Oviedo. Estando en casa, aislado, comenc¨¦ a darle vueltas a una serie de temas. Por una parte, me di cuenta de que ten¨ªa un asunto pendiente con Antonio. Adem¨¢s, la situaci¨®n para la m¨²sica en directo era terrible, as¨ª que pens¨¦ que ayudar a mi hermano pod¨ªa servir tambi¨¦n para ayudar a grandes m¨²sicos de Oviedo¡±. Jos¨¦ Ram¨®n habl¨® con Vaud¨ª Cavalcanti ¡ªde origen brasile?o pero afincado desde hace 30 a?os en Asturias, ¡°el Jobim perfecto para mi hermano¡±¡ª y Jorge Viejo, dos m¨²sicos residentes en la ciudad que eran perfectos para dar forma a la idea que ¨¦l ten¨ªa en la cabeza. Que no era otra que conseguir que su hermano interpretara un homenaje al disco brasile?o de Sinatra. Y, de paso, generar un foco de ilusi¨®n en un momento de crisis e incertidumbre para los m¨²sicos.
¡°Habl¨¦ con Antonio¡±, prosigue Jos¨¦ Ram¨®n, ¡°y le dije: ¡®Te voy a montar una banda para que puedas cantar las canciones del disco de Sinatra y Jobim¡¯. ?l se rio y dijo: ¡®?Y a qu¨¦ estabas esperando, a que tengamos que viajar los dos a actuar en Benidorm con el Imserso?¡±. Jos¨¦ Ram¨®n ten¨ªa experiencia suficiente como para comprometerse a algo as¨ª. En los noventa form¨® parte del equipo que organiz¨® el Centollo Rock, uno de los primeros festivales indie que hubo en Asturias, y en el que actuaron bandas como Australian Blonde, Manta Ray o El Ni?o Gusano. Luego vio ¡°un anuncio de una multinacional discogr¨¢fica que buscaba un comercial¡±. Fue as¨ª como se hizo vendedor de Warner y luego pas¨® a trabajar para EMI. ¡°Hice el cambio justo cuando Alejandro Sanz sac¨® Coraz¨®n part¨ªo. Ese a?o, todos mis excompa?eros se compraron un coche nuevo¡±, recuerda riendo. ¡°Mamina siempre dec¨ªa que Jos¨¦ Ram¨®n, que es el ¨²nico de los cuatro hermanos que no sabe cantar, es el que termin¨® gan¨¢ndose la vida con la m¨²sica¡±, apunta Antonio. Tres de los hermanos Cuesta han salido dotados para el canto. Porque Juan Manuel, aunque no se dedica a ello profesionalmente, tambi¨¦n es int¨¦rprete vocal e imitador. Y Margarita, la peque?a, es soprano y canta zarzuelas. ¡°En cambio¡±, dice Antonio, ¡°Jos¨¦ Ram¨®n tiene buen o¨ªdo, pero lo que se dice afinar¡¡±.
Tras su paso por alg¨²n otro sello discogr¨¢fico, Jos¨¦ Ram¨®n trabaj¨® en un proyecto del gaitero Hevia. Desde hace unos a?os se encarga de la comunicaci¨®n de su paisano Rodrigo Cuevas y ahora tambi¨¦n gestiona el desarrollo del grupo de su hermano, que este oto?o editar¨¢ su primer ¨¢lbum. Sinatra & Jobim Project ser¨¢ la culminaci¨®n de un proyecto que recrea con pasi¨®n y respeto algunas canciones de aquel ¨¢lbum que funcion¨® como una aut¨¦ntica epifan¨ªa. En el disco est¨¢n presentes, adem¨¢s de Viejo y Cavalcanti, Sam Rodr¨ªguez, Ren¨¦ Ispierto y Leo Duarte, instrumentistas sin la entrega y la ilusi¨®n de los cuales, insiste Jos¨¦ Ram¨®n, ¡°nada de esto habr¨ªa sido posible¡±. Contaron adem¨¢s con producci¨®n de un viejo amigo de la familia, el poeta, actor y m¨²sico ucranio Yuri Mykhaylychenko. Jos¨¦ Ram¨®n vive la experiencia desde dos frentes, el personal y el profesional. No siempre es f¨¢cil separarlos, pero quiz¨¢ eso forme parte de la energ¨ªa que ha hecho que un proyecto tan humilde haya ido creciendo poco a poco. Una dualidad que tambi¨¦n genera situaciones curiosas. Como cuando ha de hablar con el jefe de Antonio para que le deje librar en la cafeter¨ªa si las condiciones de alg¨²n concierto as¨ª lo requieren. ¡°Hay una frase que ya es un cl¨¢sico entre nosotros¡±, apunta, ¡°Juan Manuel, te llamo como m¨¢nager, no como hermano¡±.
Jos¨¦ Ram¨®n cuenta: ¡°Esto era una especie de espina que ten¨ªa clavada, y cuando fui consciente de ello, decid¨ª que ten¨ªa que poner toda la carne en el asador. En lo ¨²nico que no ten¨ªa experiencia era a la hora de conseguir actuaciones¡±. Pero eso no ha supuesto traba alguna. El Sinatra & Jobim Project lleva ya dados m¨¢s de 50 conciertos. ¡°No es f¨¢cil¡±, advierte, ¡°porque esto es lo que es. No se trata de un grupo de tributo, sino de un homenaje a un ¨¢lbum que nos parece maravilloso¡±.
¡°Yo nunca he tenido mucha autoestima¡±, confiesa Antonio, ¡°pero gracias a ¨¦l, y al apoyo de Marta, mi mujer, eso est¨¢ cambiando¡±. El espect¨¢culo ha pasado por el teatro Jovellanos de Gij¨®n, por el teatro Nuevo Alcal¨¢ de Madrid ¡ªdonde hubo otro lleno, salvo una butaca vac¨ªa, que estaba reservada para la madre del clan, fallecida unas semanas antes¡ª y por otras capitales espa?olas, y en 2024 visitar¨¢n Alemania. Jos¨¦ Ram¨®n intuye que Antonio puede tener posibilidades en Jap¨®n y Corea. ?l asiente y dice: ¡°A veces estoy en el camerino y no me puedo creer que esto est¨¦ pasando. Es agotador porque son horas de viaje en furgoneta y a veces llego con el tiempo de darme una ducha y empezar a servir caf¨¦s. Pero soy muy feliz¡±. Seguro que Frank tambi¨¦n est¨¢ contento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.