Caceroladas: m¨¢s ruido que gente
Las protestas se mantienen a diario en las ciudades espa?olas, pero apenas congregan a centenares de personas
La mecha se prendi¨® en algunas de las zonas m¨¢s exclusivas de Madrid, luego se extendi¨® a otros barrios de la capital y finalmente ha llegado a las principales ciudades espa?olas. Cada d¨ªa a las 21.00, ciudadanos airados ¡ªalgunos desde sus balcones y otros en la calle enarbolando banderas de Espa?a¡ª golpean cacerolas para pedir la dimisi¨®n del Gobierno. La ruidosa liturgia se ha propagado por el pa¨ªs, aunque sus proporciones distan mucho de ser masivas.
En Andaluc¨ªa, las protestas se han sucedido esta semana en la mayor¨ªa de las capitales. En Sevilla hubo una concentraci¨®n de unas 100 personas en el barrio de La Palmera, y en Granada se reunieron dos centenares. En M¨¢laga, se han visto algunos vecinos haciendo el saludo fascista y en Marbella, s¨ªmbolos neonazis. La Fiscal¨ªa de Sevilla determinar¨¢ si las protestas ¡ªque respetan la distancia de seguridad¡ª son legales, tras la denuncia de un grupo de juristas.
En comunidades como Catalu?a, Pa¨ªs Vasco, Galicia, Asturias, Baleares o Navarra, las concentraciones han sido meramente testimoniales. Incluso en un basti¨®n de la derecha como la regi¨®n de Murcia son apenas 20 personas las que se concentran a diario en la capital, donde la mayor¨ªa de los indignados con el Gobierno prefiere hacer ruido desde sus balcones. En Castilla-La Mancha las protestas se concentran en Toledo y Talavera de la Reina (Toledo), mientras que en Extremadura se dan, con poca participaci¨®n, en las dos capitales de provincia. En Santander, unas 200 personas acuden a diario a hacer sonar las cacerolas en la calle Hern¨¢n Cort¨¦s. En Castilla y Le¨®n se han consolidado especialmente en Valladolid, Salamanca y Le¨®n.
Uno de los lugares donde ha habido una concentraci¨®n espont¨¢nea m¨¢s numerosa ha sido en Zaragoza, con unas 1.500 personas hace una semana. Y sobre todo en Valencia, donde se han llegado a reunir hasta dos millares.
Las protestas en la capital valenciana se caracterizan por un singular rito pol¨ªtico-militar. La manifestaci¨®n, que se ha consolidado desde la pasada semana, tiene lugar frente al cuartel militar de San Juan de Ribera, en el c¨¦ntrico paseo de la Alameda. All¨ª, a partir de las 20.30, comienzan a congregarse decenas de personas que se convierten en centenares conforme se acercan las 21.00. En ese momento, toda la gente que ha estado profiriendo consignas o golpeando cacharros se arremolina en un espacio ajardinado frente a las verjas del cuartel con una calle mediante. Dentro del recinto militar, un soldado arr¨ªa la bandera espa?ola mientras suena el himno nacional. Los manifestantes permanecen en silencio, algunos con la mano en el coraz¨®n. Al concluir, prorrumpen en aplausos y vivas a Espa?a, al Ej¨¦rcito y a la polic¨ªa que van dando paso de nuevo al grito un¨¢nime de ¡°Gobierno dimisi¨®n¡±.
El origen se remonta a un peque?o grupo que el pasado d¨ªa 14 se concentr¨® frente al cuartel, imitando las protestas de Madrid. En los d¨ªas siguientes la afluencia fue creciendo hasta que el pasado domingo se congregaron unas 2.000 personas. Entre semana, la cifra disminuye sensiblemente. Seg¨²n varias fuentes, no hay un grupo espec¨ªfico detr¨¢s, si bien el muy minoritario partido de ultraderecha Espa?a 2000 anim¨® en un tuit el d¨ªa 15 a extender las protestas de Madrid y ha participado en varias concentraciones.
Frente al cuartel han estado antiguos cargos del PP, como el exsenador y exeurodiputado Pedro Agramunt o la exconcejal Mayr¨¦n Beneyto, adem¨¢s del l¨ªder auton¨®mico de Vox, Jos¨¦ Mar¨ªa Llanos. En fotos y v¨ªdeos de las redes sociales se ve tambi¨¦n en la concentraci¨®n del d¨ªa 16 al presidente de Mercadona, Juan Roig. Fuentes cercanas al empresario recordaron que vive muy cerca el cuartel y que se encontr¨® con la protesta. Entre los concentrados abundan las parejas mayores y las familias, pero tambi¨¦n numerosos j¨®venes.
Con informaci¨®n de Ferran Bono, Eva Saiz, Juan Navarro, Juan Carlos Espinosa, Javier Doria, Luc¨ªa Boh¨®rquez y Virginia Vadillo.
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