La Comunidad Valenciana tendr¨¢ menos recursos para recuperarse de la pandemia por la infrafinanciaci¨®n

La Comunidad Valenciana dispondr¨¢ de ¡°muchos menos recursos¡± para las pol¨ªticas de desarrollo regional necesarias para superar los efectos de la covid-19 que las regiones favorecidas por la financiaci¨®n auton¨®mica. Esta es una de las principales conclusiones del nuevo informe Covid-19: IvieExpress, elaborado por Francisco P¨¦rez y Silvia Moll¨¢, del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas.

Los expertos se?alan que las comunidades aut¨®nomas son las responsables de atender los servicios p¨²blicos fundamentales (SPF), lo que est¨¢ obligando a sus gobiernos a afrontar los efectos de la pandemia ya desde el primer momento, especialmente en los aspectos relacionados con la sanidad. Sin embargo, apuntan, ¡°la recuperaci¨®n econ¨®mica tras la covid-19 requiere adem¨¢s reforzar las pol¨ªticas de desarrollo regional destinadas a impulsar la actividad econ¨®mica que tambi¨¦n dependen de las autonom¨ªas¡±.

En 2009 los gastos en estas pol¨ªticas representaban el 22% del presupuesto de las autonom¨ªas, pero su volumen se ha reducido casi un 50% en los ¨²ltimos a?os y actualmente solo pesan un 14,5%. Durante la recesi¨®n de 2008 y ante la dificultad de ajustar m¨¢s los servicios educativos, sanitarios o de protecci¨®n social, estas partidas dedicadas a impulsar la actividad, especialmente las de inversi¨®n p¨²blica e I+D+i, sufrieron severos ajustes.

Estos recortes no se han producido con la misma intensidad en todas las regiones, advierten desde el instituto de investigaci¨®n. As¨ª, los gastos por habitante en desarrollo regional (impulso econ¨®mico, protecci¨®n del medio ambiente, vivienda y servicios comunitarios, cultura y apoyo a la I+D+i) eran y son ¡°muy dispares¡±. Navarra, La Rioja y Cantabria superaban en 2018 (¨²ltimo a?o disponible) los 800 euros de gasto por habitante, mientras que Murcia y la Comunidad Valenciana no alcanzaban los 400 euros.

La raz¨®n principal de esta disparidad se encuentra en los recursos con los que cuentan los gobiernos auton¨®micos para atender los servicios que tienen transferidos, que son muy distintos, ¡°como consecuencia fundamentalmente de las sustanciales diferencias en financiaci¨®n auton¨®mica¡±.

En concreto, la diferencia de recursos por habitante entre las comunidades peor y mejor financiadas (Comunitat Valenciana y Navarra) superaba los 60 puntos porcentuales en 2019.

Las comunidades aut¨®nomas que cuentan con m¨¢s ingresos por habitante (Navarra, Pa¨ªs Vasco, Cantabria, La Rioja, Extremadura y Asturias) necesitan hacer menos esfuerzo presupuestario para cubrir las necesidades de gasto en servicios p¨²blicos fundamentales. A pesar de gastar m¨¢s por habitante en estos servicios, el porcentaje de los ingresos netos que estas comunidades dedican a sanidad, educaci¨®n y protecci¨®n social est¨¢ pr¨®ximo al 70%.

Sin embargo, las peor financiadas (Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia y Comunidad Valenciana) han de utilizar entre el 85% y el 90% de su presupuesto para atender a sus SPF, pese a no gastar m¨¢s que la media. Esto implica, a la vez, que las primeras disponen de m¨¢s recursos que las segundas para atender los gastos en desarrollo regional.

Solidaridad cuestionada

Los autores del informe inciden en que estas diferencias sustanciales son ¡°preocupantes en general porque cuestionan la solidaridad interterritorial, pero m¨¢s a¨²n en este momento, en el que nos enfrentamos al reto de reconstruir las econom¨ªas regionales tras la crisis derivada de la covid-19¡å.

En el caso concreto de la Comunidad Valenciana, los gastos en SPF por habitante se sit¨²an en la media (99,7%), pero para alcanzar ese nivel que aproxima los servicios a los de las dem¨¢s regiones, dichos gastos absorben el 87,6% de los ingresos netos de la comunidad. En 2018, la autonom¨ªa dispuso de 17.285 millones de euros de ingresos no financieros que, una vez descontadas las transferencias a otras administraciones, los intereses de la deuda y los gastos en servicios generales y seguridad, dejaban 13.370 millones de euros disponibles para SPF e iniciativas de desarrollo regional.

De esa cifra, apuntan, 12.997 millones, el 97%, se destinaron a servicios p¨²blicos fundamentales, de modo que solo el 3% restante se pudo emplear en ayudar al impulso econ¨®mico de la regi¨®n, medidas de protecci¨®n del medio ambiente o apoyo a la I+D. Al suplementarse esos recursos para desarrollo regional con endeudamiento, el gasto en esas pol¨ªticas ascendi¨® a 1.947 millones de euros, pero, pese a eso, el gasto por habitante en esas partidas fue de 392 euros, el segundo m¨¢s bajo, solo por delante de Murcia (376).

En la Comunidad Valenciana, dada su dimensi¨®n poblacional, realizar un gasto en desarrollo regional por habitante similar al de algunas autonom¨ªas que cuentan con m¨¢s recursos implicar¨ªa incrementos de entre el 50% y el 120%, seg¨²n la regi¨®n con la que se compare. Por ejemplo, para igualar el gasto por habitante de Navarra, habr¨ªa que incrementar los 1.947 millones disponibles con otros 2.376 millones. Los aumentos que igualar¨ªan la Comunidad Valenciana a las mejor dotadas representar¨ªan impulsos de demanda muy importantes, equivalentes a entre el 1% y el 2% del PIB valenciano, y ofrecer¨ªan mucho m¨¢s margen para desplegar pol¨ªticas de mejora de la competitividad.

En opini¨®n de los autores del documento, ¡°el Gobierno deber¨ªa tener en cuenta las diferentes circunstancias financieras de las CC AA al dise?ar y asignar los fondos extraordinarios destinados a la recuperaci¨®n, pues la capacidad de respuesta de las econom¨ªas regionales al impacto de la covid-19 es mucho m¨¢s limitada en alguna de ellas¡±.