?Qu¨¦ le pasa a tu cuerpo cuando est¨¢s estresado?
El estr¨¦s puede ser positivo, ya que la respuesta a ¨¦l nos ayuda a estar alerta, motivados y centrados en la tarea que nos ocupa. Pero causa estragos en nuestro sistema inmunitario
Todos experimentamos estr¨¦s de vez en cuando. Es algo que forma parte de los altibajos emocionales de la vida. Las fuentes del estr¨¦s son muchas. Puede tener su origen en nuestro entorno, en nuestro cuerpo, o en nuestros propios pensamientos y en c¨®mo vemos el mundo que nos rodea. Sentirse estresado en momentos de presi¨®n, como la ¨¦poca de ex¨¢menes, es de lo m¨¢s natural, pero estamos dise?ados psicol¨®gicamente para lidiar con ello y reaccionar.
Cuando nos sentimos sometidos a presi¨®n, nuestro sistema nervioso manda instrucciones al cuerpo para que libere hormonas del estr¨¦s, como adrenalina y cortisol, que producen cambios fisiol¨®gicos con el fin de ayudarnos a hacer frente a la amenaza o al peligro que vemos cernerse sobre nosotros. Es lo que se llama "respuesta de estr¨¦s" o reacci¨®n "de lucha o huida".
En realidad, el estr¨¦s puede ser positivo, ya que la respuesta a ¨¦l nos ayuda a estar alerta, motivados y centrados en la tarea que nos ocupa. Normalmente, cuando el estr¨¦s se aten¨²a, el cuerpo recupera el equilibrio y volvemos a sentirnos tranquilos otra vez. Pero cuando experimentamos estr¨¦s demasiado a menudo o durante demasiado tiempo, o cuando los sentimientos negativos son superiores a nuestra capacidad de salir adelante, aparecen los problemas. La activaci¨®n continua del sistema nervioso ?al experimentar la "respuesta de estr¨¦s"? provoca el desgaste del organismo.
Cuando estamos estresados, el sistema respiratorio sufre el efecto inmediatamente. Nos suele costar m¨¢s respirar y lo hacemos m¨¢s deprisa en un intento de llevar r¨¢pidamente sangre rica en ox¨ªgeno al cuerpo. Aunque a la mayor¨ªa de nosotros esto no nos supone ning¨²n problema, s¨ª puede serlo para las personas con asma, que pueden tener sensaci¨®n de falta de aliento y esforzarse por aspirar suficiente ox¨ªgeno. Tambi¨¦n puede provocar que la respiraci¨®n se acelere y sea superficial, de manera que el aire aspirado sea m¨ªnimo, lo cual puede desembocar en una hiperventilaci¨®n. La probabilidad de que esto ocurra es mayor si la persona es propensa a la ansiedad y los ataques de p¨¢nico.
El estr¨¦s causa estragos en el sistema inmunitario. El cortisol liberado en el organismo inhibe tanto este sistema como las v¨ªas inflamatorias, as¨ª que nos volvemos m¨¢s vulnerables a las infecciones y a las inflamaciones cr¨®nicas. Nuestra capacidad de defendernos de la enfermedad se reduce.
El sistema inmunitario, m¨²sculoesquel¨¦tico y endocrino sufren los efectos del estr¨¦s
El sistema m¨²sculoesquel¨¦tico tambi¨¦n sufre los efectos. Los m¨²sculos se tensan, lo cual es la manera natural que tiene nuestro cuerpo de protegernos de las heridas y el dolor. La tensi¨®n muscular repetida puede provocar molestias y dolores en el cuerpo, y cuando esto ocurre en los hombros, el cuello y la cabeza, puede resultar en cefaleas y migra?as por tensi¨®n.
Tambi¨¦n se producen efectos cardiovasculares. Cuando el estr¨¦s es agudo (en ese preciso momento), la frecuencia card¨ªaca y la presi¨®n sangu¨ªnea suben, pero vuelven a la normalidad una vez este ha pasado. Si se experimenta estr¨¦s agudo repetidamente o si el estr¨¦s se convierte en cr¨®nico (si se prolonga durante un periodo largo de tiempo), puede provocar da?os en las venas y las arterias. Esto incrementa el riesgo de sufrir hipertensi¨®n, ataques al coraz¨®n o infartos.
El sistema endocrino sufre igualmente. Este sistema desempe?a un importante papel en la regulaci¨®n del estado de ¨¢nimo, el crecimiento y el desarrollo, la funci¨®n de los tejidos, el metabolismo y los procesos reproductivos. El metabolismo resulta afectado. El hipot¨¢lamo est¨¢ situado en el cerebro y cumple una funci¨®n clave en la conexi¨®n del sistema endocrino con el sistema nervioso. Las se?ales de estr¨¦s procedentes del hipot¨¢lamo disparan la liberaci¨®n de las hormonas del estr¨¦s cortisol y epinefrina, y el h¨ªgado produce az¨²car sangu¨ªneo (glucosa) para abastecernos de energ¨ªa que nos permita enfrentarnos a la situaci¨®n estresante. La mayor¨ªa de la gente reabsorbe la glucosa suplementaria cuando el estr¨¦s disminuye, pero para algunas personas esto supone un mayor riesgo de sufrir diabetes.
Podemos tener problemas con el sistema reproductivo
El estr¨¦s puede tener desagradables efectos gastrointestinales. Podemos sufrir ardor de est¨®mago y reflujo ¨¢cido, especialmente si hemos cambiado los h¨¢bitos alimentarios para comer m¨¢s o menos, o hemos aumentado el consumo de alimentos grasos o dulces. La capacidad del intestino de absorber los nutrientes de lo que comemos se puede reducir, y podemos padecer dolor de est¨®mago, hinchaz¨®n y n¨¢useas, diarrea o estre?imiento.
Asimismo, podemos tener problemas con el sistema reproductivo. En el caso de los hombres, el estr¨¦s cr¨®nico puede afectar a la producci¨®n de testosterona y esperma. Incluso puede provocar disfunci¨®n er¨¦ctil o impotencia. Las mujeres pueden sufrir cambios en el ciclo menstrual y m¨¢s s¨ªntomas premenstruales.
El estr¨¦s y la mente
El estr¨¦s puede tener un notable efecto en el bienestar emocional. En la vida diaria es normal experimentar altibajos emocionales, pero cuando estamos estresados puede que nos sintamos m¨¢s cansados, tengamos cambios de humor o nos sintamos m¨¢s irritables de lo normal. El estr¨¦s provoca hiperexcitaci¨®n, lo cual supone que podemos tener dificultades para dormir o para quedarnos dormidos, y tal vez que pasemos la noche en vela. Esto es perjudicial para la concentraci¨®n, la atenci¨®n, el aprendizaje y la memoria, todo lo cual es especialmente importante en ¨¦poca de ex¨¢menes. Los investigadores han relacionado la falta de sue?o con los problemas cr¨®nicos de salud, la depresi¨®n e incluso la obesidad.
La manera en que nos enfrentamos al estr¨¦s tiene otro efecto indirecto en nuestra salud. Cuando est¨¢ sometida a presi¨®n, la gente puede adoptar h¨¢bitos perjudiciales, como fumar, beber demasiado alcohol o tomar drogas para aliviar el estr¨¦s. Pero estos comportamientos son maneras inadecuadas de adaptarse y solo traen m¨¢s problemas de salud y m¨¢s riesgos para la seguridad y el bienestar personal.
As¨ª que aprenda a manejar su estr¨¦s antes de que este lo maneje a usted. No hay m¨¢s que mantenerlo bajo control. Tener algo de estr¨¦s en la vida es normal, y una peque?a dosis puede ayudarnos a estar alerta, motivados, centrados, llenos de energ¨ªa e incluso entusiasmados. Tome medidas positivas para canalizar eficazmente esa energ¨ªa y rendir¨¢ m¨¢s, lograr¨¢ m¨¢s cosas y se sentir¨¢ bien.
Holly Blake es profesora asociada de Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Nottingham.
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n:
Holly Blake no trabaja para ninguna empresa u organizaci¨®n que pueda beneficiarse de este art¨ªculo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiaci¨®n. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte del cargo acad¨¦mico mencionado.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la web The Conversation.
Traducci¨®n de News Clips.
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