Belleza, desagravio y reflexi¨®n en el primer museo europeo consagrado a mujeres artistas

Durante gran parte de su vida, Frida Kahlo llev¨® cors¨¦s de escayola que la ayudaban a mantenerse erguida. Esos corpi?os realzaban a una mujer dolida con el mundo que a menudo se sent¨ªa invisible, desnuda en su deseo. Quiz¨¢s por ello los fue cubriendo de retazos de telas y pintando de colores. Hoy resisten como collages con corazones de yeso tallados, p¨¢jaros y tigres que parece que emitan mensajes ocultos. No es extra?o, pues, que uno de ellos est¨¦ simb¨®licamente colocado en una vitrina en mitad del pasillo de la segunda planta del Museo Famm, iluminando la propia idea fundacional de un espacio inaugurado en Mougins (Francia) el pasado 24 de junio.

Inspirado en el National Museum of Women in the Arts de Washington, primer museo del mundo enteramente dedicado a las mujeres artistas, el FAMM (Mujeres Artistas del Museo de Mougins, n¨®tese el juego de palabras: Mujer en franc¨¦s es femme y se pronuncia famm) pretende ser su hom¨®logo europeo. Los cuatro pisos abarcan los grandes movimientos del arte moderno desde finales del siglo XIX hasta el arte contempor¨¢neo y las nuevas tendencias del siglo XXI, ofreciendo ejemplos de impresionismo, cubismo, surrealismo o expresionismo abstracto. Si Berthe Morisot fue la gran relegada del impresionismo y Mar¨ªa Blanchard del cubismo, qu¨¦ decir de Elaine de Kooning, injustamente colocada en un segundo plano a la sombra de su marido, uno de los popes del expresionismo abstracto, Willem de Kooning. La selecci¨®n es asombrosa: Dora Maar, Niki de Saint Phalle, Sonia Delaunay, Lee Krasner, Louise Bourgeois, Leonora Carrington, Fran?oise Gilot, Marina Abramovi?, Tracey Emin, Jenny Saville o Tatiana Trouv¨¦.

El coleccionista Christian Levett es el ide¨®logo de un proyecto nacido de la conciencia y del deseo de frenar la infrarrepresentaci¨®n e infravaloraci¨®n de las mujeres artistas. ¡°Mi viaje por el mundo del arte comenz¨® con el coleccionismo de obras cl¨¢sicas, antig¨¹edades y viejos maestros. Sin embargo, con el tiempo mi inter¨¦s se desplaz¨® hacia el arte moderno y contempor¨¢neo. Durante esta transici¨®n me di cuenta de una sorprendente disparidad en el valor de mercado y en la disponibilidad de obras de hombres y mujeres artistas. Vi que pod¨ªa crear una colecci¨®n de obras femeninas de calidad muse¨ªstica por una fracci¨®n de la dificultad y el coste de adquirir obras comparables de sus hom¨®logos masculinos¡±, explica Levett.

As¨ª, la misi¨®n de FAMM es doble: destacar las extraordinarias contribuciones de las mujeres artistas a trav¨¦s de diversos periodos y estilos y educar al p¨²blico en la rica pero a menudo olvidada historia de las mujeres en el arte. ¡°El museo pretende corregir omisiones hist¨®ricas, proporcionando una plataforma en la que las obras y las historias de las mujeres artistas sean celebradas y estudiadas en profundidad¡±, explica el coleccionista en Mougins, pueblo de la Provenza vinculado a la historia del arte que encandil¨® a Man Ray, Cocteau, Chagall o Picasso, que pas¨® aqu¨ª sus ¨²ltimos a?os. ¡°Nuestro museo se posiciona en la escena art¨ªstica como una instituci¨®n pionera. Forma parte de un movimiento mundial para rectificar los desequilibrios hist¨®ricos de g¨¦nero en el mundo del arte, colaborando con otras instituciones en exposiciones, publicando libros sobre mujeres artistas y contribuyendo a una comprensi¨®n m¨¢s integradora de la historia¡±.

Famm no solo enriquece el tapiz cultural de Francia, sino que sienta un precedente para la valoraci¨®n de las mujeres artistas a escala mundial. Los cors¨¦s de Frida se curtieron con el tiempo sin que ella lo viera. Los cuadros de Blanche Hosched¨¦ Monet, hijastra y nuera de Claude Monet, apenas tuvieron visibilidad en los libros. Para Levett es determinante prestar atenci¨®n a los contextos (algunos hostiles) en los que trabajaron las artistas y considera por ello crucial ¡°explicar en cada cuadro los obst¨¢culos que superaron y el impacto duradero que han tenido en el mundo del arte¡±.