El fin del ¡°mamotreto¡± de cemento a pie de playa
Costas demoler¨¢ un gran hotel abandonado hace 40 a?os que impone su presencia en el n¨²cleo ilicitano de Arenales del Sol tras un largo litigio
No es f¨¢cil broncearse en la playa de los Arenales del Sol, una pedan¨ªa litoral de Elche (Alicante). Pocos accesos, dunas por todas partes y cuestas de m¨¢s de un 45% de desnivel que dificultan el movimiento. Y, una vez en primera l¨ªnea, est¨¢ ¡°el mamotreto¡±, como lo definen casi todos los que lo conocen. Se trata del esqueleto varado de un hotel que cerr¨® hace cuatro d¨¦cadas y que es objeto de un largo litigio urban¨ªstico desde hace 23 a?os. Demasiado joven para ser arqueolog¨ªa, demasiado viejo para conservar su estructura a pie de arena, la direcci¨®n general de Costas ha firmado esta semana su acta de defunci¨®n. Debe demolerse en tres meses.
Parece culminar as¨ª la pesadilla de los vecinos de Arenales, que casi no han conocido otro perfil que el de una fachada litoral quebrada por un armaz¨®n de cemento. Los paseos junto al mar, un arroz en una terraza, el transporte de un cargamento de sombrillas, las clases de paddle surf de los m¨¢s j¨®venes. Cualquier actividad tiene como testigo al gigante ro¨ªdo por el tiempo. ¡°Es un peligro¡±, asegura Mar¨ªa Dolores Micol, empresaria y vecina de la zona desde hace 35 a?os. ¡°Dan ganas de llorar. Hay un foso lleno del agua que se filtra del mar¡± que se ha convertido en un para¨ªso para ¡°mosquitos y ratas¡±.
¡°Es una verg¨¹enza nacional¡±, afirma rotundo el presidente de la asociaci¨®n de vecinos, Fernando Dur¨¢. ¡°Hay que darle una soluci¨®n, desde que se vino abajo el hotel, todos estamos apesadumbrados¡±, prosigue. La pedan¨ªa parece marcada por la maldici¨®n del establecimiento que le insufl¨® vida con su apertura en 1963 y se cerr¨® a finales de los 70 por un c¨²mulo de problemas, sobre todo financieros, pero no arquitect¨®nicos. Es una batalla que ha acaparado la atenci¨®n de los gobiernos municipales, mientras los vecinos carecen de centro escolar, de un complejo comercial y solo en los ¨²ltimos a?os lograron un ambulatorio sin pediatra. Los 4.000 residentes de todo el a?o tienen que hacer mucha vida en Alicante, Elche, Santa Pola o en pedan¨ªas pr¨®ximas como Torrellano o El Altet.
La resoluci¨®n de Costas es ¡°el fin de una batalla judicial¡± que comenz¨® en 1997, rememora el alcalde de Elche, Carlos Gonz¨¢lez. Ese a?o, el entonces alcalde, Diego Maci¨¢, firm¨® la declaraci¨®n de ruina del hotel. Los sucesivos gobiernos municipales de Elche, del PP y del PSOE, han arrastrado el litigio con la concesionaria de su explotaci¨®n, Princesol, quien obtuvo una licencia para rehabilitar el hotel. Sin embargo, la firma acometi¨® sin permiso la construcci¨®n de una estructura nueva.
El expediente administrativo y judicial va creciendo. ¡°A mediados de 2018¡±, relata Gonz¨¢lez, ¡°Princesol solicita al Ayuntamiento una licencia para derribar la parte vieja, porque entiende que existe grave riesgo de colapso del edificio¡±. El consistorio y Costas validan la propuesta, pero con unas condiciones que no son del agrado de Princesol. El caso llega al Tribunal Superior de Justicia valenciano, que da la raz¨®n a Costas y, ¡°desde ese momento, sobre la parte antigua pesa una licencia de demolici¨®n¡±, aduce Gonz¨¢lez.
El segundo hito que apuntilla al hotel lleg¨® el pasado diciembre con un auto Supremo que inadmite a tr¨¢mite el recurso de casaci¨®n de Princesol frente a una sentencia de la Audiencia Nacional seg¨²n la cual las obras de rehabilitaci¨®n son ilegales y no se ajustan a la resoluci¨®n de Costas. Es decir, la parte nueva debe desaparecer. En opini¨®n del alcalde, ambas decisiones suponen ¡°la inviabilidad jur¨ªdica de rehabilitar el edificio¡±. Costas ordena demoler tambi¨¦n lo nuevo despu¨¦s de que Princesol pidiera acabar con lo viejo.
Para el dirigente vecinal Fernando Dur¨¢, la desaparici¨®n del mamotreto aliviar¨¢ la presi¨®n, pero tambi¨¦n invoca a la memoria e incide en la necesidad de otro establecimiento hotelero. Arenales surgi¨® gracias al hotel inaugurado entre dunas agrestes, vistas al Mediterr¨¢neo y un aeropuerto a tiro de piedra. Y en apenas 15 a?os de existencia, por sus instalaciones pasaron el entonces pr¨ªncipe Juan Carlos, Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n, Julio Iglesias, Gregorio Mara?¨®n y hasta el Real Madrid de las cinco copas de Europa. Su fama hizo crecer la pedan¨ªa y ahora la pedan¨ªa se felicita del fin de lo que quedaba de ¨¦l, al tiempo que pide un nuevo hotel.
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