La Armada se queda con un ¨²nico submarino operativo por el retraso del programa S-80

Espa?a se ha quedado con un solo submarino operativo, frente a los cuatro que ten¨ªa en la pasada d¨¦cada: dos se han dado ya de baja, uno est¨¢ en reparaci¨®n hasta finales de 2021 y solo uno sigue en servicio activo. Eso significa que, entre un tercio y el 60% del tiempo, durante los periodos de mantenimiento y descanso de las tripulaciones, la Armada no dispondr¨¢ de ning¨²n sumergible. A esta situaci¨®n se ha llegado por los sucesivos retrasos del nuevo submarino S-80 y la paralizaci¨®n de las inversiones en Defensa durante una d¨¦cada, de 2008 a 2018.

La merma, aunque sea temporal, de la capacidad submarina es significativa para un pa¨ªs como Espa?a, con casi 8.000 kil¨®metros de costa, dos escenarios mar¨ªtimos (Atl¨¢ntico y Mediterr¨¢neo) y un estrecho estrat¨¦gico como Gibraltar. Y le deja en desventaja respecto a sus vecinos: Francia tiene 10 sumergibles, el Reino Unido siete (que con frecuencia atracan en el Pe?¨®n), Argelia seis y Portugal dos. Marruecos sondea la compra de submarinos a Francia, aunque la operaci¨®n no se ha concretado.

Sobre el papel, la Armada espa?ola dispone de dos submarinos de la clase S-70, buques de dise?o franc¨¦s botados en los a?os ochenta del siglo pasado: el Galerna y el Tramontana. Pero el primero est¨¢ inmovilizado desde julio de 2017 para someterlo a una gran carena, una obra que supone desmontarlo pieza a pieza para prolongar su vida ¨²til.

La dificultad estriba en que el buque fue dise?ado para admitir solo cuatro reparaciones de este tipo y la Armada decidi¨® acometer una quinta, para cubrir el retraso del S-80. Al final, la obra est¨¢ resultando m¨¢s cara (los 43,2 millones presupuestados inicialmente pueden dispararse hasta 60) y mucho m¨¢s laboriosa de lo previsto: los trabajos se han demorado al menos un a?o y no estar¨¢n acabados antes de final de 2021.

A la vista de estas complicaciones, la Armada renunci¨® a acometer una quinta gran carena en el submarino Mistral, aunque ya estaba presupuestada, y no tuvo m¨¢s remedio que darlo de baja el pasado d¨ªa 10. Segu¨ªa as¨ª el camino del Siroco, que fue al desguace en 2012.

Tener un ¨²nico submarino durante al menos a?o y medio obligar¨¢ a la Armada a dedicarlo al adiestramiento e instrucci¨®n de las tripulaciones, para que no pierdan su capacitaci¨®n mientras llega el S-80. Seg¨²n los planes iniciales, el primer sumergible de la nueva clase, el Isaac Peral S-81, deb¨ªa haber sido entregado en 2012, pero llegar¨¢ con una d¨¦cada de retraso. Eso si no se producen nuevas demoras pues, como se?al¨® el jueves el jefe de la Armada, almirante general Teodoro L¨®pez Calder¨®n, en una videoconferencia organizada por Executive Forum, la pandemia ha alargado los trabajos unos seis meses m¨¢s, hasta finales de 2022.

Aunque durante unos meses lleguen a coincidir en servicio el Galerna y el Tramontana, el arma submarina no se recuperar¨¢ hasta que se entregue el segundo de los submarinos S-80, ya en mayo de 2024. No mucho antes se habr¨¢ declarado operativo el Isaac Peral pues, al tratarse de un modelo de nueva planta, la Armada necesitar¨¢ probarlo durante m¨¢s de un a?o.

El tercer S-80, ya en 2026, ser¨¢ el primero que incorpore el sistema de propulsi¨®n AIP, independiente del aire, que prolongar¨¢ el tiempo de inmersi¨®n y le convertir¨¢ en uno de los submarinos convencionales m¨¢s discretos del mundo. No est¨¢ previsto que incorporen misiles de crucero Tomahawk, pero s¨ª Harpoon Block II, lo que les dar¨¢ una capacidad de ataque a tierra que ya tienen los submarinos argelinos.

A finales de la pr¨®xima d¨¦cada, un cuarto de siglo despu¨¦s de que se dictara la primera orden de ejecuci¨®n, Espa?a contar¨¢ as¨ª con cuatro submarinos S-80 tras una larga y accidentada peripecia que oblig¨® a redise?arlo para compensar un error de c¨¢lculo (ten¨ªa 70 toneladas de sobrepeso) y a incrementar su coste en un 70%, hasta 3.685 millones. Pero la Armada ya ha advertido que la ¨²nica forma de garantizar que haya dos submarinos operativos de manera permanente es encargar una quinta unidad, un S-85 hasta ahora no previsto.

Si el problema de los submarinos est¨¢ en v¨ªa de salida, no sucede lo mismo con la aviaci¨®n embarcada. En 2027 como m¨¢ximo la Armada dar¨¢ de baja sus 12 aviones de despegue vertical AV-8B Harrier II Plus y, de momento, no tienen recambio. El ¨²nico modelo capaz de operar desde el portaaeronaves Juan Carlos I es el F-35B estadounidense, pero su compra resulta muy costosa y no reportar¨ªa ning¨²n beneficio a la industria espa?ola.

El problema para la Armada es que la industria militar europea apenas puede satisfacer sus necesidades. A partir 2023, tiene previsto sustituir sus helic¨®pteros de transporte Sea King estadounidenses por los europeos NH-90. En cambio, Airbus ya ha comunicado que hasta 2035 no podr¨¢ suministrar una versi¨®n t¨¢ctica de los NH-90 para las fragatas. Estos ¨²ltimos helic¨®pteros van equipados con una panoplia de sensores (radar, sonar) que transmiten al buque en tiempo real todos los datos que captan, por lo que se convierten en una valiosa prolongaci¨®n de sus ojos y sus o¨ªdos.

La Armada debe dar de baja en dos a?os sus 12 helic¨®pteros SH-60 Bravo Seahawk estadounidenses y ya ha planteado la compra de media docena de SH-60 Romeo (una versi¨®n avanzada del anterior) para cubrir el hueco hasta la llegada del modelo europeo. De lo contrario las fragatas ver¨ªan dr¨¢sticamente limitadas sus capacidades.

¡°Tras una d¨¦cada sin invertir en defensa ahora hay que sustituirlo todo a la vez y eso va a ser muy dif¨ªcil de asumir¡±, reflexiona un mando militar.