El confinamiento dispara el intercambio de material ped¨®filo

¡°La pornograf¨ªa infantil se ha multiplicado exponencialmente con el confinamiento¡±. Lo asegura un agente de la unidad de delitos telem¨¢ticos de la Polic¨ªa Nacional. ¡°Los ped¨®filos est¨¢n en sus casas y los ni?os tambi¨¦n en las suyas, la demanda de material nuevo por parte de los consumidores de porno infantil es creciente y, en consecuencia, la producci¨®n tambi¨¦n, porque incitan mucho m¨¢s a los menores (enganchados a las redes) a generar contenidos¡±, se?ala. Seg¨²n sus ¨²ltimas observaciones, el incremento en el intercambio de archivos de ped¨®filos es ¡°muy superior al que suele producirse en las noches de los fines de semana y en las de las vacaciones, los periodos de tiempo en los que m¨¢s crecen¡±.

Aunque no tienen a¨²n un c¨¢lculo preciso, la actividad de los foros que monitorizan y sus aplicaciones de rastreo muestran un notable incremento. Gran parte del material que se intercambia es autogenerado por los propios menores, m¨¢s ahora que pasan tanto tiempo en casa y conectados a Internet desde cualquier aparato, ¡°casi siempre desde los m¨®viles de sus progenitores o tel¨¦fonos de ¨²ltima generaci¨®n puestos a nombre de sus padres, que desconocen muchas veces lo que hacen con ellos¡±, explican.

La creaci¨®n e intercambio de material ped¨®filo entre menores es cada vez mayor, porque el acceso a las nuevas tecnolog¨ªas es cada vez m¨¢s temprano. ¡°Hay que pensar que comprarle un tel¨¦fono m¨®vil a un chaval para que no sea el raro de su clase es tambi¨¦n darle una puerta de entrada a un ped¨®filo¡±, dicen fuentes policiales. Se han llegado a encontrar grupos de WhatsApp de hasta 200 menores compartiendo archivos ped¨®filos. Los agentes advierten de que hay un riesgo a¨²n mayor, y es que ¡°esos menores se conviertan en ped¨®filos en un futuro, porque intercambiando esos contenidos se pervierte tambi¨¦n su sexualidad y normalizan lo que no es normal¡±.

Seg¨²n datos de Interpol, en 2018 hab¨ªa 1,8 millones de menores interesados en contenidos de pornograf¨ªa infantil. ¡°Se empieza por acosar al menor para obtener fotograf¨ªas de contenido sexual, pero de ah¨ª se puede llegar al abuso directo para lograr obtenerlo¡±, advierten los agentes. ¡°Hay que tener en cuenta que estos materiales caducan r¨¢pido para quienes los consumen, siempre buscan algo nuevo que despierte de nuevo su m¨¢xima excitaci¨®n, el acoso y la demanda de contenidos ped¨®filos siempre est¨¢n relacionados¡±.

M¨¢s mujeres que antes

El 92,7% de los ped¨®filos, seg¨²n las bases mundiales de datos de Interpol de 2018, son hombres, pero hace solo unos a?os ese porcentaje se elevaba hasta el 99%, ¡°lo que indica una mayor presencia de mujeres en el intercambio de esta clase de archivos¡±, subrayan los agentes. Aunque en el caso de los menores la mayor¨ªa tambi¨¦n son chicos (¡°adolescentes, de clase media, con acceso a Internet y a las ¨²ltimas tecnolog¨ªas, con escaso control paterno y materno del uso del m¨®vil¡±), son cada vez m¨¢s las chicas que participan, ¡°sobre todo autogenerando contenidos de car¨¢cter sexual¡±.

La llave de entrada siempre es una imagen, y los menores se mueven b¨¢sicamente en el lenguaje de la imagen. Fotograf¨ªas que ya no cuelgan en Facebook, ¡°de donde los chicos han huido porque est¨¢n sus padres¡±, se?alan los agentes. Se ocultan cada vez m¨¢s porque las redes sociales y la mensajer¨ªa instant¨¢nea, que tiende al encriptamiento y lo pone cada vez m¨¢s complicado, mientras no haya leyes que regulen y limiten su uso. ¡°Las aplicaciones de mensajer¨ªa no tienen elementos de protecci¨®n del menor¡±, advierten, quienes forman parte de una unidad creada para luchar contra los peores ped¨®filos del mundo y los peores violadores de ni?os.