Muere Chato Galante, la voz de los torturados del franquismo
El expreso pol¨ªtico denunci¨® ante la justicia espa?ola y la argentina a Billy el Ni?o por palizas en la Direcci¨®n General de Seguridad
Durante la madrugada de este domingo muri¨® por coronavirus en el madrile?o hospital de La Paz Jos¨¦ Mar¨ªa, Chato, Galante, luchador antifranquista, ex preso pol¨ªtico y miembro de la asociaci¨®n La Comuna, que impulsa la querella argentina contra los cr¨ªmenes de la Guerra Civil y la dictadura desde hace casi una d¨¦cada. Ten¨ªa 71 a?os.
Hijo de militar y ama de casa, su activismo pol¨ªtico arranc¨® en la Universidad, donde estudiaba Telecomunicaciones y se afili¨® en la clandestinidad al Sindicato Democr¨¢tico de Estudiantes y la Liga Comunista Revolucionaria. La muerte, en 1969, de un compa?ero, Enrique Ruano, custodiado por tres polic¨ªas de la Brigada Pol¨ªtico Social de Franco, fue determinante en su compromiso de lucha contra la dictadura.
La temida Brigada Pol¨ªtica Social lo detuvo cuatro veces y pas¨® un lustro en prisi¨®n por su activismo antifranquista. Durante mucho tiempo, los ¨²nicos que supieron de las terribles torturas que hab¨ªa padecido en la Direcci¨®n General de Seguridad, hoy sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, fueron sus compa?eros de celda. Fue con el movimiento para la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica y la querella por los cr¨ªmenes del franquismo cuando Galante describi¨® p¨²blicamente aquellos golpes por los que denunci¨® al polic¨ªa Antonio Gonz¨¢lez Pacheco, Billy el Ni?o.
¡°Le encantaba el mote que le hab¨ªan puesto. Una vez, me ten¨ªa esposado al radiador en un despacho de la DGS, lleg¨®, me dio un culatazo y me dijo: ¡®Has tenido el honor de que te pegue un culatazo Billy El Ni?o¡±. ¡°Era muy peligroso porque no ten¨ªa muchas luces y s¨ª una impunidad absoluta. Era bastante alfe?ique, poca cosa. Se pon¨ªa delante de ti a hacer gestos de k¨¢rate, te daba una patada y te dec¨ªa: ¡®Eres un gran saco de golpes¡¯. No era un funcionario que torturaba, era un torturador compulsivo, disfrutaba haci¨¦ndolo. Dec¨ªa: ¡®Te puedo destruir¡±, relat¨® a EL PA?S en 2013.
La juez argentina Mar¨ªa Servini de Cubr¨ªa recogi¨® un auto el relato de las aberraciones padecidas y de las que que Galante lleg¨® a pensar que no saldr¨ªa vivo. Desde ¡°la ba?era¡±, consistente en sumergir la cabeza en aguas nauseabundas hasta perder el conocimiento; a ¡°la barra¡±, colg¨¢ndole para propinarle golpes en las plantas de los pies y los genitales. El activista tambi¨¦n pidi¨® la imputaci¨®n del excomisario Jos¨¦ Ignacio Giralte Gonz¨¢lez. La Comuna lamenta hoy especialmente que Galante haya fallecido sin haberlos visto en el banquillo.
Su ingreso en la prisi¨®n de Carabanchel empez¨® en la enfermer¨ªa del penal para recuperarse de las torturas de la DGS. Sali¨® en libertad a los 28 a?os con la ley de amnist¨ªa de 1976, pero no dej¨® de reclamar la anulaci¨®n de las condenas franquista y el juicio de los cr¨ªmenes del franquismo. Sol¨ªa decir que la ley de amnist¨ªa no pod¨ªa interpretarse como una ley de punto final ante cr¨ªmenes de lesa humanidad y que la justicia era una necesidad de todos, no solo de las v¨ªctimas.
Las redes sociales se han llenado de mensajes de p¨¦same para la gran familia de la memoria hist¨®rica, muy acostumbrada a las p¨¦rdidas. ¡°El coronavirus se ha llevado a Chato Galante, combatiente por la libertad, preso pol¨ªtico de la dictadura, luchador por la justicia universal y contra los torturadores, uno de los imprescindibles de Brecht. Se me rompe el alma. Hasta siempre, compa?ero¡±, escribi¨® el vicepresidente Pablo Iglesias en alusi¨®n a los versos del poeta. Varias causas lloran su muerte. Galante era tambi¨¦n un reconocido ecologista y compart¨ªa su vida con un referente del movimiento feminista, Justa Montero.
Desde la asociaci¨®n en la que segu¨ªa batallando, La Comuna, este domingo le han hecho una promesa: ¡°Su muerte no hace sino reafirmar nuestra determinaci¨®n para no ceder en los objetivos a los que Chato se entreg¨® con la misma pasi¨®n y fraternidad con la que afrontaba todos los retos que se propon¨ªa. Tu ejemplo nos impulsa¡±.
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