Iv¨¢n Iv¨¢novich, el mu?eco que conquist¨® el espacio dos veces
Su aventura ayud¨® a la Uni¨®n Sovi¨¦tica a avanzar en la carrera espacial
Uno de los h¨¦roes menos conocidos que contribuyeron en la exploraci¨®n espacial fue Iv¨¢n Iv¨¢novich y as¨ª se le reconoce en varios museos del mundo. El peque?o detalle es que, a pesar de su aspecto, Iv¨¢n Iv¨¢novich (al que en castellano podr¨ªamos llamar Juan Nadie) no es una persona, sino un maniqu¨ª, pero el maniqu¨ª m¨¢s importante en la carrera espacial.
En plena Guerra Fr¨ªa, la conquista del espacio fue un ¨¦pico duelo entre sovi¨¦ticos y estadounidenses, en la que los sovi¨¦ticos ganaron casi todas las batallas, pero perdieron la guerra de conquistar la Luna. La forma en la que afrontaron la carrera tambi¨¦n fue muy diferente en ambos lados. En Estados Unidos no desaprovecharon el tir¨®n publicitario y convirtieron a los aspirantes a astronauta en h¨¦roes medi¨¢ticos. Muchos de los detalles, progresos y participantes eran conocidos y publicitados, as¨ª como la identidad del jefe del programa, el alem¨¢n Wernher von Braun, un antiguo nazi, dise?ador de los misiles bal¨ªsticos V2 que hab¨ªan asolado Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial. En el otro lado del mundo, el programa espacial sovi¨¦tico estaba rodeado de secretos y de desinformaci¨®n. Los ¨¦xitos se comunicaban en ruedas o notas de prensa de la agencia TASS, donde la informaci¨®n se suministraba con cuentagotas. Una t¨¢ctica habitual era que la persona que comparec¨ªa en la rueda de prensa como presunto responsable del programa espacial realmente ten¨ªa una relaci¨®n tangencial con el programa y no conoc¨ªa apenas nada de lo que se estaba anunciando. As¨ª se aseguraban de que no se filtrara ninguna informaci¨®n sensible. Mucho tiempo despu¨¦s supimos que el responsable del programa espacial sovi¨¦tico fue Sergu¨¦i Koriolov, un brillante ingeniero que hab¨ªa pasado varios a?os en un gulag estalinista y que hab¨ªa sido rehabilitado en el a?o 1957 cuando la Uni¨®n Sovi¨¦tica requiri¨® de su talento.
Los sovi¨¦ticos fueron los primeros en poner un objeto a orbitar la Tierra (el Sp¨²tnik) y los primeros en poner a un hombre en ¨®rbita. Esos dos logros fueron bastante complicados y requirieron muchas pruebas y ensayos que se hicieron en el mayor de los secretos. Para realizar uno de estos vuelos previos a poner a un hombre en ¨®rbita, se dise?¨® un maniqu¨ª, bautizado como Iv¨¢n Iv¨¢novich. Seg¨²n los que trabajaron en el programa, ten¨ªa un aspecto inquietantemente humano, y unas pesta?as tan realistas que parec¨ªan sacadas de una pel¨ªcula de terror.
Iv¨¢n Iv¨¢novich hizo dos vuelos al espacio, por lo que se puede considerar el primer objeto antropom¨®rfico que estuvo en ¨®rbita y el primero que repiti¨®. En su viaje no iba solo. Llevaba cultivos microbianos, ratones, lagartos y conejillos de Indias para probar el efecto sobre organismos biol¨®gicos del espacio exterior. Tambi¨¦n llevaba entre el traje espacial y su pecho un radiocasete que transmit¨ªa canciones populares sovi¨¦ticas, para asegurarse que durante todo el vuelo pudieran o¨ªr a los astronautas. Uno de los mayores temores de los sovi¨¦ticos era que si el maniqu¨ª era encontrado por alguien ajeno al equipo de rescate pudiera ser confundido con un esp¨ªa occidental, y siguiendo las indicaciones del partido, le pegaran una paliza. Hay que recordar que unos pocos a?os antes el piloto Gary Powers hab¨ªa ca¨ªdo en territorio sovi¨¦tico mientras realizaba una operaci¨®n de espionaje. Para evitar esto, escribieron la palabra ¡°Maket¡± (maniqu¨ª) sobre su casco. Su primer viaje se consider¨® un ¨¦xito, incluyendo su eyecci¨®n y aterrizaje en paraca¨ªdas¡, aunque el m¨®dulo de frenado no se desprendi¨® como deb¨ªa y qued¨® enganchado por un cable, por lo que durante unos minutos los dos m¨®dulos del Vostok estuvieron girando como dos zapatillas enredadas por los cordones.
Para el segundo vuelo se le cambi¨® la cabeza. La anterior hab¨ªa quedado da?ada en el primer vuelo, y parece ser que le hab¨ªan hecho fotos con un cigarrillo, lo que le hab¨ªa provocado alguna quemadura. Este cambio no suaviz¨® un ¨¢pice su aspecto inquietante. En la grabaci¨®n se incluy¨®, adem¨¢s de las consabidas canciones populares, la receta de una sopa de col, se supone que para despistar al enemigo. Este segundo vuelo funcion¨® bastante mejor, aunque se cumplieron los presagios y al aterrizar fue atacado por los campesinos que lo confundieron con el cad¨¢ver de un esp¨ªa, aunque los miembros del programa espacial llegaron a tiempo para rescatarlo. Todo un h¨¦roe¡ de caucho.
El verdadero Iv¨¢n
¡ª El final de Iv¨¢n Iv¨¢novich estuvo a la altura de los servicios prestados. En 1993 fue subastado en Sotheby¡¯s y el multimillonario Ross Perot lo adquiri¨® por 189.500 d¨®lares. Se expuso en el museo nacional aeroespacial en Washington desde 1997 hasta el a?o 2017, en el que se reintegr¨® a la colecci¨®n personal de su propietario.
¡ª Pero la desinformaci¨®n sovi¨¦tica sigue siendo muy efectiva actualmente. En el cosm¨®dromo de Baikonur se exhibe otro Iv¨¢n Iv¨¢novich del que se alega que fue el que realmente hizo el primer vuelo de prueba el 25 de marzo de 1961 y que fue donado por el propio Koriolov. Decida el lector cu¨¢l es el aut¨¦ntico.
J. M. Mulet es catedr¨¢tico de Biotecnolog¨ªa.
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