Una pregunta manipuladora y mal redactada

El Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) incluy¨® en su encuesta conocida este mi¨¦rcoles una pregunta mal redactada, mal formulada y claramente manipuladora. Dice as¨ª: ?Cree usted que en estos momentos habr¨ªa que prohibir la difusi¨®n de bulos e informaciones enga?osas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicaci¨®n social, remitiendo toda la informaci¨®n sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener la libertad total para la difusi¨®n de noticias e informaciones?

La mala escritura ya no augura nada bueno: se habla de informaciones ¡°poco fundamentadas por las redes sociales (¡­)¡±. Habr¨ªa sido mejor preguntar si ¡°hay que prohibir que las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n social difundan informaciones enga?osas¡±. Para seguir, el texto agrupa ¡°las informaciones enga?osas y poco fundamentadas¡± como si lo enga?oso no fuera necesariamente poco fundamentado. Lo enga?oso es falaz, falso, y por tanto no puede tener fundamento (sino s¨®lo la apariencia). S¨ª habr¨ªa sido procedente, en cambio, la conjunci¨®n disyuntiva "o" en lugar de la copulativa "y": ¡°informaciones enga?osas o poco fundamentadas¡±.

Al margen de estas cuestiones gramaticales, la pregunta plantea una hip¨®tesis falsa: se da a elegir entre la prohibici¨®n de los bulos y ¡°mantener la libertad total para la difusi¨®n de noticias e informaciones¡±, cuando esa ¡°libertad total¡± no existe. Del mismo modo que ning¨²n derecho carece de l¨ªmites (ni siquiera el derecho a la vida, pues es l¨ªcito matar en defensa propia), la Constituci¨®n espa?ola ampara solamente el derecho a difundir informaci¨®n ¡°veraz¡±. Por tanto, no existe esa pretendida libertad de difundir bulos; y tanto la polic¨ªa como los tribunales disponen de herramientas para perseguirlos. Ojal¨¢ se aplicaran tambi¨¦n a eso aquellas asociaciones profesionales y laborales de periodistas que anteponen el corporativismo a la persecuci¨®n de los malhechores habituales.

Adem¨¢s, la pregunta manipula la respuesta porque ofrece dos opciones extremas como si la una fuera alternativa leg¨ªtima de la otra, cuando realmente se da a elegir entre una opci¨®n delictiva y otra inmoral o anti¨¦tica. Elegir entre los bulos y la censura ser¨ªa como preguntar ¡°?prefiere que haya algunos liberados sindicales que viven del cuento, o que se proh¨ªban los sindicatos?¡±, ¡°?prefiere que haya delincuentes, o que se aplique la pena de muerte?¡±.

Esa disyuntiva planteada por la pregunta nos obliga a recordar aqu¨ª que el uso ofensivo de la libertad de informaci¨®n por parte de algunos periodistas, denunciable y perseguible legalmente, no cercena el derecho del resto de los profesionales a seguir ejerciendo su actividad conforme indica la Constituci¨®n. El mal uso del cuchillo por un asesino no invalida que los dem¨¢s podamos emplearlo para cortar el pan.

Por eso constituye tambi¨¦n una irresponsabilidad poner en el mismo paquete a los mentirosos an¨®nimos y a medios de comunicaci¨®n cuyos autores y directivos tienen nombre y apellidos. Los primeros son dif¨ªcilmente localizables a la hora de exigirles responsabilidades.

Finalmente, una inconsistencia m¨¢s en la pregunta: no se puede identificar la informaci¨®n oficial con la informaci¨®n veraz. Y en el caso de la covid-19, la informaci¨®n oficial est¨¢ dejando mucho que desear, con ese curioso ¡°efecto fin de semana¡± que desvirt¨²a las cifras, con la descoordinaci¨®n auton¨®mica que hace sumar cifras heterog¨¦neas como si fueran equiparables, con la falta de datos sobre las saturaciones en las UCI y con una larga lista de ocultaciones y silencios.

En definitiva, habr¨ªa convenido preguntar en la encuesta si se debe perseguir con m¨¢s medios y eficacia a los autores de calumnias, difamaciones o bulos interesados; o si el anonimato constituye una amenaza para la informaci¨®n veraz. Lo dem¨¢s sobra.

Ahora bien, del mismo modo se puede criticar el monumental salto en el vac¨ªo de quienes han lanzado a sus portadas la interpretaci¨®n (presentada como informaci¨®n) seg¨²n la cual la desafortunada pregunta del CIS significa que el Gobierno est¨¢ dispuesto a justificar, legitimar o implantar la censura. Aparte de que la Constituci¨®n lo proh¨ªbe, no se debe confundir un imaginario proyecto de ley con una simple pregunta demosc¨®pica, tan torpemente planteada que el resultado obtenido con ella carece de inter¨¦s.

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