Pol¨ªtica y cosm¨¦tica
Yo soy europe¨ªsta hasta la m¨¦dula. Vot¨¦ en las elecciones del pasado 9 de junio, pese a que me hab¨ªa levantado de la cama con una neuralgia de caballo. Me refiero a ese dolor que te atraviesa el ojo (el izquierdo, en mi caso) y desciende y desciende hasta provocar tambi¨¦n una neuralgia de faringe que impide el paso de toda clase de s¨®lidos y l¨ªquidos, incluida la saliva. Cuando se alcanza el paroxismo (signifique lo que signifique paroxismo) no hay otra que atizarse dos o tres analg¨¦sicos y meterse entre las s¨¢banas con los ojos cerrados y la habitaci¨®n a oscuras. Aun as¨ª, no deja uno de ver figuras monstruosas provocadas por la excitaci¨®n del trig¨¦mino, que creo que es el nervio implicado en el desastre.
Detallo lo anterior para despejar cualquier duda respecto a mi europe¨ªsmo, pues lo sensato habr¨ªa sido no salir.
El caso es que tropec¨¦ hace poco con esta foto publicada a cuatro columnas en una de las p¨¢ginas del peri¨®dico. La pas¨¦ de largo, como si se tratara del anuncio de una colonia, quiz¨¢ de una crema de manos, porque la imagen evocaba ese registro del mundo de la publicidad. Ursula von der Leyen parece hablarnos de los cuidados de la piel (la suya es perfecta) y debajo, a un tama?o mucho m¨¢s peque?o, aparecen unas personas que, si no te fijas bien, podr¨ªan confundirse con tubos de pomada o frascos de perfume. Inquieto ante la existencia de un producto de belleza que se llamara Economy Jobs, regres¨¦ al ¡°anuncio¡± para advertir con sorpresa que se trataba de una noticia. Me llam¨® mucho la atenci¨®n esta proximidad entre la pol¨ªtica y la cosm¨¦tica. En fin.
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