Los migrantes del Aquarius, dos a?os so?ando con un permiso de residencia definitivo
De las 374 solicitudes de asilo presentadas, el Gobierno solo ha resuelto 66 y la mayor¨ªa de ellas se han rechazado
¡°Como somos africanos y somos negros, el Gobierno se olvida de nosotros y nos abandona. Nuestra situaci¨®n es dif¨ªcil, sin trabajo, sin ayudas y sin posibilidades de futuro¡±, ha denunciado este mi¨¦rcoles Moses Von Kallon, migrante del Aquarius, cuando se cumplen dos a?os de su llegada al puerto de Valencia. De las 629 personas rescatadas en aguas del Mediterr¨¢neo por el buque fletado por M¨¦dicos sin fronteras y SOS M¨¦diterran¨¦e, que desembarcaron en junio de 2018 en la capital espa?ola, 374 solicitaron el asilo pero, a d¨ªa de hoy y agotados los 18 meses de acogida, solo se han resuelto 66 peticiones. Se ha concedido protecci¨®n a ocho personas, a 49 se la han denegado y otras nueve solicitudes se han archivado. Los dem¨¢s demandantes siguen pendientes de una respuesta y salen adelante como pueden, con un permiso de residencia y trabajo provisional que, aseguran, no les permite ¡°una vida digna¡±.
¡°Si no pueden darnos la protecci¨®n internacional, que nos den otra soluci¨®n administrativa porque necesitamos trabajar¡±, reivindica Moses que, haciendo un paralelismo con la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la polic¨ªa en Minneapolis, insiste en que con su estatus actual ¡°no pueden respirar¡±. ¡°El Gobierno hizo muchas promesas y tiene que cumplir porque hay amigos que est¨¢n en la calle, sin tarjeta de trabajo ni nada. Llegamos aqu¨ª para trabajar legalmente y tener una vida¡±, agrega Allieu Bah, otro de los migrantes del buque y miembro de la asociaci¨®n en la que se agruparon los supervivientes a principios de 2020.
¡°Con la tarjeta roja [el documento que obtienen los solicitantes de asilo mientras aguardan la resoluci¨®n de su expediente] podemos hacer cosas b¨¢sicas, pero para otras no sirve. Por ejemplo, si te vas a abrir una cuenta en el banco, hay que buscar muchos papeles, avales de personas...¡±, apostilla Jamiu Shaibu, de Ghana, mientras espera una respuesta a su petici¨®n. Est¨¢ desesperado porque no trabaja y est¨¢ tirando de los pocos ahorros que tiene. Busca faena pero solo encuentra trabajo de pocos d¨ªas y la mayor¨ªa sin contrato.
Insisten una y otra vez en que la tarjeta de trabajo provisional, que deben renovar cada seis meses, no es reconocida por muchos empleadores espa?oles. ¡°Cuando buscamos ocupaci¨®n, las empresas no aceptan ese documento porque no se f¨ªan. Los due?os de casas para alquilar tampoco lo aceptan porque no les da garant¨ªas. Ni siquiera la mayor¨ªa de bancos aceptan la tarjeta roja¡±, reitera Moses, presidente de la asociaci¨®n. Moses, natural de Sierra Leona, ha trabajado en el campo y hasta en la factor¨ªa automovil¨ªstica de Ford pero cuando estall¨® la pandemia se qued¨® sin empleo. ¡°Queremos apoyo y una vida digna¡±, repite varias veces, rodeado de otros compa?eros del Aquarius.
Emily Sini, de 42 a?os, es la ¨²nica mujer presente en la conferencia de prensa y toma la palabra para hablar en nombre de todas las que llegaron a bordo del barco. Asegura que la comida, una cama y un trabajo es fundamental porque muchas de ellas han acabado en la calle. ¡°Es muy duro¡±, remacha.
Von Kallon no ha pasado por alto las declaraciones que el martes realiz¨® la vicepresidenta del Gobierno valenciano, M¨®nica Oltra, en las que apel¨® al ¡°imperativo legal, pol¨ªtico y moral¡± que contrajo el Gobierno espa?ol cuando acept¨® que la flotilla del Aquarius desembarcara en un puerto espa?ol seguro tras ser rechazados por Malta e Italia. Los supervivientes del barco la ven como ¡°una madre que piensa en sus hijos¡±.
El pr¨®ximo s¨¢bado, coincidiendo con la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de las Personas Refugiadas, han convocado a las ocho de la tarde un acto reivindicativo por demandar su regularizaci¨®n definitiva en la plaza del barrio de Patraix, en Valencia, donde tienen la sede de la asociaci¨®n.
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