El Gobierno se enfrenta a la Operaci¨®n Paso del Estrecho m¨¢s compleja e incierta

El Gobierno se enfrenta a la Operaci¨®n Paso del Estrecho m¨¢s compleja e incierta. El mayor movimiento de personas que se produce cada a?o entre Europa y ?frica, el tr¨¢nsito por Espa?a de m¨¢s de tres millones de magreb¨ªes que retornan a sus pa¨ªses para pasar las vacaciones, a¨²n no tiene fecha de arranque, pues Marruecos no revela cu¨¢ndo reabrir¨¢ sus fronteras, cerradas a cal y canto desde el pasado 13 de marzo. La necesidad de respetar las medidas sanitarias para evitar el contagio por coronavirus plantea un desaf¨ªo log¨ªstico sin precedentes.

El Gobierno ha empezado ya las primeras reuniones t¨¦cnicas para preparar la Operaci¨®n Paso del Estrecho (OPE), que conlleva el desplazamiento unos 800.000 veh¨ªculos desde la frontera francesa a los puertos del sur de Espa?a, desde Algeciras a Almer¨ªa. Cada a?o se inicia el 15 de junio y se prolonga hasta el 15 de septiembre.

En esta ocasi¨®n es seguro que se retrasar¨¢: Espa?a impone una cuarentena de dos semanas a los viajeros procedentes de Francia que, en principio, est¨¢ previsto levantar el 1 de julio, aunque la ministra de Turismo, Reyes Maroto, sugiri¨® el jueves que podr¨ªa adelantarse al 22 de junio, al d¨ªa siguiente de expirar el estado de alarma.

El problema no son, sin embargo, las dudas espa?olas, sino el mutismo marroqu¨ª. Rabat no ha ofrecido, hasta el momento, ninguna se?al de cu¨¢ndo reabrir¨¢ sus fronteras. Las cerr¨® a cal y canto el pasado 13 de marzo, cuando solo hab¨ªa registrado oficialmente ocho contagios por coronavirus y un muerto. Tan herm¨¦tico fue el cierre que ni siquiera se permiti¨® volver a casa a sus propios ciudadanos, un caso casi ¨²nico en el mundo.

El equivalente marroqu¨ª al estado de alarma est¨¢ en vigor hasta el 10 de junio y se espera que, en torno a esa fecha, el jefe del Gobierno, Saaded¨ªn el Otmani, desvele sus planes. Hasta ahora, solo se ha permitido regresar a varios cientos de marroqu¨ªes que quedaron confinados en Ceuta y Melilla, a quienes se ha sometido a cuarentena forzosa en hoteles de las localidades cercanas de Castillejos y Saidia.

Antes de abrir sus fronteras a los turistas y a los marroqu¨ªes que regresan por vacaciones, lo que supone una importante fuente de divisas para el pa¨ªs, Rabat a¨²n debe permitir el retorno de los aproximadamente 38.000 ciudadanos que se estima han quedado atrapados en el extranjero por la pandemia.

El mutismo marroqu¨ª no parece responder a un af¨¢n de secretismo, sino a las dudas de los responsables. Una fuente pr¨®xima a las operaciones de paso del Estrecho se?ala: ¡°Yo creo que el propio Estado marroqu¨ª no debe tener muy claro a¨²n cu¨¢ndo abrir¨¢ sus fronteras. Como en tantos pa¨ªses, hay quien mira m¨¢s por la salud y quien atiende m¨¢s a la econom¨ªa. En el aspecto sanitario les ha ido muy bien y no querr¨¢n verse desbordados¡±.

Marruecos mostr¨® rapidez de reflejos y audacia frente a la pandemia. Cerr¨® sus fronteras el 13 de marzo y solo fue permitiendo la salida escalonada de turistas. El resultado de estas medidas lo exhiben las autoridades con orgullo: solo 207 muertes y 7.967 contagiados hasta este jueves en un pa¨ªs con 35 millones de habitantes.

El problema es que la indefinici¨®n de Rabat ata las manos a Espa?a. Cuando se abran las fronteras con Francia, sea el 22 de junio o el 1 de julio, los magreb¨ªes que viven en ese pa¨ªs, B¨¦lgica y otros territorios europeos podr¨¢n empezar a cruzar Espa?a sin someterse a cuarentena. El hecho de que Marruecos mantenga sus fronteras cerradas por ahora puede disuadir a muchos para quedarse en casa, pero otros podr¨ªan tener la tentaci¨®n de acercarse hasta el Estrecho para ser los primeros en cruzar cuando las reabran y as¨ª aprovechar mejor sus d¨ªas de vacaciones. El resultado puede ser un monumental tap¨®n.

El problema es c¨®mo compaginar la fluidez del tr¨¢nsito que ha caracterizado a esta operaci¨®n en a?os anteriores con la necesidad de respetar las medidas de distanciamiento social para evitar un rebrote de la pandemia. Adem¨¢s de la distribuci¨®n de mascarillas (obligatorias en espacios cerrados), los responsables del dispositivo estudian la posibilidad de establecer rutas de tr¨¢nsito con puntos prefijados de descanso y avituallamiento, tanto de combustible como de comida. Habr¨ªa que buscar un sistema que facilitara el uso escalonado de estos puntos para evitar las aglomeraciones.

El problema, explican las fuentes consultadas, es que estas rutas solo pueden ser recomendadas, nunca obligatorias, pues como residentes legales en la UE tienen derecho a circular libremente y sin cortapisas por todo el territorio espa?ol.

El mayor riesgo de colapso se produce en un puerto como el Algeciras, que concentra la mitad del tr¨¢nsito de pasajeros y el 60% del de veh¨ªculos. Para empezar, explican las fuentes consultadas, habr¨ªa que reducir el nivel de ocupaci¨®n de los ferris que cruzan el Estrecho y aumentar la frecuencia de los viajes, lo que requiere un esfuerzo suplementario de las navieras; as¨ª como habilitar lugares de espera m¨¢s espaciosos en los que se pudiera respetar el distanciamiento social.

Dada la complejidad de la operaci¨®n, en Espa?a no hay mucha prisa en que se ponga en marcha. Pero al otro lado empiezan a apretar quienes temen las consecuencias de un a?o sin turistas. La editorialista Nadia Salah recordaba el mi¨¦rcoles en el diario L¡¯Economiste que Grecia abri¨® la Acr¨®polis el 18 de mayo. ¡°En el mercado tur¨ªstico¡±, advert¨ªa, ¡°los primeros en lanzarse ganar¨¢n una prima y una monumental campa?a publicitaria a escala planetaria. ?Y qu¨¦ hace Marruecos en la carrera? Nada en absoluto¡±.