Marcial Dorado y Feij¨®o: no fue una tarde en un yate
Los hechos documentados y publicados demuestran que no se trataba de una foto, sino de un ¨¢lbum que abarcaba a?os en los que pasaban juntos las vacaciones
A Alberto N¨²?ez Feij¨®o le gusta jugar al ataque, por mucho que los gallegos tengan fama de lo contrario. Y as¨ª se lanz¨® en marzo de 2013, cuando su prometedora carrera pol¨ªtica se tambaleaba despu¨¦s de que este peri¨®dico revelase su vieja relaci¨®n de amistad con uno de los m¨¢s conocidos capos del negocio ilegal en la r¨ªa de Arousa. Fueron d¨ªas fren¨¦ticos para el presidente de la Xunta, empe?ado en demostrar que ¨¦l daba la cara: ruedas de prensa, plat¨®s de televisi¨®n, micr¨®fonos de radio, comparecencias parlamentarias...
Sus explicaciones resultaban confusas, cuando no inveros¨ªmiles o contradictorias, pero a Feij¨®o lo que le importaba era hacer ruido y con ¨¦l logr¨® que buena parte de los medios y del tertulianismo abrazasen su causa: lo estaban crucificando por una simple foto antigua, qu¨¦ importancia ten¨ªa que una tarde de un remoto verano se hubiese subido al yate de un desconocido, ?qui¨¦n no hab¨ªa cometido un pecadillo de juventud? (en la ¨¦poca de su amistad con Marcial Dorado, el actual presidente gallego ten¨ªa 36 a?os, tantos como Aznar cuando lleg¨® a la direcci¨®n del PP, y era el m¨¢ximo responsable del organismo de la sanidad p¨²blica gallega).
No hac¨ªa falta esperar a las confesiones de Dorado a Jordi ?vole para saber que ese relato era exactamente eso: un relato fabricado. La palabra de un reo no merece mucha credibilidad, pero lo que cont¨® Dorado sobre su relaci¨®n con Feij¨®o se atiene b¨¢sicamente a los hechos publicados y documentados: que no se trataba de una foto ni de una tarde en un yate, sino de un ¨¢lbum completo que abarcaba a?os en los que pasaban juntos las vacaciones o celebraban la Nochevieja. Y que Feij¨®o no dijo la verdad cuando asegur¨® que hab¨ªa roto su relaci¨®n con Dorado hacia 1997 despu¨¦s de haber le¨ªdo una noticia que lo involucraba en una operaci¨®n de contrabando de tabaco. Lo que afirm¨® a ?vole el ahora condenado por narcotr¨¢fico ¡ªque su relaci¨®n se hab¨ªa prolongado varios a?os m¨¢s, hasta que el pol¨ªtico gallego lleg¨® a presidente de Correos¡ª ya lo corrobor¨® hace tiempo el juez que encarcel¨® en 2003 a Dorado y que escuchaba sus conversaciones telef¨®nicas.
Nunca se ha podido probar que Feij¨®o cometiese ninguna ilegalidad ni dispensase trato de favor a su amigo. Tampoco que en aquel momento Dorado hubiese dado el salto a la droga. En cualquier caso, el entonces alto cargo de la Xunta se quedaba con frecuencia a dormir en casa de un hombre que blanqueaba dinero a chorros con una red de empresas en para¨ªsos fiscales (el equivalente a 69 millones de euros durante esa ¨¦poca). Un tipo famoso se?alado a menudo en la prensa como el mayor contrabandista de tabaco de Galicia, aunque Feij¨®o siga sosteniendo hoy que ¨¦l nunca hab¨ªa o¨ªdo tal cosa.
El juicio sobre la credibilidad y la ¨¦tica de un pol¨ªtico solo corresponde a los ciudadanos. Feij¨®o sali¨® airoso de aquel episodio, y los votantes gallegos ratificaron en 2016 que no hab¨ªan dejado de confiar en ¨¦l. Pero los hechos son los hechos. Indiscutibles, llegados a este punto.
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