?No lo puedes cambiar? Estos son los beneficios de aceptar y tomar distancia

Aunque el sufrimiento sea una condici¨®n humana posible, la sociedad occidental nos empuja a huir de ¨¦l. Se transmite la idea de que para poder vivir se necesita evitar la presencia de determinados pensamientos, recuerdos o sensaciones asociados al malestar. Adem¨¢s, tambi¨¦n se ha reforzado el mensaje de que se debe encontrar una soluci¨®n inmediata a los problemas. Es cierto que existen algunos de f¨¢cil soluci¨®n, como elegir qu¨¦ tinte para el pelo aplicarse o qu¨¦ pel¨ªcula ver en el cine¡­ Pero hay otros contextos problem¨¢ticos. Cuesta aceptar que a uno le han dejado, que no se puede tener ya hijos, que no se ha aprobado una oposici¨®n para la que uno se hab¨ªa preparado durante tiempo o que no se puede volver a correr maratones debido a una enfermedad cardiaca. Lo que peor se admite tiene que ver con la salud, el amor, la familia, lo econ¨®mico¡­ En estos contextos, buscar una soluci¨®n inmediata puede frustrar a¨²n m¨¢s.

En los ¨²ltimos a?os se ha incrementado la investigaci¨®n de terapias psicol¨®gicas que parten de la idea de que hay un grado de sufrimiento inherente a la vida que no se puede eliminar y que el intento de acabar con ¨¦l puede llegar a provocar trastornos psicol¨®gicos. El objetivo de estas terapias no es tanto reducir eventos internos (preocupaciones, miedo, tristeza¡­) como la aceptaci¨®n de ellos cambiando la relaci¨®n que uno tiene con sus pensamientos y emociones. La idea es que las personas retomen las riendas de su vida a pesar del malestar. Esto redundar¨¢ en un mejor estado de ¨¢nimo.

Para estos objetivos se propone el uso de met¨¢foras. Por ejemplo, se plantea la del autob¨²s, en el que se le dice al sujeto si es capaz de mantener la direcci¨®n de su autob¨²s hacia lo que le importa en la vida a pesar de que los pasajeros le traten de boicotear permanentemente con mensajes que le auguran un fracaso. Para saber hacia d¨®nde dirigir el autob¨²s, se emplean met¨¢foras como la del jard¨ªn para clarificar las direcciones que la persona desea tomar en su vida en diferentes ¨¢mbitos (laboral, familiar, amistad, ocio¡­). Se le dice a la persona que no es f¨¢cil cuidar de las plantas porque los jardines suelen tener malas hierbas que cuanto m¨¢s se arrancan, m¨¢s salen. La no aceptaci¨®n tiene m¨¢s que ver con obsesionarse con arrancar las malas hierbas olvid¨¢ndose de cultivar las propias plantas. Hay libros para reflexionar sobre estas ideas y llevarlas al terreno pr¨¢ctico, como Manual para soltar. Practicando la aceptaci¨®n radical de la terapia dial¨¦ctica conductual, del psic¨®logo cl¨ªnico Joaquim Soler, o C¨®mo reducir el sufrimiento con aceptaci¨®n y mindfulness, del psiquiatra Javier Garc¨ªa Campayo. En ellos se orienta a hacer algo valioso en la vida y a aprender a tomar distancia.

Tha?s Tiana Sastre, psic¨®loga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, se?ala que lo importante para incorporar estas ideas ser¨ªa ser conscientes de cu¨¢ndo no lo estamos aceptando. Aparece en forma de rumias: ¡°Si no hubiera tenido a este padre¡±, ¡°deber¨ªa haber hecho aquello¡±, ¡°hasta que no desaparezca este dolor, no voy a poder volver a nadar¡±. La persona, en lugar de estar de forma efectiva en el mundo, lo est¨¢ en sus pensamientos o razonamientos orientados hacia el pasado o el futuro. Cuando uno acepta, se abre a permitir, a ponerse a favor de la corriente, a soltar¡­ La no aceptaci¨®n, en cambio, est¨¢ relacionada con cerrarse a lo que pasa en la vida, oponerse, ponerse a contracorriente, aferrarse¡­

Habr¨ªa diferentes capas de la aceptaci¨®n. La mental y la emocional se fomentan al enfocar nuestra atenci¨®n al momento presente. Pero no ¨²nicamente. Seg¨²n Manual para soltar, entender que hay causas en lo que sucede, que el universo es como es y no tiene intencionalidad y no oponerse al dolor cuando algo naturalmente lo causa ayudan a orientarse mentalmente a la aceptaci¨®n. Notar la tensi¨®n f¨ªsica, saber relajar y soltar corporalmente ayuda a la aceptaci¨®n en su componente emocional.

Finalmente, comportarse coherentemente con la aceptaci¨®n, actuar como si lo admitieras, a pesar de que emocionalmente uno no lo sienta as¨ª, ser¨ªa la tercera capa. Esta, la aceptaci¨®n conductual, consiste en activarse llevando a cabo una acci¨®n opuesta a la emoci¨®n: es decir, tener un plan de acci¨®n que se relacione con intereses y valores personales con independencia del estado de ¨¢nimo que se tenga. Si ahora ya aceptara completamente esta situaci¨®n, ?c¨®mo me comportar¨ªa en ese caso?

La permanente huida del sufrimiento inherente a la vida y la b¨²squeda de soluciones inmediatas a lo que no tiene remedio pueden estar entre las causas por las que se demande ayuda profesional. Una vez eliminada esta necesidad de huida, uno puede implicarse en las actividades que se establezcan como objetivos valiosos y aprender que el problema no es tener pensamientos negativos, sino el modo en que se reacciona ante ellos. Cuando uno elige aceptar. Sobre todo, si se sabe c¨®mo hacerlo y si se tiene claro qu¨¦ plantas cuidar del propio jard¨ªn personal. Aceptar no es algo pasivo, sino algo tremendamente activo y se ha de cultivar con intenci¨®n. La aceptaci¨®n ha de estar al servicio de lo que a uno le importa en la vida.